UNA VIDA LLENA DE AGRADECIMIENTO

La palabra AGRADECER la podríamos definir así: es devolver algo por lo que yo ya recibí.

Agradecer es un término muy oído y hablado entre nosotras, pero ¿realmente sabemos y “vivimos” su significado? Isaías 29:13 “Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí…”

¿Por qué doy gracias? La razón suficiente, la máxima razón para dar gracias a Dios es “por mí Salvación”, por limpiarme de mis pecados, por haber dado lo mejor que tenía: me dio la vida eterna.

No debo dar gracias solamente por lo que me da, o por lo que tengo, sino por lo que Él Es, por lo que Él hizo por mí.

1 Juan 4:10 “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”

DOY GRACIAS PORQUE SIN MERECERLO ÉL ME AMO PRIMERO

¿Cómo saber que tengo un corazón agradecido?

Es fácil decir que sí, pero ¿realmente, estoy demostrándolo?

Tener un corazón agradecido automáticamente produce fruto en nuestra vida, algo que nos diferencia de los demás.

PRIMERO: Tener un corazón agradecido va a producir alabanza a Dios. Nuestra gratitud a Dios se reflejará en que busquemos momentos de estar con Él que nos ha dado todo. 

Si no me siento motivada a buscar de Dios y alabarle es porque no aprecio lo que hizo por mí, no lo valoro.

Hebreos 11:6 “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”

Cuando buscamos a Dios con fe, le hallamos.

Mateo 6:33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”

¿Cuál es nuestra mejor adoración a Dios? Vivir nuestra vida en santidad.

Leamos Filipenses 4:4-7Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”

Mi oración tendrá que ser con acciones de gracias.

Mas o menos así: “Dios te doy gracias por tu amor, por lo que me has dado, por mi salud (cuesta apreciar lo que tenemos hasta que lo perdemos) … Padre ten misericordia de mí y que mi esposo a través de lo que yo reflejo pueda conocerte y recibir tu perdón…”

SEGUNDO. Filipenses 4:5 dice: Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres… ¿Cómo conoce alguien si soy amable, generoso, misericordioso? pues poniéndolo en práctica.

Seamos de las personas que dan, es cierto hay un tiempo en el que nosotros necesitamos recibir, pero esto no puede ser siempre así, pongámonos del lado del que “da”.

Por otro lado, muchas veces nos encerramos en las paredes de nuestra casa o iglesia y nos limitamos a interceder por las necesidades de los demás, cuando Dios quiere que nuestro amor sea sin fingimiento.

Romanos 12:9-13 “El amor sea sin fingimiento… Amaos los unos a los otros con amor fraternal…En lo que requiere diligencia, no perezosos; …sirviendo al Señor;…compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.”

Alrededor nuestro hay personas que nunca reciben una muestra de amor, una ayuda a su necesidad…  Mostremos el amor de Dios, seamos diferentes no indiferentes.

Para terminar, cuando yo reconozco el sacrificio de Cristo en la cruz del calvario, que me dio todo sin merecerlo, entonces, tendré un corazón agradecido, pues valoraré todo lo que tengo porque sé que es por gracia y le daré gracias siempre a Dios por lo que Él es y no por lo que pueda darme.

Pero esto no se queda allí, sino como resultado tendré una vida de alabanza y de intimidad más profunda con Dios a través de la oración y de leer la Palabra.

Como resultado de esta relación con Dios, voy aprender a amar y servir a mi prójimo como a mí mismo, que es un mandamiento.  Debo verme como alguien valioso que tengo mucho que darle a los demás.

Habacuc 3:17 resume la esencia de una vida llena de agradecimiento, que, aunque esté en circunstancias difíciles tiene gratitud a Dios.

“Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación.”

Dios te bendiga

Deja un comentario