«ESTAD QUIETOS, Y CONOCED QUE YO SOY DIOS»

ESTAD QUIETOS…

Buscar la presencia de Dios es un acto voluntario. Sin lugar a dudas, al estar en Su presencia escucharemos Su voz.

Podría surgir la pregunta: Con todo lo que diariamente debo hacer, ¿Cómo puedo encontrar la presencia de Dios? ¿Qué debo hacer? ¿Cómo puedo escuchar Su voz?

“Estad quietos, y conoced que yo soy Dios…” Salmos 46:10

Frecuentemente tenemos tantas cosas que expresarle a Dios, que olvidamos la importancia de quedarnos quietas y calmadas cuando nos acercamos a Él.

Tomemos en cuenta esto:

– Aprender a estar calmadas y quietas.

Ejemplo de esto lo tenemos en Habacuc, un profeta de Dios, él fue a un lugar secreto a orar. Leer Habacuc 2:1

El ejemplo que recibimos de Jesús, Él oraba temprano en la mañana, cuando aún estaba oscuro, en un lugar solitario. Leer Marcos 1:35

– Debemos aprender a guardar silencio.

Estar en silencio ante Dios nos obliga a aquietar nuestro YO interno, así como todas las voces y pensamientos que llaman nuestra atención.

– Quietud es la ausencia de movimiento y ruido.

Es simplemente desear estar en contacto con nuestro Creador.

Este estado de quietud espiritual no puede ser apresurado o forzado, sino algo suave y natural, para que en este momento de quietud Dios tome el control y podamos sentir su presencia en nosotras.

– La oración como plática entre amigos. Analicemos nuestra reacción al encontrarnos con una amiga:

*Casual: Nos saludamos, hablamos del mundo que nos rodea en general (clima, noticias, deportes, etc.)

*Profundizamos: Hablamos de lo que pensamos y sentimos. Compartimos anhelos, errores, frustraciones, alegrías, realizaciones, problemas, etc.

*Intimidad: Experimentando un diálogo que va más allá de las palabras. (Risas, carcajadas, llanto, silencio, etc.) Nos identificamos con la persona, con su alegría o quizás su dolor.

Para terminar, permanecer en la presencia de Dios es un acto de voluntad que

debemos cultivar. Debiéramos desearlo fervientemente.

“…Bajo la sombra del deseado me senté, y su fruto fue dulce a mi paladar. 4Me llevó a la casa del banquete, y su bandera sobre mí fue amor.” Cantares 2:3-4

Dios te bendiga 🤗💜

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