LA GRANDEZA DEL SERVICIO
Por: Lucky Orellana
Cuando pensamos en grandeza, algunas veces pensamos en éxitos conseguidos, títulos obtenidos, posiciones importantes o el reconocimiento de los demás. Pero en el Reino de Dios la verdadera grandeza se encuentra en el corazón de las personas dispuestas a servir. Jesús en Su sabiduría, enseñó que el servicio es una disposición de entrega y sacrificio por los demás.
El Ministerio Internacional Nueva Mujer nos da un fundamento sólido en la misión que tenemos como mujeres para poder contribuir a la misión que Jesús dejó en nuestras manos poniendo a funcionar nuestros dones, talentos y virtudes en servicio del Reino de Dios, la familia, sociedad y nación.
JESÚS, NUESTRO MAYOR EJEMPLO
En Marcos 10:43-45 leemos: “Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, 44y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. 45Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. Claramente dice: Él vino a servir, hasta el punto de darse a sí mismo para poder redimir a la humanidad.
Jesús siendo el Hijo de Dios, estuvo dispuesto a tomar la condición de hombre, no importando que esto implicara dejar Su trono y venir a sufrir por amor, por cada una de nosotras, Él es nuestro mayor ejemplo de amor, compasión y misericordia, Él lavó los pies de sus discípulos, un oficio que solo hacían los siervos más humildes, en cada milagro y enseñanza, Jesús sirvió con misericordia, sin buscar reconocimiento, servir a otros nos hace parecernos más a Jesús.
SERVIR CON GOZO Y PROPÓSITO
Dios conoce con qué actitud hacemos lo que hacemos, porque servir con amor, excelencia y alegría es también una forma de honrar a Dios. Algunas veces nuestro servicio no es reconocido por los demás, no nos preocupemos, el Señor lo ve todo y Él jamás se olvida de una obra hecha en Su Nombre.
“Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún”. Hebreos 6:10
Colosenses 3:23-24: Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; 24sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís”.
Hay muchas formas en las que podemos servir, empezando desde la casa, nuestra familia, en el trabajo, en nuestra congregación, en el vecindario y en todo lugar por donde vayamos, no importa si lo que hacemos parece pequeño, porque cuando lo hacemos para el Señor, es grande a Sus ojos.
Dios ha puesto dones y talentos que debemos poner a funcionar. Servimos por amor a Su Nombre, para mostrar nuestro agradecimiento a todo lo que Él hace por nosotras y lo más importante, mostrar a Jesús al mundo, sirviendo como Él lo hizo.
Sigamos el ejemplo del siervo más grande, Jesús.
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