MAMÁ, JESÚS TE ENTIENDE

Por: Mariana Estrada

Ser mamá es una tarea muy hermosa y difícil al mismo tiempo. Muchas veces nos preguntamos si alguien entiende todo lo que vivimos por esta labor, y la respuesta es sí, ¡Jesús te entiende! A pesar de que Jesús no fue una madre, Él fue hecho semejante a los seres humanos, vivió en este mundo, enfrentó desafíos y experimentó situaciones como las nuestras. Hoy, Él quiere recordarte que no estás sola.   

Hebreos 4:15 dice: “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”.

Es importante estar conscientes que somos un pilar fundamental en nuestros hogares para el cuidado y educación de nuestros hijos, ellos quieren explorar el mundo y es nuestro deber hablarles de Sus mandamientos y cada una de las maravillas creadas por Dios. Jesús enfrentó cada uno de los sentimientos que muchas veces nos invaden, y gracias a Su ejemplo hoy podemos aprender de Él a través de Su Palabra.

JESÚS TAMBIÉN EXPERIMENTÓ CANSANCIO. Juan 4:6

El ministerio de Jesús consistió en altas demandas, aunque Él era perfecto, se agotó física y emocionalmente, y también necesitó descansar. Nosotras también necesitamos descansar sin sentir culpa, sin sentirnos juzgadas. Jesús entiende ese cansancio que muchas veces las personas a nuestro alrededor no ven o no reconocen. Él quiere renovar tus fuerzas y darte descanso.

JESÚS TE ANIMA Y TE FORTALECE. Mateo 11:28

La maternidad puede llevarnos al límite, aunque es la experiencia más hermosa, sin duda no es la más sencilla. Entonces, ¿qué verdades de la Palabra de Dios pueden ayudarnos cuando parece que nos estamos ahogando en un mar de estrés por problemas con nuestros hijos?

Jesús no solo nos entiende, sino que quiere renovar nuestras fuerzas y ayudarnos para seguir adelante. A través de Su Palabra, de la comunión con Él en oración y de personas sabias que va poniendo a nuestro alrededor que nos pueden aconsejar, Él va dándonos Su gracia para seguir y no rendirnos. Mamá, Jesús está con nosotras en las madrugadas, en las preocupaciones, en el hospital, en la angustia y en los momentos de alegría. Él camina con nosotras. 

Isaías 40:31 dice: “Pero los que confían en el Señor recobran las fuerzas y levantan el vuelo, como las águilas; corren, y no se cansan; caminan, y no se fatigan”.  RVC

Las madres son un don precioso de Dios, y tienen una gran responsabilidad con lo que Dios ha creado. Ellas con su ternura, su gran capacidad de amar, son responsables de acompañar a sus hijos, que son “prestados por Dios” para conducirlos por el camino del bien.

Para terminar, ser madre es un honor y un enorme compromiso, debemos amar a nuestros hijos cuidando de nuestro hogar con prudencia. En Isaías 54:2-3 dice: “Ensancha el espacio de tu carpa, y despliega las cortinas de tu morada. ¡No te limites! Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas. Porque a derecha y a izquierda te extenderás; Tu descendencia desalojará naciones y poblará ciudades desoladas.”  NVI

Cuando una mujer se siente fuerte y digna en El Señor, puede afrontar con confianza los problemas que le presenta la vida. Sin embargo, su fuerza está bajo control, guiada por la sabiduría que recibe del Padre. En todo lo que hace y dice, ella transmite no solo la sabiduría, sino también el amor que Dios ha derramado sobre ella.

Mamá, quizá nadie vea todo lo que haces, ni toda la carga de tu corazón, recuerda que no estás sola, cuando te sientas incomprendida o sin fuerzas, recuerda: ¡JESÚS te entiende!

Deja un comentario