CORRIENDO NUESTRA MARATÓN

CORRIENDO NUESTRA MARATÓN

Por: Lcda. Susy de Aldana

Muchas de nosotras conocemos a alguien apasionado por las carreras de larga distancia, como la maratón, que abarca 42 km. con 195 metros, o la media maratón, de 21 km. con 97 metros.

Es interesante saber que quien es capaz de correr y llegar a la meta en una maratón, no es un simple corredor, es alguien con mucha “disciplina, constancia, resiliencia”, es producto de experiencia, paciencia de un buen entrenamiento y dieta.

Las estadísticas muestran que solo el 15% de la población mundial tiene el hábito de correr, mientras que apenas un 5% logra recorrer entre 10 y 15 kilómetros. Solo el 0.01.% completa una maratón, y aunque no todos ganen el primer lugar, se consideran triunfadores, pues muchos ni siquiera lo intentan por falta de “autodisciplina” para prepararse.

Leamos Filipenses 3:13-15 “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”.

Pablo nos da un claro ejemplo de ese cambio que debe provocar el Espíritu Santo en la vida de cada una de nosotras como hijas de Dios.

Ser una persona disciplinada no es tarea fácil, no se logra de la noche a la mañana, es un arduo entrenamiento, una pelea constante de morir a nosotras mismas, a nuestros deseos, a la comodidad, porque debemos ser capaces de vencer los obstáculos, los contratiempos, las excusas, la pereza, el miedo o como dice Pablo olvidar el pasado, para lograr aquello que nos hemos propuesto.

CONSTANCIA

Como Nuevas Mujeres, vamos aprendiendo la importancia de algunas rutinas, que, si las practicamos de manera constante, vienen a fortalecer nuestra fe y nos preparan para que sigamos con firmeza la carrera de la vida.

 Una de ellas es mantenernos en constante oración y comunión con nuestro Creador.

“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”. Mateo 26:41

 Debemos anhelar y reforzar el hábito de la lectura de la Palabra para ponerla por obra.

“Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos”. Santiago 1:22

RESILIENCIA

Según la RAE, es la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos.

En nuestro caminar con Jesucristo, viviremos tiempos de abundancia, calma, paz y gozo, pero también enfrentaremos grandes montañas que escalar, ríos profundos, y temporadas de sequedad, dolor o incertidumbre.

En esos momentos difíciles debemos aprender a ser resilientes, Isaías 40:31 “pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”.

Para terminar, todas estamos en la carrera de la vida, corriendo nuestra propia maratón, a nuestro ritmo, a nuestro modo, en el camino que Dios ha preparado para cada una, seamos disciplinadas, constantes, y aprendamos a ser resilientes para que al final de nuestros días digamos como dijo el apóstol Pablo en su carta a Timoteo: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida”. 2 Timoteo 4:7-8

Dios te bendiga! 💜🤗

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