UNA VIDA DIGNA, DEJA HUELLA
Por: Licda. Cindy de Pérez
En el mundo ha habido personas que han dejado huellas significativas, se les recuerda por el bien que le proporcionaron a la humanidad, o el daño que provocaron, entre ellos: Albert Einstein, Martin Luther King Jr., Madre Teresa de Calcuta, Adolfo Hitler.
Dejar huella es la capacidad que tenemos de marcar la vida de los demás, ya sea de forma positiva o negativa. Para algunos, dejar una huella significa crear un legado duradero en la historia. Para otros, es hacer la diferencia en la vida de aquellos que nos rodean.
Vivir una vida digna, es decir, una vida con integridad, respeto y propósito tiene un impacto duradero en todos a nuestro alrededor y es muy importante desde una perspectiva bíblica.
Es la vida de una persona que inspira a otros por los principios y valores con los que se conduce, se esfuerza por alcanzarlos con la finalidad de dejar algo positivo en el corazón de quienes la rodean.
En diferentes partes de la Escritura se nos exhorta a vivir con propósito e integridad: “Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios”. Colosenses 1:10
TOMANDO ACCIÓN, ¿CÓMO VIVIR UNA VIDA DIGNA?
Cuando comprendemos que nuestro propósito en la vida es glorificar a Dios en todo lo que hacemos, nuestro esfuerzo debe convertirse en una batalla diaria para que, el legado que deseamos dejar a nuestras generaciones se convierta en algo muy preciado, una huella que ellos quieran imitar.
Algunos pasos que no deben faltar en nuestro camino a vivir dignamente son:
• Buscar a Dios continuamente
• Crecer en el conocimiento de Su Palabra
• Servir a los demás con amor
• Mantenernos firmes en la fe
• Ser constantes
Para vivir una vida digna es necesario que también reconozcamos el sacrificio de Jesús en la cruz para salvarnos, reconocer también el valor que tenemos como parte de la creación de Dios, pedir la ayuda del Espíritu Santo para que nos guíe a reflejar el carácter de Jesús en todo lo que hacemos.
El apóstol Pablo lo hizo y escribió: “Ya falta poco para que yo muera, y mi muerte será mi ofrenda a Dios. He luchado por obedecer a Dios en todo y lo he logrado, he llegado a la meta y en ningún momento he dejado de confiar en Dios”. 2 Timoteo 4:6-7 TLA
Para finalizar, cada una de nosotras, aunque no lo planifiquemos estamos dejando una huella en este mundo, dejaremos un mal o un buen recuerdo de nuestra vida, en la vida de los que amamos y los que están a nuestro alrededor.
Una vida digna que deja una huella positiva en los demás, se caracteriza por valores como la justicia y la compasión; mientras que los actos guiados por el resentimiento, el rencor, la enemistad, la violencia, entre otros, dejan una huella negativa que causa mucho sufrimiento y destrucción.
La pregunta que debemos hacernos es: ¿qué tipo de huella estoy/estamos dejando? No se trata de llegar a los últimos días, y tratar de arreglar todo lo que hemos hecho mal, consciente o inconscientemente.
Que nuestra petición sea el poder vivir una vida digna como una respuesta de gratitud al sacrificio de Jesús. Dios ya hizo Su parte ahora te toca a ti…
Dios te bendiga 🤗🙏💜
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