Por Licda. Betty de Herrera
La Biblia en el capítulo 41 del libro de Génesis nos cuenta como un hombre llamado José, que había sido vendido como esclavo por sus hermanos, luego encarcelado injustamente en Egipto, se convierte en una persona clave para el futuro de esa nación, pues Dios a través de él, revela un gran plan que advierte sobre 7 años de abundancia y 7 años de hambruna.
Aquí vemos como la mano de Dios se manifestó en la vida del pueblo de Egipto, proveyéndoles abundantemente para que guardaran para los tiempos de escasez.
En nuestros tiempos ya no es común que sucedan milagros como este, pero Dios nos dice en Su Palabra que el hombre (o la mujer) prudente debe proceder con sabiduría y no con “necedad”.
Reflexionemos ¿Cuál sería nuestra actitud si recibiéramos el aviso que vienen tiempos de escasez para nosotras y nuestra familia?
-¿Empezaríamos a ahorrar?
-¿Dejaríamos de gastar en cosas que no son realmente necesarias?
-¿Buscaríamos formas de invertir nuestro dinero para que en los tiempos de escasez esta inversión nos produzca lo necesario para el sostenimiento de nuestra familia?
-¿Qué más haría cada una de ustedes?
Cada una de estas reacciones es normal ante un anuncio de escasez, pero ¿qué sucede con las situaciones que se presentan (casi siempre) sin previo aviso?
Estas situaciones pueden ser, por ejemplo, una enfermedad, un desastre natural, la pérdida de trabajo, la devaluación de la moneda, o el tiempo de la vejez que es cuando llegan a faltar las fuerzas para trabajar.
Actualmente ¿estás siendo una mujer previsora que guarda o invierte para cubrir situaciones como éstas?
Donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Una mujer previsora también entiende que su seguridad NO descansa en el dinero que tiene ahorrado, ni en las inversiones que haya hecho.
Tiene la certeza que su seguridad está en Dios que le provee diariamente de todo lo que necesita, por lo tanto su tesoro es confiar en el Dios de su Salvación, que le dará la sabiduría para ser una buena administradora de todo lo que Él le provee. Mateo 6:19
Para terminar, una mujer previsora es una mujer que sabe que debe depender de Dios en todo tiempo, y que entiende que hay un tiempo para guardar pues es don de Dios que coma, que beba y que goce del bien de todo su trabajo.
Una mujer previsora no “sirve” a las riquezas, no hace de las riquezas el dios de su vida, sino que al contrario hace que los bienes le sirvan para suplir sus necesidades.
“Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”. Lucas 16:13
Ser una mujer previsora también tiene un efecto de multiplicación, ya que nuestros hijos podrán ver nuestro ejemplo y seguirlo, para así formarles una buena costumbre para toda su vida: el ahorro.
Que Dios te bendiga, feliz semana. 🤗💜
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