CLAMA A MÍ |

La oración es el medio para comunicarnos con Dios y la práctica de la oración es algo muy importante para nosotras, Dios desea que nos comuniquemos con Él por medio de la Oración, la Biblia dice: “Clama a mí y yo te responderé”, Jer. 33:3; todos los días tenemos diferentes necesidades y en nuestra angustia o aflicción expresamos una petición a Dios, esperando una respuesta.

Alguien dijo: “La oración crea un puente entre el cielo y la tierra y nos provee de ayuda divina”, esto puede ser una realidad cuando tenemos una relación con Dios a través de la oración.

En 2ª. Reyes 6:8-18, el profeta Eliseo demostró la importancia y el poder de una vida de oración. Ocurrió que el rey de Siria tenía la intención de tener una guerra contra el pueblo de Israel, pero debido a que Eliseo tenía una vida de oración, Dios le reveló los planes del enemigo y él fue y se los dijo al rey de Israel y salvó a su ejército de ser capturado por los sirios. Cuando el rey de Siria se enteró que Eliseo había sido quien expuso el plan, envió a su ejército para capturarlo.

Eliseo utilizó la oración como una puerta de entrada para conectarse con Dios y desde ese punto de vista, pudo ver soluciones en lugar de problemas.

Eliseo oró para que Dios abriera los ojos de su siervo y cuando Dios respondió a esa oración, Giezi pudo ver al ejército del Señor rodeando al enemigo. La oración de Eliseo no creó el ejército de Dios, su oración reveló al ejército de Dios que ya estaba ahí.

La oración tiene una forma de mostrarnos el ámbito del mundo espiritual para que podamos ver la vida desde el punto de vista de Dios.

Principios importantes en la oración.

En Hebreos 11:6 (NVI) dice: “En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que

cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan”. Para acercarse a Dios, tenemos que creer que Él existe y que recompensa a las que lo buscan, no podemos, orar sin tener fe ni creer.

Debemos aplicar estos principios de Dios para la oración y fortalecer nuestra relación con Él, aprender a estar conectadas a nuestra fuente de vida, Dios, y funcionar así en cada momento y en todo lugar.

Hay una diferencia entre creer y tener fe. Creer es reconocer que algo existe y fe es cuando actuamos en plena confianza, sabiendo que Dios nunca nos falla, que no se duerme ni llega tarde. Cuando oramos con fe, nos posicionamos para recibir la respuesta de Dios porque creemos que va a suceder.

Ya para finalizar, Dios espera comunicarse con nosotras también a través de la oración y nosotras también debemos procurar esa comunicación con Él, en Su Palabra Dios nos enseña cómo hacerlo. Dios se goza cuando nos atrevemos a creer que Él se ocupa en responder nuestras oraciones. Hoy tenemos la oportunidad de darle un nuevo significado a nuestra vida de oración. (Hebreos 11:1)

No olvides compartir el mensaje, Dios te bendiga.