“Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.” 1 Juan 4:19

El Dios eterno nos ha amado desde siempre, pero es triste pensar en la posibilidad que llegue el momento en que debido a que descuidamos nuestra relación con Dios, Él pueda llegar a tener que decirnos:
«Ustedes no están enamorados de Mí ahora, pero yo recuerdo un tiempo cuando ustedes si estaban enamorados y me buscaban constantemente…»

Hagamos memoria y recordemos:
– El día cuando renuncié a seguir en “mis caminos” para tomar el camino que Él me mostró.
– Ese amor por Jesús que “rebalsaba en mi corazón”
– Cuánta devoción tenía hacia Jesús.

QUE TU AMOR NO SE ENFRÍE

“y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.” Mateo 24:12-13

Tú eres una Nueva Mujer y es tu responsabilidad perseverar, cuidar ese amor tan grande por Dios, que un día nació en nuestros corazones.

Hay muchas situaciones que pueden influir para que el amor por Dios se enfríe, pero el compromiso que asumimos con Dios es eterno.
Aunque surjan conflictos con otras personas, aunque venga la adversidad, aunque vivamos bajo mucho estrés, el compromiso es mantenernos firmes esperando con calma y con valentía la respuesta de El Señor a cualquier situación difícil. Esto es perseverar.

También puede suceder que la “prosperidad” o la “escasez” lleguen a ser un tropiezo para algunas personas en su relación con El Señor y se enfríen el amor y la devoción a Dios. Ante esta situación el salmista advierte:

“…Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas.” Salmo 62:10(b)

Y también podemos hacer nuestra la oración de Proverbios 30:8-9 que nos exhorta a estar atentos a situaciones que pueden hacer que nos alejemos de Dios.

“…No me des pobreza ni riquezas; Mantenme del pan necesario; No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios.”

La frase Mantenme del pan necesario se refiere a las necesidades diarias que todos tenemos.

“Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos. Ahora pues, Dios nuestro, nosotros alabamos y loamos tu glorioso nombre.” 1 Crónicas 29:12-13

Esta es la actitud correcta alabar y glorificar a nuestro Dios siempre porque Él es sabio.

Para terminar, tenemos que amar a Dios incondicionalmente, con todas nuestras fuerzas e invertir todas esas fuerzas, energía y ánimo en construir una relación constante con Él. También para que cuando venga cualquier adversidad estemos paradas en la roca firme que siempre nos sostendrá.
Que al despertar en la mañana el primer pensamiento sea para Él agradeciéndole por darnos vida un día más y que las primeras palabras sean para darle la Honra y la Gloria.

Seamos constantes en Orar, en leer Su Palabra y sobre todo en hacer Su Voluntad: cumpliendo sus mandamientos, porque esto demuestra el Amor por Dios y así su presencia siempre morará en nosotras.

“Si me amáis, guardad mis mandamientos.” Juan 14:15

Que la pasión por Jesús nos motive a seguir testificando de Jesús para que muchas personas le conozcan y le confiesen como Señor y Salvador en sus vidas.

Dios te bendiga

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