“Dios es bueno”, es una frase que repetimos constantemente, muchas veces solamente repetimos estas palabras sin meditar en la gran verdad que estamos diciendo.
“Él es un Dios bueno; su amor es siempre el mismo, y su fidelidad jamás cambia.” Salmo 100:5 TLA
La bondad de Dios va más allá de aquellos momentos en los que Dios actúa conforme a lo que nosotras estamos deseando o pidiéndole a Él que suceda. La bondad de Dios se muestra en nuestra vida aun cuando lo que suceda no es precisamente la respuesta que esperamos de parte de Dios.
A Dios no se le puede evaluar conforme a nuestro conocimiento humano, sino que al contemplar Su gloria y Su perfección nos damos cuenta que Él es Bueno sin limitaciones, y en consecuencia Él es el único que puede ser juez y quien da la norma de lo que es bueno para el hombre.
Cuando alguien califica de “bueno” a alguna persona o alguna cosa, generalmente es porque le está dando su aprobación. Sin embargo, nosotros como seres humanos no tenemos derecho a usar la frase Dios es bueno como una muestra de aprobación hacia Dios. Cuando decimos Dios es bueno es porque estamos reconociendo humildemente su infinita bondad hacia nosotros, una bondad que Dios nos mostró en la cruz al morir Jesús por nuestros pecados y luego en la Resurrección de Jesús cuando Él venció a la muerte para que nosotros pudiésemos tener el don de la vida eterna.
Todo lo que Dios le ha dado al ser humano es bueno, cada persona tiene dones que le han sido dados por Dios y por lo tanto son buenos. Porque todo lo que viene al ser humano de la mano de Dios es bueno y será de bendición para la vida de cada persona.
Tenemos que ser alumnas dispuestas a aprender de Él en nuestro caminar por la vida. Aprendemos cuando guardamos Su palabra en nuestra mente y corazón y nos desarrollamos en amar sus estatutos, en conocerlos y en obedecerlos.
Para tener una correcta relación con Dios es necesario creer en Él y arrepentirnos de nuestro pecado.
«Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal.» Proverbios 3:5-7
No importa lo que nos esté sucediendo, o lo que nos pueda suceder, puesto que pase lo que pase, como sabemos que Dios es bueno, esto nos lleva a comprender que Él solamente puede hacer aquello que para nosotras será bueno.
Dios te siga bendiciendo. ![]()
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