Por: Silvia de Soberanis
Todos los días enfrentamos diferentes situaciones, algunas fáciles, otras difíciles, y por nuestra confianza y fortaleza en Dios puede surgir una buena actitud de la cual dependerá el resultado. Podemos dar lugar al pánico, a la amargura, a nuestras lamentaciones, al enojo, a la ira, al resentimiento, etc., o podemos enfrentar la situación con fe, con esperanza, confianza, gratitud, etc., creyendo que nuestro Dios es soberano y sigue teniendo el control y un plan para nuestra vida.
Jeremías 29:11 dice: “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes -afirma el Señor-, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. NVI
Las dificultades, adversidades y/o problemas que pueden ocurrir en nuestra vida, pueden enterrarnos, ocultarnos, o darnos la capacidad para confiar en el propósito de Dios entendiendo que en todo proceso nuestro carácter es moldeado, y que el deseo de Dios es que nos parezcamos a Su Hijo Jesucristo.
En la Biblia leemos:
“Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”. Romanos 5:3-5
Es evidente que las que seguimos a Jesús pasamos por diferentes tribulaciones, en donde nuestra fe se ve manifiesta. Y solo Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, (leyendo Su Palabra, orando, congregándome, pidiendo consejo a personas sabias), podremos resistir y perseverar para que Él sea glorificado.
¿QUÉ HAREMOS?
Ante las diferentes situaciones difíciles que enfrentemos, entendiendo que, “…a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien…”, Romanos 8:28.
¿Seremos capaces de perdonar, de promover el respeto, la paz, de hablar únicamente la verdad, evitando el chisme o malos entendidos?
Ante las adversidades seremos obedientes, seremos capaces de creerle a Dios, cuando en Su Palabra dice:
“Jehová es mi pastor nada me faltará. Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo”. Salmo 23:1,4
Nosotras individualmente debemos mantenernos en íntima relación con nuestro Padre, para crecer en sabiduría y manifestar el fruto del Espíritu Santo en nuestra vida, obteniendo la capacidad de salir adelante en todo lo que atravesamos, sabiendo que Él nos sostiene y fortalece.
Creyendo en Dios y lo que dice Su Palabra, nosotras tenemos la capacidad de resistir y salir triunfantes de las cosas difíciles que pasamos, pues tenemos a nuestro favor la presencia del Espíritu Santo que si se lo pedimos nos guía y nos fortalece en toda circunstancia.
¡Dios te bendiga! ![]()
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