NACIÓN

NACIÓN

Por: Lic. Leonel Soberanis

Todos nosotros tenemos un lugar de nacimiento, un país, una nación a la que pertenecemos. El pueblo de Dios es una nación de seguidores de Jesucristo, llamados a ser luz y sal, anunciando Sus maravillas en el lugar de la sociedad en donde nos encontremos, y en el tiempo que Dios nos dé de vida.

Una nación es un conjunto de habitantes en un lugar que es regido por un gobierno.

En el caso del pueblo de Dios, el que gobierna es Dios.

Dios planeó hacer una nación cuando le dijo a Abram: “Y haré de ti una nación grande…” Génesis 12:2

Como ciudadanos del reino de Dios obedecemos lo que Él dice, porque le amamos. Juan 14:15

Las Escrituras nos mandan obedecer a las autoridades establecidas en la nación donde vivimos: leer Romanos 13:1; lo cual debe hacerse cuando no contradigan lo establecido por Dios en Su Palabra: Hechos 4:19 y Hechos 5:29.

El apóstol Pedro dijo que el pueblo de Dios es una nación santa: Pedro 2:9.

Aunque somos ciudadanos de la nación donde nacimos, Pablo dice que nuestra ciudadanía está en los cielos: Filipenses 3:20.

Dios dijo que esta nación sería como el polvo de la tierra o como las estrellas en los cielos: Génesis 13:16 y Génesis 15:5.

Según el libro de Salmos, las naciones no son sino hombres frágiles y mortales, que no pueden hacer nada contra los designios de Dios: Salmos 9:20.

El plan de Dios para su nación es hacerla una gran nación, bendecirla, hacerla famosa y que sea de bendición: Génesis 12:2.

Todos aquellos que formamos parte del pueblo de Dios, porque reconocemos Su autoridad, debemos esforzarnos para conocerlo cada día más, pues Él es el ÚNICO Dios verdadero: Juan 17:3.

Asimismo, estamos llamados a anunciar a toda persona Sus obras maravillosas y sus virtudes: 1ª Pedro 2:9.

Su plan también es que demos testimonio de Su amor, Sus dichos y Su poder, siendo sus testigos: Hechos 1:8.

CADA CREYENTE REPRESENTA LA NACIÓN DE DIOS, ENTONCES, ¿CÓMO DEBO PREPARARME PARA LAS DIFERENTES SITUACIONES QUE SE PRESENTAN?

  • Conocer Su Palabra: Juan 5:39
  • Pedirle al Espíritu Santo que me guíe: Juan 16:13
  • Pedirle a Dios sabiduría: Santiago 1:5
  • Pedirle a Dios entendimiento y discernimiento: Salmo 119:27
  • Acercarme a Dios en lectura de Su Palabra, meditación, oración, alabanza y adoración: Santiago 4:8.

Para terminar, somos un pueblo elegido por Dios y estamos al servicio del Rey como una nación santa; por ser un pueblo que pertenece a Dios, Él nos eligió para anunciar sus obras y sus maravillas. En nuestra nación pueden existir muchos problemas que no pueden resolverse con el esfuerzo de una sola persona, sin embargo, podemos unirnos y poco a poco lograr cambios positivos. Debemos orar por nuestros gobernantes, como nos ordena la Palabra; también ser intencionales aún en los detalles más pequeños, obedeciendo las leyes de la nación en dónde Dios nos puso.

Dios te bendiga 💜

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