Hemos sido creadas para vivir en este mundo y este tiempo, y en ese recorrido de la vida vamos a tener algunos obstáculos para llegar a realizar para lo que Dios nos creó que es glorificar con nuestra vida su nombre. En un camino de la vida donde todos los humanos vamos pasando no importando su raza, su nacionalidad, su estatus social, todos recorremos una vida con aciertos y obstáculos.
En nuestra vida podemos notar que las victorias generalmente siguen a las derrotas. Por ejemplo:
– Antes de aprender a caminar nos caímos muchas veces.
– Antes de aprender a cocinar, muchas veces quemamos o salamos demasiado o quizá no le dimos nada de sabor a la comida.
Los obstáculos son a veces los problemas que vamos enfrentando a través de la vida, pero los obstáculos solamente deberían animarnos a buscar más la presencia de Dios.
LOS OBSTÁCULOS PODEMOS VENCERLOS
Romanos 8:35-37 dice:“¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.”
Esta palabrita MÁS (que leemos en el versículo anterior) significa que podemos conquistar, o vencer los problemas por completo y que no quedarán residuos de amenazas a nuestra vida o a nuestro bienestar.
– A los vencedores los problemas los alientan
– A los derrotados los problemas los vencen.
TOMAR DECISIONES
Mi vida está basada en tomar decisiones diariamente, basados en nuestra experiencia de vida, de nuestra sabiduría aprendida de la observación y de practicar la Palabra de Dios.
Toda decisión tiene sus consecuencias, ya sean buenas o malas, yo escojo diariamente como quiero vivir mi vida. Dios nos hizo seres con la capacidad para elegir, para tomar decisiones.
Veamos el ejemplo de María, la madre de Jesús. Cuando María fue visitada por el ángel para anunciarle que iba a tener un hijo, el ángel no la obligó a nada, fue María la que tomó su decisión, leamos Lucas 1:38 “Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.” La sabiduría de María la hizo reflexionar y dar el paso para decir lo que dijo ¨hágase conmigo conforme a tu palabra¨
En este pasaje, la palabra hágase significa: Un abandono total, entregarse totalmente en las manos de Dios Padre “pase lo que pase” sin importar lo que suceda y aceptando todos los riesgos. Dejando en las manos de Dios todo lo que el futuro pueda traer.
CÓMO PASAMOS LOS OBSTÁCULOS
Cuando tenemos obstáculos a veces los tenemos que pasar solas, y a veces acompañadas. Si sufres un enorme disgusto o un gran fracaso, seguramente vendrán tus amigos y hermanos, te confortarán y te estimularán, y eso es bueno, pero si no llegan recuerda que tienes el Espíritu Santo de Dios como consolador.
Dios comparte ese peso de tu corazón contigo, hay una promesa que siempre estará contigo hasta el fin. Mateo 28:20 dice: “Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” Cuando enfrentamos el obstáculo, estamos solas para tomar la decisión de saltar y vencer el obstáculo… o para tomar la decisión de sumergirnos en una depresión o derrota. Una palabra a tiempo puede ayudarnos a salir, una escritura, una oración.Como concusión, debemos Entrenar para vencer los obstáculos.
Un deportista, para poder saltar el obstáculo el día de la prueba, debe haber entrenado antes, no entrena el mismo día de la prueba. Debe ser honesto consigo mismo y estar consciente que su entrenamiento tiene que ser constante y verdadero.Nosotras, también tenemos que entrenar para vencer los obstáculos y en este entrenamiento tiene mucho que ver La Fe, que se va formando en un proceso de ir conociendo de Dios y sus verdades.
La fe, más que una actitud, es un Acto que repetimos día tras día, es la confianza que tenemos en el Creador en nuestros actos diarios. Cada día tenemos nuestra Fe puesta en Dios y no dudamos que Él existe, que Él está con nosotras, que nos escucha y que en el día de la prueba estará junto a nosotras.
Otra parte del entrenamiento es:
– La Oración
– Leer la Biblia
– Escuchar la Palabra (congregarnos).
Pidamos a Dios que no se aparte de nuestro lado, y que nosotras no nos apartemos de Él. Amén.
Que esta reflexión sea de edificación a tu vida. ¡No dejes de compartirla! ![]()
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