NO LO DEJES PARA MAÑANA, ¡HAZLO HOY!
Por: Cindy de Pérez
Efesios 5:16 RVC dice: “Aprovechen bien el tiempo, porque los días son malos.”
¿QUÉ ES PROCRASTINACIÓN?
Procrastinación: Acción o hábito de posponer o aplazar tareas, deberes, asuntos pendientes y responsabilidades sustituyéndolas por otras más irrelevantes o agradables.
Es interesante reconocer que las actividades o responsabilidades que procrastinamos o atrasamos, usualmente son tareas desafiantes, aburridas o estresantes, razón por la cual nos justificamos por posponerlas para el futuro; en el fondo estamos adoptando una conducta evasiva.
¿EN QUÉ SITUACIONES PROCRASTINAMOS?
- Labores cotidianas: como ir al banco, cortarse el pelo, ir al dentista, arreglar la ropa, etc.
- Compromisos con nosotras mismas: no damos importancia a mejorar en diversas áreas en nuestra vida, crecimiento profesional, hacer ejercicio, comer saludable, dejar malos hábitos, resolver problemas familiares.
- Compromisos que hemos adquirido con los demás: no cumplimos con tareas laborales, incumplimos con compromisos adquiridos, no nos conectamos a reuniones planificadas, somos impuntuales, hacemos perder el tiempo a los demás.
Estas situaciones nos incomodan, y en nuestro interior no nos hacen sentir bien, nos da la sensación de caos, ansiedad, frustración por tener acumuladas tantas tareas pendientes; nos da sentimientos de insatisfacción, inferioridad, estancamiento y nos hace perder el respeto y la confianza de los demás; en resumen, nos desgasta y nos quita la paz.
ANTE ESTO, ¿QUÉ DEBEMOS HACER?
- Reconocer delante de Dios que padecemos de procrastinación y rendir delante de Él los sentimientos que esto nos genera: enojo, frustración, amargura. Lee 2 Corintios 12:9
- Hacer que cada momento de nuestro día cuente. No se trata de que tengamos que vivir ocupadas, sino que debemos saber administrar el tiempo, considerando que es limitado aquí en la tierra, por lo que debemos aprovecharlo y no malgastarlo. Lee Proverbios 6:10-11.
- Entender que el hacer lo que debemos, en el tiempo debido, nos da descanso. Nuestro ser siente culpa al no realizar las tareas pendientes, surge el estrés, el cual no nos permite descansar, aunque aparentemente estemos haciendo otras cosas, como ver Facebook, televisión e incluso tomar una siesta. Sin embargo, después de realizar nuestras tareas y responsabilidades tenemos bien merecido un descanso.
Marcos 6:31 RVR1960 “Venid a mí los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.”
En conclusión, utiliza tu agenda, apunta lo que debes hacer, sé una mujer responsable, cumplida, una mujer de palabra.
Nunca es tarde para ponernos al día, la procrastinación necesita una solución interna, por eso es tiempo que reflexionemos y analicemos si lo que tenemos pendiente es resultado de nuestra irresponsabilidad, pereza o querer evadir momentos, y si es así, decide buscar a Dios, clamar por Su ayuda, pedirle sabiduría y Su guianza para hacer las cosas bien, en su debido tiempo y de esa manera vivir en paz.

