
La similitud de nuestro nacimiento natural, del vientre de nuestra madre, es muy parecido al que nos sucede cuando “nacemos de nuevo” espiritualmente.
Para poder separarnos corporalmente de nuestra madre, nuestro ombligo debe ser cortado, puesto que solamente de esta forma es que iniciamos nuestra vida individualmente, como una pequeña personita. De igual manera cuando nacemos de nuevo, nuestro cordón debe ser cortado para no recordar más nuestro pasado, y vivir una vida libre en Cristo.
Al nacer a la nueva vida en Cristo, el caminar y pensamiento se vuelven totalmente opuestos a lo que antes se pensaba y creía. Romper con esta vida es difícil, ya que en algunos casos hemos estado por mucho tiempo alejadas de Dios.
Una persona que ha nacido de nuevo, recibe la limpieza de todo su ser por medio de la Palabra de Dios. Esto es algo que Jesús les dijo a sus discípulos, que la Palabra de Él tiene la capacidad de limpiarnos.
“Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.” Juan 15:3
Asimismo, cuando la Palabra de Dios nos limpia, nuestra mente es transformada para que podamos vivir de acuerdo a la voluntad de Dios. (Romanos 12:2)
Somos sus hijas amadas y podemos tener la certeza que su Espíritu Santo nos guía en este nuevo camino, dándonos esa revelación personal que cada una necesita.
El Señor Jesús viene a nosotras para limpiarnos, para volvernos la sal del mundo, y abrirá sus brazos de amor y perdón para que podamos refugiarnos en Él.
Ezequiel 16:6 “Y yo pasé junto a ti, y te vi sucia en tus sangres, y cuando estabas en tus sangres te dije: ¡Vive! Sí, te dije, cuando estabas en tus sangres: ¡Vive!”
Dios habla claramente que Él pasó junto a nosotras y nos vio sucias, dolidas, acongojadas, tristes y llenas de amargura por el pecado… Pero en este estado de gran tribulación Jesús nos dijo ¡Vive!
El enemigo ataca a la mujer, porque sabe que en ella hay un gran poder, pues como mujeres podemos dar vida y enseñar a las nuevas generaciones bajo los principios de la Palabra que Dios es el mejor camino para vivir una vida plena ¡con esperanza!
Es necesario que olvidemos el pasado y sigamos en el camino de ser o seguir siendo esas Nueva Mujeres. ¡Avancemos!
