
«y que procuren vivir en paz, y ocuparse de sus negocios y trabajar con sus propias manos, tal y como les hemos ordenado, a fin de que se conduzcan honradamente con los de afuera, y no tengan necesidad de nada.» 1 Tesalonicenses 4:11-12 (RVC)
Un cristiano es representante de Cristo en la tierra y está llamado a vivir una vida diferente que lo distinga y que le de gloria a Dios. (Embajadoras de Cristo. 2 Corintios 5:20)
Los cristianos deben vivir su vida para Dios. Que todo lo que piensan, dicen o hacen refleje que Dios gobierna sus vidas, y que le dan honra a Dios y lo glorifican.
Para una persona que quiere glorificar a Dios es una prioridad hacer el bien a los demás, ser amable, bondadoso, misericordioso, ayudador, cariñoso, compasivo, etc., y todo esto hacerlo con excelencia.
Con toda seguridad la persona que esté llevando este estilo de vida tiene una buena reputación y es digno de consideración y respeto, por lo que es bien recibido donde quiera que vaya y fácilmente puede hablar de Cristo sin ser rechazado porque su vida habla más alto que sus palabras: ¡Soy cristiano! ¡Cristo cambió mi vida!
Hacer lo correcto no es difícil, pero SI se requiere la guianza y el poder de Dios obrando en la vida. También es necesario conocer las Escrituras y la convicción de obedecerlas sin argumentar.
Estar segura que aunque en determinado momento no sea fácil enfrentarse a una sociedad que “a lo malo llama bueno”, delante de Dios vamos a responder por todo lo que hagamos… y también por todo lo que dejemos de hacer.
Para glorificar a Dios con tu vida no es obligatorio “ganar medallas” o “ganar premios”. Lo que si es necesario es que tu vida merezca el respeto de los demás porque siempre eliges tomar el buen camino y vivir tu vida con excelencia.
Te animamos a que te comprometas a pasar tiempo con Dios todos los días. Si de verdad lo haces, se desarrollará el carácter de Dios en Ti, tu vida se transformará y el resultado será que le traerás gloria a nuestro Padre que está en los cielos. 🙋♀️💜
