CUANDO LOS PROBLEMAS SON OPORTUNIDADES

Por: Ruth Álvarez de Rodríguez

En el diario caminar sorteamos a menudo ciertos obstáculos que debemos superar. Por ende, muchas veces, los problemas nos traen grandes enseñanzas que no se aprenderían en tiempos de calma y quietud. La manera en que afrontemos los problemas puede marcar la diferencia en la calidad de vida y el éxito que deseamos tener.

– Dios usa las dificultades para formar nuestro carácter

Cuando tenemos dificultades o problemas nos es difícil considerar que Dios tenga un propósito con ellos, al contrario, sentimos que hemos fracasado, nos frustramos.

La frustración es una emoción desagradable en nuestra vida, y puede provocarnos incomodidad, enojo, estrés, etc., sin embargo, si aprendemos a usarla debidamente, esa misma frustración nos impulsa a salir de nuestra zona de confort, motivándonos a la acción, buscando soluciones y tomando medidas para superar los obstáculos.

Dios usa las dificultades como una herramienta para moldear nuestro carácter, para que aprendamos a depender de Él, para acercarnos a Él y hacernos más fuertes.

Romanos 5:3-4 nos dice: “Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza”. Cada prueba o dificultad que pasamos nos fortalece, nos da experiencia, nos llena de esperanza y somos un buen testimonio.

– Ver los problemas como oportunidades

En lugar de ver los problemas como obstáculos, cambiemos la forma de abordar las situaciones y no intentemos controlarlo todo, ya que pueden ser oportunidades para depender más de Dios y fortalecer nuestra fe.

En Santiago 1:2-4 leemos: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna”.

Las dificultades o las pruebas de las que nos habla Santiago, y que son parte de la vida, nos enseñan a esperar en Dios y confiar en Su tiempo, además, desarrollamos paciencia que nos lleva a madurar espiritualmente.

– El poder de la oración en tiempo de problemas

La Biblia nos enseña en Filipenses 4:6-7: “Por anda estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.

La oración es nuestra herramienta en tiempos de crisis, a través de ella, nos conectamos con Dios, experimentamos Su paz y recibimos Su guía.

Nuestro máximo ejemplo es Jesús que se apartó a orar, cuando estaba en angustia, Él recibió la fortaleza del Padre para cumplir Su propósito.

Para terminar, es muy importante reconocer en todos los aspectos de nuestra vida, que necesitamos buscar, conocer la voluntad y el propósito de Dios en todo lo que pasamos. Romanos 8:28

Dios puede usar todo en nuestro beneficio, así que, podemos confiar en que los problemas que tenemos no son el final de nuestra vida, sino pueden ser el inicio de algo nuevo en las manos de Dios.

Enfrentemos nuestros problemas de rodillas y confianza en Dios, creyendo que Él tiene el control.

¡Dios te bendiga! 💜

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