DÍA DE LAS MADRES
Estamos agradecidas con Dios por la vida de todas las mamás, que día a día nos demuestran con sus actos y servicio el gran amor que le tienen a sus hijos y familia.
💜 Mamá, ¡muchas gracias! 💜


“El pesimista ve la dificultad en cada oportunidad; el optimista ve la oportunidad en cada dificultad”. (Winston Churchill).
Optimista es la persona inclinada a ver el lado favorable de las cosas, y pesimista es la persona que prefiere ver y juzgar las cosas del lado más desfavorable.
La diferencia entre una actitud optimista y una pesimista es el enfoque con el que consideramos las situaciones y la diferencia para afrontarlas será nuestra fe en Dios y nuestra actitud.
Nuestra actitud la podemos cambiar y mejorar, debemos aprender a pensar en las nuevas oportunidades que se presentan y afrontar las dificultades. Superar las condiciones contrarias, las fallas, errores y contratiempos nos ayuda a lograr las metas y objetivos propuestos.
La Biblia dice: “Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, y tome aliento vuestro corazón”. Salmos 31:24
Entender el propósito y el plan que Dios tiene para nosotras nos dará la motivación y seguridad para vencer todo lo que se presente. Con optimismo, podemos enfrentar nuestras dificultades, estando firmes en medio de todo. (Jeremías 29:11)
Después de haber reflexionando sobre lo que una actitud positiva o negativa puede significar en nuestra vida, la pregunta sería, ¿Cuál prefiero que domine mi forma de pensar?
¡Hasta la próxima!

En diferentes tiempos hemos visto que la Comunión es importante y necesaria para el desarrollo de nuestra vida, así que podemos preguntarnos ¿cómo está mi relación con mi familia? ¿En realidad tengo buenas y verdaderas amistades? El tener comunión implica que pasemos tiempo con las personas para llegarnos a conocer, para saber cómo pensamos, para conocer nuestras debilidades y fortalezas con el propósito de ayudarnos cuando lo necesitamos.
Nuestra primera intención de comunión debe ser con nuestro Dios el Padre, con Jesucristo y con el Espíritu Santo, esto significa que pasemos tiempo con Él, orando, leyendo Su Palabra y adorándolo por lo que Él es.
Al tener comunión con Dios, nos damos cuenta de que Él no nos creó para que viviéramos en forma aislada y solitaria, fuimos diseñadas para vivir en comunión, porque esa relación nos da vida, ánimo y fuerza.
Te compartimos algunos “Propósitos de Dios para vivir en comunión” y puedes estudiarlos detenidamente.
– Si somos dos es más fácil (Eclesiastés 4:9-12)
– En tiempos difíciles siempre hay un amigo (Proverbios 17:17)
– Convives con gente que te bendice (Proverbios 18:24)
– Cuentas con la presencia de personas que te alientan, te desafían, te exhortan a ser mejor persona. Bajo los principios de la Palabra de Dios. (Hebreos 10:24-25)
– Encuentras gente que te guía, y saca lo mejor de tu vida. (Proverbios 13:20)
– Tu fe se hace fuerte y no te sientes sola. (Hechos 2:42-47)
Analicemos si nuestro estilo de vida está reflejando este principio cristiano de la comunión, y demos los pasos necesarios para hacer realidad en nuestras reuniones la belleza de una relación plena tal como Salmos 133:1 dice: “¡No hay nada más bello ni más agradable que ver a los hermanos vivir juntos y en armonía!” (TLA)
¡Que tengas una excelente semana! no olvides compartir esta reflexión.
#LunesDeReflexión #NuevaMujer #UnaVozdeDiosParaTi


Actualmente se habla mucho acerca del Consumismo y se dice que es uno de los grandes males de nuestra época.
El Diccionario de la Lengua Española define Consumismo como la tendencia inmoderada a adquirir, gastar o consumir bienes, no siempre necesarios.
El consumismo nos mueve a desear todo lo que vemos, nos hace creer la mentira de que es correcto comprar cosas que se salen de nuestro presupuesto, simplemente porque deseamos esas cosas, o porque están de moda, o porque nuestras amigas los compran. Seamos razonables, quizá a veces hemos caído en la tentación de hacer esas compras y luego nos hemos arrepentido o nos ha tocado sufrir las consecuencias de malgastar. Es necesario aprender a gastar con sabiduría.
Si creemos que estamos cayendo en este pecado del consumismo, examinemos nuestros motivos en oración y a la luz de la Palabra de Dios. ¡Una Nueva Mujer es buena mayordoma de lo que tiene!
“Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” 1 Juan 2:16-17
Muchas mujeres han encontrado la iglesia, un grupo, un lugar donde se juntan con otros a oír de Dios y se llega al conocimiento de que Dios me creó, pero generalmente surge la duda, ¿Para qué me creó Dios? ¿Cuál es el sentido de amar a Dios? ¿Para qué le conozco?
Dios en su infinita gracia orientó al ser humano a encontrar el sentido de la vida, en Génesis 1:26 hay una verdad para dar identidad al hombre y a la mujer “Entonces dijo Dios: hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree…” y así nos dio un destino, allí estábamos las mujeres dentro de ese plan perfecto para no perdernos en todo el transcurrir de nuestra vida.
Fuimos creadas a imagen y semejanza de Dios para señorear la tierra, para cuidar de toda la creación de Dios y esforzarnos para alcanzar la estatura del varón perfecto Cristo Jesús. No debemos vivir en una variación constante de emociones a veces, amargadas, duras, indiferentes, o unos días bien y otros días mal, e incluso hasta confundidas con nuestros pensamientos aun teniendo la Palabra de Dios como guía.
Una mujer con sentido en la vida es muy valiosa en una familia, una sociedad y una nación.
