VIVIR AGRADECIDA

Colosenses 3:15
“Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.”

Colosenses 3:15
“Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.”

Toda mujer, en las diferentes épocas de su vida, desea ser grande, aplaudida, reconocida, exaltada, premiada, condecorada, etc.; en fin, lo que desea es sentirse bien consigo misma y que otros vean lo bien que hace las cosas, o lo buena que es.
Las mujeres, a lo largo de su vida, desempeñan diferentes funciones y cumplen distintos papeles, sin embargo hay una función que muchas veces no se reconoce en toda su dimensión e importancia: ser Madre.
Cita un dicho: “Detrás de un gran hombre hay una gran mujer, y es la que con sus manos mece la cuna.”
Ella es la que ama incondicionalmente, es la que da todo, todos los días.
Hay un dicho que dice “No pierde la que se cae, pierde la que no se levanta”. Podemos ver las marcas, las cicatrices, que nos ha dejado la vida, tanto física como emocionalmente, y podemos decirle a otras personas “aquí está la marca”, pero no podemos permitir que esas marcas gobiernen o guíen nuestra vida.
Una gran mujer no se queda estancada, en lugar de quedarse estancada alimentándose por las marcas que le ha dejado ese mundo, recibe su sentido de vivir de la enseñanza que Dios da en Su Palabra, Su dirección.
La gran mujer no se deja marcar por este mundo, sino se deja marcar, sellar, cincelar por la verdad de Dios, siendo esta su inspiración y la norma que rige su vida, la brújula que le señala hacia donde seguir y así no perderse en el mar de ideas y confusión de este mundo.
Sabiendo que Dios no prometió días sin dolor, ni risa sin tristeza, ni sol sin lluvia, pero si prometió fuerza para tu día, consuelo para tus lágrimas, y luz para tu camino: “13 Yo soy el Señor, tu Dios, que te sostiene por la mano derecha y te dice: No tengas miedo, que yo te ayudo.” Isaías 41:13 versión RVC

Como que hubiera salido de una película del cine, recibes las peores noticias de tu vida, te informan: tu casa se quemó, te despidieron del trabajo, te robaron los carros que tenías… tu fondo de inversión hoy fue cancelado y disculpa que te lo diga ahora mismo, pero… tus hijos murieron en un accidente. Si pudieras estar delante de Dios en ese momento, ¿Qué le dirías?
Job recibió noticias como esas, (Job 1:14-19), pero la actitud de él fue: Job 1:20-22 “20 Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, 21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. 22 En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.”
Job era un adorador al límite, hasta el fin, sin embargo, Dios permite que Satanás atente contra todo lo que él posee.
Aunque parecía que todos los sufrimientos de Job fueran injustos, porque se le reconocía como un hombre perfecto, Dios desea mostrarnos que Su justicia no es como la nuestra, necesitamos confiar en Su soberanía.
Lee Hebreos 4:14-16 (NVI). ¡Nuestro REDENTOR VIVE y se compadece de nosotras!
Job cambió el ¿Por qué a mí? por ¡Enséñame!, y confesó: de oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven.
La vida de Job es un gran ejemplo para nosotras, él creyó hasta el final, aunque tuvo dudas sobre la justicia de Dios, él reconoció que Dios seguía reinando sobre todo. En ocasiones también nosotras tenemos dudas, el porqué de una enfermedad grave, una situación económica complicada, falta de empleo, pérdida de nuestros seres amados, etc. etc., pueden llevarnos equivocadamente a dejar de confiar en lo que Dios está haciendo, sin embargo, cuando el sufrimiento llega a nuestras vidas no debemos abandonar a Dios, sino acercarnos más, para que en nuestra comunión con Él, Su Consuelo y Fortaleza venga a nosotras, sin que lo entendamos o podamos explicar.
Oramos para que esta reflexión sea de edificación para tu vida. No olvides compartirla con otr@s.
#NuevaMujer #LunesDeReflexión #UnaVozDeDiosParaTi

“Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario.” Mateo 14:24
En estos tiempos, gracias al avance de la tecnología podemos tener un pronóstico del clima y saber detalles del tiempo, pero ¿qué sucede con nuestra vida espiritual? ¿Estamos preparadas para esos momentos difíciles? ¿Qué hacemos cuando tenemos que vivir o atravesar las tormentas en nuestra vida?
La vida en Cristo, tiene que ver con fe, la confianza transformadora en que Dios nos ayudará a recorrer el camino por donde andamos si somos obedientes a Su Palabra, es confiar en el poder de Dios antes que concentrarnos en las circunstancias.
Los discípulos se dieron cuenta, ya estaban en medio mar, lejos de tierra, con pocos recursos a su alrededor para solucionar su problema, en medio de una tempestad, con vientos contrarios, sin embargo, en medio de ese escenario aparece JESÚS caminando sobre las aguas. (Mateo 14:26), “ Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo.”
Pasar una tormenta lluviosa, a muchas nos causa diferentes emociones, miedo, angustia, etc., pero estar en medio de una tormenta de problemas puede aún ser más difícil, también podemos experimentar miedo, angustia, dolor, entre otros.
Muy diferente puede ser el panorama si tenemos a Dios en nuestro corazón, Él nos dará consuelo, fortalecerá nuestra fe y ha prometido no dejarnos ni desampararnos. (Deuteronomio 31:6)
No te rindas, que tu fe no decaiga, no te dejes inundar por las aguas, recuerda quien está de tu lado, aférrate a Jesucristo, confía y créele, Él calmará toda tormenta en tu vida, sigue avanzando, declarando Sus promesas, cantando alabanzas, himnos y salmos, no te detengas, ya que ninguna tormenta dura para siempre. 🙋♀️💜
Dios te dice: “¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!”
#NuevaMujer #LunesdeReflexión #UnaVozdeDiosParaTi #Mujeres


“Así que no se preocupen por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. Los problemas del día de hoy son suficientes por hoy.” Mateo 6:34 (NTV)
Muchas veces sucede que no vivimos en el presente, porque todavía estamos afligidas por el pasado, o por lo que alguna persona nos hizo, o por algo que nosotras hicimos, etc. Y aunque sabemos que ya hemos sido perdonadas seguimos cargando con ello, nos aferramos a un estado de ánimo, y no soltamos el pasado, o podría ser que por nuestra edad, pensamos que aún somos jóvenes y estamos comenzando nuestra vida, nuestro hogar, alcanzando nuevas metas, creemos que tenemos el mundo por delante y que nos falta mucho por vivir…
¿Estaremos vivas el día de mañana? Muchas veces ni aun conociendo un diagnóstico clínico, podemos saber con certeza cuándo llegará el final de la vida de alguien o el nuestro. Por tal motivo, es necesario que VIVAMOS, que dejemos atrás el pasado, y nuestras preocupaciones, angustias, temores, el pecado y nos rindamos a Dios para que siga perfeccionando Su obra en nuestra vida.
Dios nos ha dado talentos, capacidades, inteligencia, nos ha llenado de muchas bendiciones, una familia, padres, hijos, esposo, trabajo, amigas, una congregación, la libertad de asistir a UN GRUPO para compartir con otras mujeres y aprender de Su Palabra y lo más importante nos ha dado Salvación, esa salvación y esa esperanza que recibimos a través de creer en Jesucristo, Su Hijo.
Entonces, ¿por qué vivir preocupadas? Si Dios tiene el control absoluto de nuestras vidas, y Su Palabra nos confirma esta verdad.
1 Pedro 5:7 dice: “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”.
Dios es real, vive y está en medio de nosotras y quiere darnos vida y vida en abundancia.
¡VIVE! como una Nueva Mujer y sé de inspiración a otras mujeres, que ellas encuentren en nosotras fe en Dios, convicción, ánimo, exhortación, no todo lo contrario. Recuerda, ¡vive un día a la vez!