MI PAPEL COMO MUJER Y MADRE

Por: M.Th. Magda de Custodio

En el libro de Génesis encontramos el relato del momento en que Dios creó al ser humano, es decir “al hombre y a la mujer”, lee Génesis 1:26-28.

Es importante entender que, cuando en este pasaje del libro de Génesis dice hagamos al hombre”, se está usando la palabra hombre como sinónimo de “humano”, es por ello que en el versículo 27 lo dice en una forma más clara: “varón y hembra los creó.

Dios creó a cada mujer completamente preparada para toda buena obra, con sus atributos dados por Dios, bendita para sojuzgar, dominar, someter la tierra y su plenitud, y asimismo con todas las capacidades, dones, virtudes, aptitudes, para funcionar como seres pensantes, inteligentes, razonables, fuertes, etc. Tanto en lo físico, como espiritual y emocional, Dios creó nuestro ser con toda la capacidad para ser personas equilibradas.

Independientemente de su condición actual, desarrollada en lo que hace a diario, nos debemos ver como el ser humano que es parte del “maravilloso mundo creado por Dios”, donde seguirán las generaciones multiplicándose, y así ser parte de la continuación de la especie humana, pues la mujer está preparada para dar vida dentro de ella, es decir ser Madre.

Un principio que nos da identidad

Porque como fundamento sólido, como roca firme es el corazón de la mujer que guarda los mandamientos de Dios”.

Toda mujer tiene la responsabilidad de cumplir el mandato que leemos en Deuteronomio 11:13, “Si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a Jehová vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma”. Es necesario comprender que los mandamientos nos sirven para aprender a amar a Dios.La mujer que primero aprende a amar a Dios, tendrá un fundamento sólido como hija, como esposa, como madre, como profesional, como ciudadana. Y también será como una lámpara que ilumina el camino de sus hijos, pues con su ejemplo de vida les enseñará a amar y temer a Dios, de tal forma que logrará que ellos alcancen las metas más altas y tengan éxito.

La mujer preparada para toda buena obra

2 Timoteo 3:17 dice:“a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. En la función de madres tenemos que edificar nuestra casa, y hay un fundamento que debemos enseñar a nuestros hijos desde que son pequeñitos: “la verdad de la Escritura”, pues tenemos la promesa, dada por Dios, que así tendrán largura de vida.

En Éxodo 20:12 dice “12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.” Es muy importante grabar en la mente y corazón de nuestros hijos estas palabras, pues serán un fundamento importante para sus vidas:

  1. Obedecer a los padres
  2. Respetar a sus padres
  3. Sustentar a sus padres

En Efesios 6:2, el apóstol Pablo escribió: “Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.”

Vemos pues, que la tarea de una madre es grabar en su hijo el amor y el temor de Dios.

Para terminar, cada una de nosotras debemos entender que Dios es nuestro Creador y nos hizo con una identidad, no importando lo que otros digan, y que también tenemos un papel para hacer en esta vida, como mujer y como madre, construir y formar a nuestros hijos y esto no tiene precio. Porque como dijo el apóstol Pablo: “no que lo haya alcanzado todo, prosigo a la meta del supremo llamamiento”, haciendo la voluntad de Dios en mi vida, como mujer y madre, siendo parte activa de la Creación y de la historia.

Dios te bendiga.  ¡Feliz semana!

EL LIBRO DE LOS LIBROS, LA MUJER Y LA MODERNIDAD

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La identidad de la mujer está forjada de las cosas que la rodean, su contexto, la globalización. Tienes que hacer esto, debes vestirte así, estudiar esto, la moldea el pensamiento de sus padres, maestros, pareja, lo que el mundo dice. Sin embargo, aunque no todo es malo, es necesario que la mujer conozca las bases fundamentales que le hablan desde su origen. Estas bases son la Creación y la Biblia, las cuales hablan de Dios, su creador y formador.  Lee Salmos 19:5.

El Libro de los libros, la Biblia no es un libro que fue escrito para la época antigua, y ahora en este tiempo tan moderno ya no lo necesitamos, NO es así. La Biblia no tiene época, La Sagrada Escritura contiene la voluntad de Dios para el ser humano, hombre y mujer y sigue siendo actual.

En nuestra vida debe existir una balanza (imaginaria) donde colocamos los papeles o funciones que Dios nos asignó, versus los que los hombres nos empujan a vivir o bien, nuestra propia opinión, para que haya equilibrio en lo que sabemos con lo que hacemos.

En Efesios 4:14 leemos, para que ya no seamos niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del error;”  

 ¿Cuál es el problema actual? Tener el Libro de los libros en nuestra biblioteca, pero afuera de nuestro ser.

La modernidad me dice: ve al Google, mira esto, le funcionó bien a… Sin embargo, ¿Qué nos dice nuestro código de conducta?  No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal; Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesos.” Proverbios 3:7-8  

 Debemos aprender a amar la Palabra de Dios, a grabarla en nuestro corazón (mente), así como la lluvia me puede empapar, así debo de empaparme de la verdad de Dios. Eso me ayudará a reflejar la imagen de Dios y la vida de Jesús en mí.

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NUESTRA CONDUCTA INFLUENCIA A OTROS

MI CONDUCTA

En Filipenses 3:6b, el apóstol Pablo escribió: “En cuanto a la justicia que es en la ley irreprensible”; que nuestra conducta en cada situación de nuestra vida, sea la correcta y vaya en aumento, que logremos ser irreprensibles en la ley de Dios.

El corazón se inclina al mal, esa es nuestra verdad como seres humanos, hablamos de malas conductas, de amoralidad en el corazón desde que desobedeció la voz de su creador. (Génesis 8:21)

La mujer que ha entrado al camino de Dios, con el poder del Espíritu Santo puede ser transformada a la imagen y semejanza de Dios en todo, y especialmente lo que sale del corazón, la conducta.

Nuestras normas de conducta moral, deben estar regidas por el código de Dios, la Biblia. El código de Dios nos dice cómo comportarnos para ser consideradas respetables y aceptas delante de Dios y de los hombres. Los valores y la verdad de Dios son normas de conducta, su actuación y desenvolvimiento deben ser alineados a una ética moral-cristiana como una guía correcta de vida.

Levítico 19:1-2, nos dice que somos llamadas a ser santas, apartadas de toda iniquidad de la vieja manera de vivir. 1 Pedro 3:2-5, nos llama a ser cuidadosas con nuestro corazón, con nuestro interior y con nuestro cuerpo, nos es necesario revisar que nuestro vestir interno y externo sea casto.

Es necesario que la santidad y la pureza, a que hoy hemos sido llamadas por Dios, vayan conforme a lo que Dios nos pide. La Palabra de Dios aplicada correctamente, se convierte en valores y principios que norman la conducta, moldean la vida y la transforman.

Tenemos el poder para ser mujeres de buen testimonio y ser buena influencia para los que nos rodean (familiares, amigos, vecinos, compañeros de estudio, trabajo). 🙋‍♀️💜

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