RECONOCE LA PRESENCIA DE DIOS EN TU VIDA
Por: Licda. Susy de Aldana
Cuando vemos un hermoso bosque, la grandeza del mar, las innumerables estrellas o el inmenso cielo nuestros ojos se deleitan, pues disfrutamos de la hermosa creación y en ese momento nos resulta fácil reconocer que hay un Creador Maravilloso y Todopoderoso capaz de crear tanta belleza.
Como dijo el apóstol Pablo que no tenemos excusa para cambiar la gloria de Dios. Lee Romanos 1:20 RVC
Dios sigue siendo el mismo, sin importar en qué caminos nos lleve Él no cambia, Dios es Santo, poderoso, majestuoso y si nosotras lo reconocemos Él ha prometido que enderezará nuestras sendas. Lee Proverbios 3:6 RVC
AGRADECER SU INTERVENCIÓN EN TODO
Debemos reconocer y agradecer su intervención en todo lo que tenemos o poseemos, pues a veces, cuando nuestro ego es grande, llegamos a creer que lo que tenemos es porque lo merecemos, o creemos que viene por inercia o de manera natural a nuestra vida.
Leamos lo que escribió el rey David “Yo declaro, Señor, que tú eres mi dueño; que sin ti no tengo ningún bien.” Salmos 16:2 RVC
David reconocía que absolutamente todo proviene de Dios, y que toda la humanidad le pertenece: “Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo, y de él somos. Somos su pueblo. ¡Somos las ovejas de su prado!” Salmos 100:3 RVC
Tenemos que reconocer que todo lo que somos, esposa, madre, emprendedora, ama de casa, profesional, en cada labor que desempeñamos, en los triunfos y victorias alcanzadas, en los sueños y anhelos hechos realidad, no lo hemos obtenido por nuestras propias fuerzas, sino reconocer que es Dios actuando en nosotras y que Él nos ha hecho una criatura nueva, una Nueva Mujer.
Debemos reconocerlo, darle la Gloria, la honra, la alabanza. Que en nuestro corazón haya acción de gracias, que tengamos presente que es por Su amor, Su favor y Su misericordia que vivimos y que hoy podamos estar reunidas para seguir exaltando Su Nombre.
Para finalizar, supliquemos a Dios que abra nuestros ojos y que nos mantengamos en comunión con su Espíritu Santo, para poder reconocerle en todo momento y en todo lugar.
El Salmo 103 nos exhorta a no olvidar que todo lo que recibimos proviene de Él y que debemos bendecirlo. Leamos estas palabras del Salmista:
“Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila.”
Oramos para que la Palabra de Dios edifique tu vida, ¡no dejes de compartir esta publicación!
#NuevaMujer #LunesDeReflexión #UnaVozDeDiosParaTi #Fe #Mujeres




