FIDELIDAD Y MISERICORDIA

fidelidad y misericordia de dios

“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.” Lamentaciones 3:22-23

Muchas veces utilizamos las palabras “Dios es Fiel” sin entender y conocer el verdadero significado de estas palabras. Lo que sucede es que nos hemos acostumbrado a usar esta expresión como un saludo o como una simple expresión de nuestro diario vivir.
FIDELIDAD DE DIOS: La palabra Hebrea para fiel, puede traducirse al español como “Firme, Constante”.
Ser fiel es uno de los atributos de Dios. En Hebreos 13:5-6 Él hace énfasis en que no nos dejará, ni nos abandonará, porque sin importar la situación que estemos viviendo, El allí estará.
MISERICORDIA: La palabra hebrea que se traduce como misericordia también significa “pacto de amor” o “amor fiel” y está muy unida al concepto de “compasión”.
Entonces cuando sientas que estas a punto de perder la esperanza, recuerda que las misericordias de Dios están muy cerca de Ti, y que Él tiene compasión de ti porque su amor hacia ti es un amor fiel.
“Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias;” Salmo 103:3-4
Dios siempre permanece Firme y Constante; Él nunca cambia, Él nunca te dejará, Él nunca cambiará sus promesas y su pacto.
La misericordia de Dios para con nosotras nunca, nunca disminuye, sino que, aunque la misericordia del día de ayer se terminó… la misericordia para el día de hoy es completamente nueva y abundante porque su fidelidad hacia nosotras es grande, mucho más grande de lo que podemos entender… Dios siempre tendrá misericordia de nosotras porque “Dios es Fiel”.
Demos gracias a Dios porque en nuestras vidas hemos podido experimentar siempre Su Fidelidad y la seguiremos experimentando. Amén.

QUE NADA TE DETENGA

QUENADATEDETENGA

 

Cuando iniciamos un nuevo proyecto, casi siempre vamos a tener, dudas, inseguridad, lucha con nuestra capacidad e identidad. Estamos en el segundo mes de un nuevo año, posiblemente escribimos nuestras metas, lo que queremos realizar, nuevos retos, etc. Y se nos cruza por la mente el mismo pensamiento que tuvo Moisés “¿Y quién soy yo para…?”

Éxodo 3:11:  “…¿Y quién soy yo, para ir ante el faraón y sacar de Egipto a los hijos de Israel?

Historias y libros se han escrito de personajes que se enfrentaron también a lo mismo que nosotras (Moisés, Abraham, Gedeón, Ester, Pablo, Pedro, entre otros), eso debe inspirarnos, pues cuando caminamos haciendo lo que Dios nos pone por delante, cumpliendo Su voluntad, también tenemos Su provisión, pues no se trata de quiénes somos nosotras, sino se trata de quién es Él, y Él es todo lo que necesitamos.

Tómate un tiempo y piensa: ¿Tienes algo nuevo para hacer? ¿algún llamado, una nueva misión o responsabilidad delante de ti?

La exhortación sigue siendo la misma: “Así que, hermanos, sed tanto más diligentes para hacer firme vuestro llamado y elección de parte de Dios; porque mientras hagáis estas cosas nunca tropezaréis;” 2 Pedro 1:10 LBLA

NO PONGAMOS EXCUSAS, y que nada nos detenga, dispongámonos a dejar nuestra zona de confort, nuestra comodidad, cobremos ánimo, en este nuevo año, veamos cada reto como la oportunidad de crecer, de progresar, de seguir aprendiendo, de extendernos en servicio, de ser ejemplo para otras.

Emprendamos lo que se nos está asignando, pidámosle a Dios Su dirección y guía, tengamos siempre un tiempo de oración y con una actitud humilde hagamos todo con excelencia sabiendo que cualquier tarea por muy grande o pequeña que sea es importante en Su reino, tiene un propósito y dará fruto en nuestra vida.

 

NUESTRA CONDUCTA INFLUENCIA A OTROS

MI CONDUCTA

En Filipenses 3:6b, el apóstol Pablo escribió: “En cuanto a la justicia que es en la ley irreprensible”; que nuestra conducta en cada situación de nuestra vida, sea la correcta y vaya en aumento, que logremos ser irreprensibles en la ley de Dios.

El corazón se inclina al mal, esa es nuestra verdad como seres humanos, hablamos de malas conductas, de amoralidad en el corazón desde que desobedeció la voz de su creador. (Génesis 8:21)

La mujer que ha entrado al camino de Dios, con el poder del Espíritu Santo puede ser transformada a la imagen y semejanza de Dios en todo, y especialmente lo que sale del corazón, la conducta.

Nuestras normas de conducta moral, deben estar regidas por el código de Dios, la Biblia. El código de Dios nos dice cómo comportarnos para ser consideradas respetables y aceptas delante de Dios y de los hombres. Los valores y la verdad de Dios son normas de conducta, su actuación y desenvolvimiento deben ser alineados a una ética moral-cristiana como una guía correcta de vida.

Levítico 19:1-2, nos dice que somos llamadas a ser santas, apartadas de toda iniquidad de la vieja manera de vivir. 1 Pedro 3:2-5, nos llama a ser cuidadosas con nuestro corazón, con nuestro interior y con nuestro cuerpo, nos es necesario revisar que nuestro vestir interno y externo sea casto.

Es necesario que la santidad y la pureza, a que hoy hemos sido llamadas por Dios, vayan conforme a lo que Dios nos pide. La Palabra de Dios aplicada correctamente, se convierte en valores y principios que norman la conducta, moldean la vida y la transforman.

Tenemos el poder para ser mujeres de buen testimonio y ser buena influencia para los que nos rodean (familiares, amigos, vecinos, compañeros de estudio, trabajo). 🙋‍♀️💜

#NuevaMujer #LunesDeReflexión #UnaVozDeDiosParaTi #Conducta

LA CARRERA DE LA FE

la carrera de la fe

 

La carrera de la vida en Cristo requiere de un gran esfuerzo, una entrega y sobre todo un gran compromiso con lo que quieres y contigo misma. En la carrera lamentablemente no hay atajos ni podemos hacer trampa.

Muchas se dan por vencidas antes de lograr lo que quieren en el Señor ¿A cuántas has conocido que ya no quieren saber nada de Dios?

La vida es un desafío, un reto, cada una hemos atravesado por problemas. La adversidad cansa, pero es el obstáculo que tenemos que vencer para llegar a la meta. No hay esfuerzos estériles, todos tienen su recompensa.

“Esfuérzate y sé valiente, no temas ni desmayes.” Josué 1:9

En el mundo podemos ver carreras y notamos a todos los participantes compitiendo entre ellos para ver quien llega primero. Pero, en la carrera de Cristo no se trata de competencia, sino de AYUDA al que se está rezagando, levantar al que cae, animar al cansado para que todas podamos llegar a la meta. Podemos ver a las demás participantes con indiferencia o ayudarlas y levantarlas. Si vas bien en la carrera, ¡¡GLORIA A DIOS!! Pero sigue ayudando a otras para que junto a ti lleguen a la meta. “Por eso, anímense y edifíquense unos a otros, tal como lo vienen haciendo.” 1 Tesalonicenses 5:11.

Es muy probable que en este 2019 hayas enfrentado situaciones difíciles, te hayas agotado o hayas querido dejar la carrera. Pero sabes algo, Cristo mismo nos ayuda a llegar a la meta.

Si necesitas dar ese esfuerzo extra, no estás sola, Él te dará las fuerzas, es una promesa que está en Su Palabra. Isaías 40:29 dice: “El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna.

¡Disfruta de la carrera lo más posible! “Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe…” (Hebreos 12:2)

#NuevaMujer #LunesDeReflexión #UnaVozDeDiosParaTi #Fe

PERSUACIÓN

persuación

Persuadir es inducir, motivar o impulsar a alguien (por medio del razonamiento) a creer en algo, o a hacer algo. Los cristianos estamos llamados a convencer, a persuadir a aquellos que todavía no han creído en Jesucristo llevándoles el mensaje de salvación y vida eterna en Cristo Jesús para sus vidas.

Es obvio que para tener la libertad de hablarle a otras personas de Cristo y para poder persuadirlos que necesitan reconocer a Jesucristo como Señor y Salvador, primero necesitamos estar totalmente persuadidas nosotras, así como conocer de lo que estamos hablando.

Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.”  2 Timoteo 3: 14-15

El argumento más impactante para persuadir a alguien sobre el mensaje de Dios, es que vea mi vida transformada.

Entonces, ¿por qué en lugar de enseñar a otros no te enseñas a ti mismo? Tú le dices a la gente que robar no está bien, pero robas.   Dices que no se debe cometer adulterio, pero cometes ese pecado. Dices que detestas a los ídolos, pero entras a los templos a robarte esos ídolos.  Te sientes muy orgulloso de decir que conoces la ley de Dios, pero deshonras a Dios cuando no la cumples.   Por eso está escrito: «Los que no son judíos insultan a Dios por culpa de ustedes». Romanos 2:21-24 PDT

Ciertamente, sería muy difícil encontrar a una cristiana o cristiano que sea “perfecto”, hasta el apóstol Pablo decía que él no lo había podido lograr, pero que seguía trabajando en su vida para lograrlo. (Filipenses 3:12)

Por eso, a pesar de nuestras imperfecciones, es necesario que cada día nos ocupemos en vigilar nuestros pensamientos, actitudes y acciones para que nuestra vida demuestre que realmente hemos creído en Dios y que Él sí puede cambiar a las personas.

Nosotras somos embajadoras de Cristo, por lo tanto es necesario que cuando le hablemos a otras personas, nos detengamos y pensemos antes de hablar. No intentemos “imponerles” nuestra fe en Cristo porque de esta forma probablemente vamos a encontrar rechazo. Es mejor que primero escuchemos sus necesidades y luego les hablemos de cómo en Jesús nosotras encontramos la paz y una nueva vida.

Esforcémonos para que cada día “Cristo crezca en mí” y así mi vida sea un testimonio efectivo que respalde a mis palabras cuando le hable de Cristo a otras personas.