FE
RUT, UNA MUJER LEAL Y FIEL
RUT, UNA MUJER LEAL Y FIEL
Por: Cindy Argueta de Pérez
El libro de Rut en la Biblia, es una historia que contiene muchas clases de emociones humanas, desde el dolor más desgarrador hasta una gran felicidad.
En aquellos días gobernaban los jueces y hubo hambre en toda la tierra de Israel. Un varón de Belén de Judá se fue a vivir a los campos de Moab, con su mujer y sus dos hijos. Israel, a pesar de haber sido escogido y bendecido por Dios, estaba pasando por un tiempo caracterizado por la confusión, anarquía e infidelidad para con la Ley de Dios. Se olvidaron de Dios, y había una terrible hambruna y sequía, por lo cual era un tiempo de desesperación.
Leamos Rut 1:3-5 y notemos lo que sucedió:·
Muere Elimelec en Moab, dejando a Noemí viuda con la responsabilidad de sus dos hijos: Mahlón y Quelión.
Sus hijos se casan con unas moabitas, lo cual no era bien visto en ese tiempo, por la diferencia de creencias.
Mahlón se casa con Rut, y Orfa se casa con Quelión.
· Mueren Mahlón y Quelión, dejando a Rut y Orfa viudas.
· Ninguno de ellos tuvo hijos. Por lo tanto, había 3 mujeres viudas, sin hijos y sin tierras, totalmente desamparadas.
Como una analogía de lo que a veces nos sucede, salir de Israel para ir a Moab, representa hacer las cosas a mi manera, pensar que Dios no se está haciendo cargo de mi situación y por lo tanto siento que debo ayudar a Dios. En este momento es bueno que reflexionemos en estas preguntas: ¿hay momentos en tu vida en que te sientes desesperada y piensas que debes hacer algo que probablemente no es del agrado de Dios? ¿será esa la mejor solución o salida para tu vida? ¿ya consideraste las posibles consecuencias de actuar de esa manera? La Biblia nos enseña una manera mejor de enfrentar nuestras ansiedades y preocupaciones:“
Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes.” 1ª. Pedro 5:7 (Nueva Traducción Viviente)
Cuando enfrentamos alguna dificultad, llega el momento de tomar decisiones. Las tres viudas no tenían descendencia, no tenían quien proveyera alimentos para ellas y probablemente podrían morir. Noemí escuchó que la sequía había terminado en Israel, e inmediatamente pensó en volver. Ahora ella regresaba dejando a su marido y a sus hijos enterrados en Moab. Sus nueras inician el viaje de vuelta con Noemí, Orfa se despide y decide regresar. Rut expresa su firme propósito de quedarse con ella, mostrando su lealtad. Rut 1:16-17
Noemí comprendía la soberanía de Dios y no se alteró su fe, su compromiso para con Dios. Para Rut la decisión implicó pensar más allá de sus intereses, pues conocer al Dios de su suegra la hizo querer salir de Moab, y mantenerse siendo fiel, actuando siempre con respeto hacia Noemí, aunque eso significara convertirse en una viuda extranjera. Después de la dificultad, cuando viene la desesperación y no vemos salida, es nuestro momento de decidir. ¿Cuál será nuestra decisión? ¿Quién la guiará?
En la Biblia leemos: “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.” Salmo 143:10LA
SALVACIÓN
Rut halló gracia ante los ojos de Booz, aun siendo extranjera, porque él había escuchado de su extraordinaria fidelidad para con Noemí y los sacrificios que hizo para volver a esta tierra.
Booz aceptó ser quien la rescatara y redimiera. Rut y Booz se casaron y el Señor pronto les bendijo con un hijo.
De esa manera es como Rut, una mujer moabita aparentemente destinada a sufrir, que se alejó de su pueblo, pero que actuó con lealtad y fe al llegar como extranjera a la tierra de Israel, llegó a ser madre de Obed, abuelo del rey David y por tanto Rut fue su bisabuela. A veces intentamos recuperarnos con nuestras propias fuerzas. Rut intentó arreglar su situación. Se puso a trabajar, fue capaz y diligente, pero la redención, la salvación, no dependió de ella, su redención vino de Dios; ella pudo haber decidido quedarse en Moab, que era lo más fácil, sin embargo, la buena decisión de Rut la llevó a una redención grandiosa, más allá de lo que ella podía lograr con su esfuerzo. Su decisión cambió su historia y la de sus futuras generaciones. De la misma manera nuestras decisiones pueden cambiar la historia, nuestro futuro.
Para finalizar, en nuestra vida diaria se está tejiendo eternidad, Dios quiere ser nuestro redentor, nuestro salvador. No importa que esté sucediendo ahora, no importa si creemos estar en el peor momento de nuestra vida, o si hemos recibido noticias no muy esperanzadoras, no nos alejemos de Dios. Decidamos acercarnos y rendirnos con la certeza de que Dios puede cambiar “de repente” toda nuestra historia y la de nuestras generaciones.
«Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.” Efesios 3:20-21
Dios te bendiga ![]()
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LA VIDA
LA VIDA
Por: Licda. Eunice Sabaján de Calderón
El ser humano siempre ha buscado respuestas sobre el origen de la vida en diferentes lugares. Las diferentes culturas cuentan historias distintas sobre la creación del hombre, las diferentes religiones también tienen sus propias creencias sobre la creación del hombre, pero en todas son los dioses quienes le dan vida al hombre. En Génesis 2:7 dice: “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.”
Es impresionante que no dice que Dios creó una figura, o un muñeco, o un cuerpo, sino dice: Dios formó al hombre, esto significa que Dios sopla vida, le da Su aliento al hombre y el resultado es magnífico, la suma del barro y el aliento de Dios conforman la vida.
Dios creó al hombre a Su imagen y semejanza, que varón y hembra los creó, y que los puso a señorear sobre toda la creación. Es hermoso considerar la capacidad que el Creador le concedió al hombre al dotarlo de vida. Génesis 1:26-27
¿QUÉ ES UNA VIDA PLENA?
Si el Creador le ha dado Su vida a la persona, ¿a qué se refiere vivir una vida con plenitud? Según una encuesta hecha por una multinacional en el año 2016, las personas tienen diferentes conceptos de lo que significa “vivir plenamente”. La mayoría piensa que la familia es el elemento clave para vivir una vida plena. Otros mencionaron que el dinero y el tiempo son importantes. Y lo más importante que las personas quieren para sus hijos es la salud. Dios quiere que seamos llenos de toda Su plenitud y esto está ligado a recibir, experimentar y comprender el amor de Cristo. (Lee Efesios 3:14-20)
La plenitud de la vida se experimenta a través de Cristo, el amor de Dios nos lo permite. Colosenses 2:10 dice: “y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.”
¿ES LA MUERTE EL FINAL DE LA VIDA?
La muerte se considera el final de la vida, el primer ser humano fue creado con la oportunidad de disfrutar una preciosa vida si permanecía en obediencia a Dios (Génesis 2:15-17), pero la desobediencia trajo consecuencias a la humanidad. La muerte es lo opuesto a la vida, humanamente se refiere a que la vida se ha apagado. El hombre se ha esforzado por aumentar la esperanza de vida, y la ha mejorado en calidad y posiblemente en algunos años más, pero sólo Dios conoce nuestro final. Dios es tan bondadoso que se extiende al hombre, y no ha sido su deseo que el hombre perezca, sino más bien le presenta un precioso regalo. Lee Romanos 6:23
Lo que el hombre merece es la muerte debido al pecado, pero el regalo que Dios otorga es la vida eterna en Cristo Jesús: “Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo”. Lee 1ª Juan 5:10-13
El Evangelio de Juan dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16). En la Biblia encontramos muchos pasajes que nos dicen que Jesucristo es la vida eterna, por ejemplo: Juan 17:3; 1ª Juan 5:13
La misericordia de Dios y Su favor se extiende a todos, el Señor nos muestra toda su clemencia para vida eterna a través de Jesucristo. (1 Timoteo 1:16, Romanos 5:21, Ezequiel 18:32, 1ª Juan 5:20). Y entonces nace la siguiente pregunta: ¿Qué puedo hacer para alcanzar la misericordia de Dios?
Lee Romanos 10:8-13.Para los que creemos en el Señor Jesucristo la muerte no es el final de la vida.
Para finalizar, recibamos ese precioso regalo con fe, no importa lo que hemos vivido, ni lo que hayamos hecho, Dios nos lo ha entregado a través de Su Hijo Jesucristo. Veamos a las personas y a nosotras mismas a través de esta gran misericordia que tiene que ver con el sacrificio de Cristo.
Ora, creo en mi corazón y confieso con mi boca que Jesús es el Señor, que Dios le levantó de entre los muertos. Recibo la preciosa dádiva de Dios para mi vida con gratitud. Amén. ![]()
Dios te bendiga, Nueva Mujer ![]()
LA ESPERA
LA ESPERA
Por: Brenda de Orellana
¡Qué difícil es esperar!, de alguna manera todas hemos tenido esa experiencia. A veces nuestra vida se torna difícil cuando la respuesta a esa espera no llega y seguimos expectantes por lo que sucederá. Algunas desistimos de la espera y dejamos de confiar, porque queremos respuestas rápidas.
En Isaías 40:31 leemos: “pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”.
Algunos comentarios bíblicos hacen notar que “esperar,” está relacionado con la paciencia, la fe y la esperanza, que como creyentes debemos tener para alcanzar lo que anhelamos.
Cuando nosotras oramos con paciencia, fe y esperanza, aprendemos a dejar en las manos de Dios, lo que está pasando o lo que necesitamos, reconociendo que Él es un Dios soberano y que tiene el control de todo, en lugar de angustiarnos retorciendo nuestras manos o quejarnos con alguien.
En la Biblia encontramos muchas historias de grandes hombres y mujeres que tuvieron que esperar en Dios, no horas o días, sino años, para poder recibir la respuesta a lo que tanto anhelaban, estos personajes son un claro ejemplo de que lo que Dios ha prometido a nuestra vida, Él lo va a cumplir, y que no importa el tiempo que estemos atravesando, lo que debemos hacer es confiar y acudir a Él, ya que Él tiene todo en Sus manos y Dios es bueno.
Uno de estos grandes ejemplos es Sara, su historia es muy conocida por nosotras, de alguna manera la hemos escuchado; la Biblia nos narra que Sara no podía tener hijos, ella experimentó una de las más duras situaciones que le puede pasar a una mujer, Génesis 11:30; en su angustia y dolor no se pudo contener y permitió que lo que estaba sintiendo tomara el control de lo que Dios más adelante ya tenía resuelto, si Sara únicamente hubiera podido esperar en Dios, su vida hubiera sido diferente. Génesis 21:2
También en Hebreos 11,la Escritura nos presenta una lista de hombres y mujeres que esperaron el cumplimiento de la promesa de Dios, y son reconocidos como héroes de la fe, sin embargo, es muy importante darnos cuenta de que en ese mismo capítulo, en el versículo 13 dice:“Conforme a la fe murieron todos estos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra”.
Entendemos que este versículo nos muestra que, no todos recibieron lo que esperaban aquí en la tierra, pero, sí estaban seguros de que Dios les tenía algo mucho mejor, una patria celestial.
Lamentaciones 3:25-26 dice:“Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca. 26 Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová”.
Dios usará nuestra espera para que crezcamos en Él, y para poder hacerlo, necesitamos orar y alimentarnos de Su Palabra constantemente, sólo así nuestra fe va a crecer y podremos esperar en Él sin desesperarnos.
Dios te bendiga.
AMOR ES…
Por: Licda. Betty de Herrera
Hace muchos años los jóvenes y las chicas intercambiaban unas tarjetas que empezaban con esta frase “Amor es…” y a continuación describían una actitud o una acción con la cual la otra persona se sentiría amada.
Cuando leemos la Biblia también encontramos esta frase “El amor es…”. Leamos 1ª. Corintios 13:4-7 y allí podemos aprender “qué es” y “qué no es” el amor.
Muchas veces hemos escuchado o leído este pasaje de Corintios, pero tendemos a aplicarlo al amor que existe entre un hombre y una mujer en el matrimonio, sin embargo, también se aplica al amor que debemos profesarnos unos a otros como discípulos de Cristo. Este pasaje es una definición del amor que Dios espera que tengamos entre nosotros, pues, aunque constantemente decimos “te amo”, también constantemente nos enojamos o irritamos unos con otros.
1. El amor es paciente
En este contexto, cuando se habla de que el amor todo lo “soporta” no está hablando de soportar ser lastimadas física o mental o emocionalmente, sino se está refiriendo a ponernos en el lugar de la otra persona y tratar de comprenderla, también se refiere a darle apoyo, aliento, auxilio o sustento, como cuando le imploramos a Dios que Él nos “sostenga” con su amor.
Dios muestra su paciencia para con nosotros por amor, en 2 Pedro 3:9 dice que: Dios no retarda su promesa de volver pronto, sino que Él es paciente porque Él no quiere que nadie sea destruido, sino que todos cambien su vida y dejen de pecar.
2. El amor es bondadoso
Bondadoso es la cualidad de ser bueno. Sin embargo, no hay nadie que de sí mismo pueda ser bueno. Recordemos el pasaje en donde un joven llama a Jesús Maestro Bueno. Leamos Marcos 10:18 PDT “Jesús le contestó: ¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno.” Esto nos aclara que la bondad es una cualidad o virtud que solamente le pertenece a Dios y solamente Él se la puede conceder a aquellos que le aman y le obedecen.
El amor es bondadoso porque desinteresadamente elige hacer lo que es bueno para la otra persona. La bondad también es parte del “fruto del Espíritu” en la vida del cristiano.
Dios es el mejor ejemplo de bondad que un cristiano puede tener. Recordemos que antes de la venida de nuestro Señor Jesucristo estábamos espiritualmente muertos por causa del pecado, pero Él nos mostró su inmensa generosidad siendo bondadoso con nosotros al enviar a Jesucristo, pues en Él nos concedió perdón y el don de la salvación. Leer Efesios 2:5-8
3. Dios es amor
Para Dios es tan importante el amor porque Dios es amor. Esto lo dice la Biblia en 1 Juan 4:8 “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.”
Leamos Mateo 22:37-40. En este pasaje el Señor Jesucristo dijo que toda la ley y los escritos de los profetas se resumían en dos mandamientos, amar a Dios con todo el corazón, el ser y la mente, y amar al prójimo como a uno mismo.
Una persona puede amar a otra en la medida que se ama a sí misma. El amor a sí mismo es una característica del ser humano, pues es difícil pensar que una persona desee hacerse daño a sí misma, y por eso Jesús nos manda amar al prójimo como a nosotros mismos.
Para terminar, el amor es paciente porque acepta, comprende, respeta, apoya y sostiene a la persona que ama; y es bondadoso porque amable y generosamente siempre elige hacer lo bueno para la persona amada.
Cada una de nosotras somos una “Nueva Mujer en Cristo”, y esto nos compromete con El Señor a amar al prójimo y amarnos unas a otras de la misma manera que Cristo nos amó.
Antes de ser apresado, Jesús dijo que todo el mundo se dará cuenta de que somos seguidores de Cristo si nos amamos los unos a los otros (Juan 13:35)
Amemos y cuidemos al prójimo, y especialmente busquemos hacer lo que es de beneficio para él o ella.
¡Que Dios te bendiga grandemente! 💜🤗
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