…PAZ

 

«Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.» Juan 16:33

Lo que Jesús habló y quedo registrado en la Biblia, son palabras de confianza y de seguridad. Él dijo lo que les he hablado ha sido para que en mí tengáis paz. Tu paz no esta en el este mundo, ni en el éxito, ni en tus negocios, ni en tus posesiones, ni en tu familia, ni en tus amigos y ni siquiera en el país de donde eres o donde vives.

La aflicción no solamente viene del mundo, sino que al mirar dentro de nosotras, descubrimos que aún nuestro corazón es engañoso sobre todas las cosas.

¿Hay esperanza entonces para ti? Por su puesto, Jesús también dijo: “Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.”

Su mano se extiende como se extiende para recoger a Pedro cuando se hundía en el mar y esta promesa es para ti. Hoy a pesar de la aflicción confía y ten PAZ.

¡¡Que tengas una bendecida semana y un buen descanso.!!

#LUNESDEREFLEXION

paz

DELÉITATE

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Es tan fácil perder lo esencial en medio de un mundo acelerado. Es tan fácil olvidar lo realmente importante. Es tan fácil obviar las promesas más reales.

Cuando dejas de lado aquello que amerita tu atención, es muy probable que se escapen las respuestas a todas tus peticiones. Dios ha estado allí queriendo bendecirte mucho más de lo que te ha bendecido; pero tus muchas actividades, tal vez, te han llevado a un caos existencial, o sencillamente has dejado lo importante de lado. Una vida de deleite en Dios significa estar íntimamente relacionado con el Padre Creador de todo lo que existe. Es el resultado de un corazón rendido a Dios.  Es estar segura que puedes encontrarte con ÉL cada día. El deleitarte en Dios te lleva en una aventura de experimentar más profundamente la presencia de Dios en tu vida. Sabrás entonces, los anhelos profundos de tu ser pueden ser alcanzados porque Dios mueve su mano para hacerlo realidad. Puedes confiar ciegamente en Dios, en Su provisión.

» Deléitate en el Señor,
y él te concederá los deseos de tu corazón.

Entrega al Señor todo lo que haces;
confía en él, y él te ayudará.»

Salmos 37:4-5 NTV

 

Oramos para que tengas una semana bendecida, y recuerda que las que estamos en CRISTO somos una NUEVA CRIATURA,

¡Somos Nueva Mujer!

…POSIBLE PARA DIOS

Buen día, te compartimos esta pequeña reflexión, y oramos para que se haga una realidad en tu vida.

La palabra IMPOSIBLE no pertenece al vocabulario sobrenatural, sino al natural. Es una confesión de la incapacidad humana para ver más allá de las circunstancias. En cambio, «Jesús dijo:
—Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios.» Lucas 18:27. PDT
De modo que nuestra visión y percepción de las cosas cambia cuando las vemos a la luz de la gracia de Dios.

Ante el asombro de losdiscípulos por la sanidad de un epiléptico, Jesús afirma lo siguiente en Mateo17:20 «…Les digo la verdad: si su fe fuera tan sólo como un grano de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Muévete de aquí para allá”, y esta se movería. Nada les sería imposible.»

LA FE el recurso fundamental para hacer posible lo imposible. Una fe que cree y actúa.

¡Créele a Dios que se hará conforme a su voluntad!

#LUNESDEREFLEXIÓN #NUEVAMUJER

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PROSPERIDAD

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El tema de la prosperidad ha sido interpretado de diferentes formas y desde distintos puntos de vista, puesto que es un tema que se presta para darle diferentes interpretaciones:

  • En algunas oportunidades dan una hiper esperanza de riqueza a las personas.
  • En otras oportunidades, por el contrario, llaman “prosperidad” a la ausencia de algún bien material unida a la abundancia de la espiritualidad.

Pero ¿qué dice la Biblia que es la Prosperidad? 

Compartimos el pensamiento de Agur, el autor de proverbios capítulo  30

 Leamos los versículos 7-9

7 Dos cosas te he demandado; No me las niegues antes que muera:

8 Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí;

No me des pobreza ni riquezas; Mantenme del pan necesario;

9 No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios.

De Agur, el autor de este capítulo, no se sabe mucho, excepto por lo que se dice de él en el versículo uno. Sin embargo su estilo, la forma en que escribe e interpreta los tiempos y la mente de la humanidad, nos ayuda a comprender que es necesario mantener el equilibrio, el balance, en la vida cotidiana del hombre.

La pobreza tiene que ver con la ausencia de bienes materiales, tal y como es enfocada en este pasaje, y obviamente, tampoco es el camino a la santidad, por el contrario, la mente del hombre puede llevarlo a cometer actos reñidos con la ley como el robo y lo peor puede llevarnos a renegar, a maldecir, a echar pestes contra Dios por el estado de pobreza.

La pobreza es un estado económico, que según este proverbio podría dañar nuestra relación con Dios, o que podría alejarnos de Dios, a menos que nosotros  seamos personas prósperas.

Oigan bien: no dije personas ricas, sino que estoy hablando de personas prósperas.

Dios no quiere que seamos pobres, sino Dios quiere que seamos personas prósperas.

Proverbios 28:25 dice: El altivo de ánimo suscita contiendas; Mas el que confía en Jehová prosperará.

El apóstol Pablo nos enseña con su vida sobre pobreza y riqueza.

Filipenses 4:12-13 dice 12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Para Pablo la meta no era ser rico, ni tampoco la meta era ser pobre, para Pablo la meta de su vida era seguir a Cristo.

La vida no son los bienes, no es la abundancia y tampoco la escasez: la vida es Cristo.

La riqueza tampoco es prosperidad sino que es solamente riqueza y dice Agur lo que la riqueza podría provocar: No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová?

La riqueza no es mala, no es pecado, pues es Dios quién da la riqueza.

Pero la riqueza es un estado económico y no significa prosperidad.  Solamente es abundancia de bienes materiales.

  • Proverbios 22:1-2

1 De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, Y la buena fama más que la plata y el oro. 2 El rico y el pobre se encuentran; A ambos los hizo Jehová.”

El problema no es la pobreza o la riqueza sino que el problema está en el corazón del hombre. Recordemos aquella parábola de Jesús  y el Joven Rico. Lee Mateo 19:16-24

Es obvio que el problema no eran las posesiones sino lo que significaban para el joven rico esas posesiones.

Cada casa, cada carro, cada cuenta bancaria, cada negocio, cada una de las cosas que nosotras poseemos pueden llegar a ocupar un lugar equivocado en la vida del hombre y provocar que nos alejemos de Dios.

La prosperidad no está en la pobreza y tampoco en la riqueza, la prosperidad nace y se desarrolla en el corazón del hombre.

Finalmente Agur dice: Mantenme del pan necesario… esto es prosperidad.

En conclusión cuando yo comprendo que Dios prospera mi vida a través de su cuidado, de su provisión, de su redención, de su misericordia, de su fidelidad, etc.  Cuando estoy agradecida con Dios por sostenerme en todo sentido, entonces es cuando puedo entender la prosperidad de Dios.  Debo estar Agradecida con Dios por tener lo necesario para mi vida.

Ahora bien en cuanto a los bienes materiales, Dios es quien los provee y los distribuye de acuerdo a la capacidad de administrar que cada uno tiene.

Y cuando hablo de “capacidad” no me estoy refiriendo a la capacidad de aumentar y hacer crecer el capital, sino a la capacidad de tener y no olvidarme que Dios me lo dio.  Mucho o poco, eso es discutible, pues lo que yo puedo considerar mucho, podría ser poco para otra persona.

La parte central que tenemos que entender es que el lugar de Dios lo ocupa únicamente Dios y eso es Prosperidad.

 

 

 

 

TUS DECISIONES CAMBIARÁN TU FUTURO

Nuestra vida está basada en decisiones. Somos nosotras mismas quienes marcamos el rumbo de nuestra vida, y lo hacemos a través de las decisiones que tomamos, especialmente durante la juventud.

Desde que nos levantamos de nuestra cama en la mañana decidimos, qué vamos a comer, qué vestido ponerme, a dónde debo ir, estas pueden ser pequeñas, hay otras decisiones de mayor responsabilidad, con quién me voy a casar, la carrera universitaria que debo estudiar, cambio de trabajo, cambio de casa o país, etc.

Dios nos dio el atributo de la libertad, y el ser humano actúa de acuerdo a su conciencia y es libre para dirigir su vida, ese es el plan de Dios, nos dio libre albedrío, o sea la libre elección a poder decidir por nosotras mismas.  

La primera y más importante decisión que cada una debe tomar es si recibe o no el amor de Dios. Yo decido creer que Dios me ama y que envió a Jesús a morir para perdonar mis pecados, darme libertad, vida abundante y restaurar mi comunión con el Padre, o decido no creer en eso y seguir viviendo mi vida a mi manera, que puedo justificarme yo sola de las cosas que he hecho, delante de Dios. Esa es una decisión de vida o muerte, y sin embargo, muchas prefieren seguir en el camino de la muerte. Juan 3:18.                                                      

Si no pongo primero a Dios en mis decisiones dejando que Él me guíe, seguramente voy a equivocarme y fracasar, veamos un ejemplo de decisiones incorrectas: Judas: puedes ller más en Mateo 27:3-5.  Por amor al dinero traicionó a Jesús.  El resultado fue suicidio.

Un ejemplo de toma de decisiones correctas:  El hijo pródigo: lee más en Lucas 15:17-24. Decidió volver a su casa, reconocer su falta, pedir perdón y aceptar la decisión de su padre.

 Consejos para tomar buenas decisiones:

  • Ora antes de tomar cualquier decisión.
  • No te apoyes en tus sentimientos, sino en el consejo de la Palabra de Dios.
  • Busca a alguien que pueda aconsejarte. Debe ser una persona capacitada que posea experiencia en el área que necesitas y conocedor de la Palabra de Dios.
  • Ten confianza en Dios. Hebreos 4:16.
  • Medita en las consecuencias que puede traer, considera cada una de las posibilidades que se te presenten.

Por último, todos los días tomamos decisiones, hoy, tú has tomado decisiones, el resultado tarde o temprano tendrá su fruto bueno o malo.

Si has tomado malas decisiones que han afectado tu vida y la de tu familia, es momento de orar, pidiendo a Dios perdón por lo que hiciste, confiando en Su gracia y amor. En este instante Dios te perdona por tus malas decisiones. Aprende de lo que viviste y sigue adelante, Él no te dejará ni te abandonará.

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