LA BELLEZA Y LA SABIDURÍA

Por: Silvia de Soberanis

LA BELLEZA

Cuando hablamos de belleza, rápidamente pensamos en la belleza física externa, y generalmente el marco de referencia, lo imponen la televisión con sus anuncios, las revistas de moda, anuncios, entre otros. Estos medios y algunos otros, presentan a la mujer bella como aquella con manos y uñas impecables, la figura con medidas establecidas, un cabello fantástico, etc. Es importante mencionar que en ese marco de referencia que se nos ha impuesto, las menos bellas (aparentemente), reciben algunas veces, burlas, rechazos y comentarios crueles de los demás.

En 1 Pedro 3:3-4 dice: “Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. 4 Más bien, que la belleza de ustedes sea la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu humilde y apacible. Esta sí que tiene mucho valor delante de Dios”.

El apóstol Pedro nos muestra que hay dos tipos de sabiduría, la externa y la interna y él nos exhorta a procurar la belleza interior, esta no se ve a simple vista, no se acaba con la edad y crece con el conocimiento de Su Palabra, poniendo en práctica el fruto del Espíritu que habla Gálatas 5, esta belleza es la que procede del corazón.

LA SABIDURÍA

Es el conocimiento adquirido mediante el entendimiento. Es el conocimiento y la capacidad (habilidad) de tomar las decisiones correctas en el momento oportuno. (Concordancia Strong Exhaustiva de la Biblia)

La sabiduría es un regalo de Dios que proviene del temor a Dios: “El principio de la sabiduría es el temor a Dios”. Proverbios 1:7a

“Ese temor a Diosque implica reverencia, respeto y amor, reconociendo la autoridad y soberanía de Dios sobre todas las cosas.   

Ser mujeres sabias es una bendición para nuestra vida y la de los que nos rodean.

En Santiago 1:5 leemos: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”.

Dios es la fuente de toda sabiduría, porque Él es sabio. La sabiduría no se encuentra en la riqueza, el poder o el conocimiento humano.

En Proverbios 3:13-15 leemos: “Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, Y que obtiene la inteligencia; 14Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, Y sus frutos más que el oro fino. 15 Más preciosa es que las piedras preciosas; Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella”.

La sabiduría es más valiosa que cualquier riqueza material y nos ofrece beneficios que superan lo que el mundo nos pudiera ofrecer.

La Biblia también dice: “Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, esa será alabada”. Proverbios 31:30

La vida de esta mujer, que, aunque no sabemos el nombre, y que es descrita como una mujer virtuosa, sin duda es un ejemplo de sabiduría y belleza, la cual no se basaba en su apariencia, sino en su temor a Dios, administrando con sabiduría sus negocios, su hogar, cuidando de su familia, y cuidando aun de sus empleados.

Para finalizar, la Biblia enseña que la belleza física es temporal y que debemos buscar la sabiduría que viene de Dios, que no solo nos embellece externamente, sino que también nos guía a querer parecernos a Jesús y alcanzar a otras mujeres para que lo conozcan y experimenten la belleza y sabiduría que solo vienen de Él.

¡Dios te bendiga!

«VÍSTANSE CON LA BELLEZA INTERIOR…»

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Nuestra sociedad ha aprendido a valorar más lo externo, esa belleza exterior, un buen cuerpo, una buena figura, un bello rostro, una forma de vestir, de peinarse, el uso de accesorios externos para llamar la atención. Es cierto que la belleza si es natural llama la atención, nadie podría decir lo contrario, pero si aprendemos a valorar lo interior cada día aprenderemos a dejar el engaño de lo exterior para poder ver más hacia adentro. Es interesante notar que la belleza esta en los ojos del que mira, y surge como un componente de aquello que valoramos en demasía.
 
“En cambio, vístanse con la belleza interior, la que no se desvanece, la belleza de un espíritu tierno y sereno, que es tan precioso a los ojos de Dios.” 1 Pedro 3:4-5
Nueva Traducción Viviente (NTV)
 
Pedro nos conduce a la verdadera belleza, la que no se corrompe por el paso del tiempo, esa que procede del interior, pues no hay belleza más agradable y placentera que aquella que se vislumbra de un ser cuyo espíritu habita en la paz y la apacibilidad de Dios.
 
”Así es como lucían hermosas las santas mujeres de la antigüedad. Ellas ponían su confianza en Dios y aceptaban la autoridad de sus maridos.” 1 Pedro 3:5
 
Parece que el mundo prefiere ir tras lo superficial, tras aquello que no nos confronta, pero la palabra es verídica y poderosa para traspasar nuestros gustos y pareceres, para ir en pos de la humildad y la sumisión que cada vez parece más retrograda y anticuada.
 
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