MUJER Y MADRE QUE FORMA

Por: M.Th. Magda de Custodio

En el diseño de Dios, la mujer ocupa un lugar muy especial y profundamente significativo. Dentro de sus múltiples roles, ser mujer y ser madre son dos aspectos fundamentales que reflejan su propósito y valor. Para comprender plenamente estas funciones, es necesario reconocer que no son el resultado del azar, sino parte del plan divino establecido desde la creación. Dios trazó con sabiduría los principios que guían a la mujer en cada una de sus responsabilidades, ya sea como mujer individual, como madre formadora, y en su relación con sus hijos e hijas.

A través de este tema, reflexionaremos sobre este llamado divino que nos invita a formar, edificar y dejar huella en las generaciones.

LA CREACIÓN DE DIOS “LA MUJER”

La mujer tiene una función dentro de la creación, y para cumplir esa función debe existir un hombre, Génesis 1:27.

Esto es un diseño de Dios biológicamente respaldado. Como Su Hacedor se convirtió para ellos en Su Dios, siendo Su protector, Su sustento, seguridad, Su Señor.

La mujer fue creada con un propósito, Dios mismo vio que Su obra no estaba completa. Así que, en Su sabiduría, formó a la mujer, no como un ser inferior, sino como una compañera, una colaboradora, un complemento y parte integral del plan perfecto, divino y humano de Dios.

Génesis 2:18: “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él”.

Ambos, hombre y mujer fueron creados a imagen de Dios. Eso significa que en la mujer también habita la capacidad de amar, de crear, de cuidar, de enseñar y de reflejar el carácter de Su Creador.

¿CÓMO ME UBICO COMO MUJER EN LA FORMA CORRECTA DE VIDA?

Como mujeres tenemos frente a nosotras un abanico de responsabilidades que cumplir, y para que las cumplamos y que lo hagamos con éxito, hemos de entrar en la primera norma que rige el universo, el orden.

Necesitamos física y espiritualmente conocer el sendero a seguir, ser la persona que construye la casa: “La mujer sabia edifica la casa; Mas la necia, con sus manos la derriba”. Proverbios 14:1

La mujer debe hacerlo cubriendo toda la parte física y toda la parte espiritual.

La física, como modelo para sus hijos la madre debe ser: ordenada, debe esforzarse para que todos los ambientes de la casa estén ordenados; limpia, que estar dentro de la casa sea para su familia un deleite; diligente cumplir con todo, su sí que sea sí, cuidadosa en el vestir aprender a ser recatada, bien arreglada siempre, cuando esté frente a los demás, presencial o virtual, esforzarse por estar siempre presentable; cuidadosa en el hablar ser prudente, aprender a hablar y a callar, educada, sin malas expresiones en su comportamiento dar testimonio que es una Nueva Mujer en todo.

La espiritual, una mujer que busca leer y aprender de lo que Dios le dicta, le enseña, le manda hacer en la Biblia. Tener contacto con Su Creador a través de Jesús, se prepara para vivir los mandatos de Su Dios y enseñárselos a vivir a sus hijos, será la madre que instruye, forma, dirige a sus hijos en todo: “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”.  Proverbios 22:6

“Y el corazón del hombre y la mujer deben buscar una dirección correcta; si no busca muchas direcciones y eso lo lleva al sufrimiento sin sentido y sin Camino”. Magda Custodio

Para terminar, como mujeres que construyen una casa, que son parte del fundamento de una sociedad, debemos esforzarnos en ser lo mejor de lo mejor en todo.

Nuestro corazón es la primera escuela de los hijos, hemos de esforzarnos en guiarlos por el buen sendero con instrucciones, pero sobre todo con el ejemplo. No podemos permitirnos ser mediocres en los papeles que nos toca jugar. Porque somos la fuente a donde van nuestros hijos, nuestros nietos, nuestros sobrinos a tomar agua. Nuestro mundo, nuestro entorno, lo tenemos que hacer brillar.

La única forma correcta de vida, de una mujer y madre que forma, no la dicta la moda, ni la cultura, ni las redes sociales. La verdadera forma correcta de vivir como mujer está en el corazón de Dios, revelado en Su Palabra, y cuando la mujer se alinea con ese propósito, encuentra paz, dirección, identidad y plenitud.

CORRIENDO NUESTRA MARATÓN

CORRIENDO NUESTRA MARATÓN

Por: Lcda. Susy de Aldana

Muchas de nosotras conocemos a alguien apasionado por las carreras de larga distancia, como la maratón, que abarca 42 km. con 195 metros, o la media maratón, de 21 km. con 97 metros.

Es interesante saber que quien es capaz de correr y llegar a la meta en una maratón, no es un simple corredor, es alguien con mucha “disciplina, constancia, resiliencia”, es producto de experiencia, paciencia de un buen entrenamiento y dieta.

Las estadísticas muestran que solo el 15% de la población mundial tiene el hábito de correr, mientras que apenas un 5% logra recorrer entre 10 y 15 kilómetros. Solo el 0.01.% completa una maratón, y aunque no todos ganen el primer lugar, se consideran triunfadores, pues muchos ni siquiera lo intentan por falta de “autodisciplina” para prepararse.

Leamos Filipenses 3:13-15 “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”.

Pablo nos da un claro ejemplo de ese cambio que debe provocar el Espíritu Santo en la vida de cada una de nosotras como hijas de Dios.

Ser una persona disciplinada no es tarea fácil, no se logra de la noche a la mañana, es un arduo entrenamiento, una pelea constante de morir a nosotras mismas, a nuestros deseos, a la comodidad, porque debemos ser capaces de vencer los obstáculos, los contratiempos, las excusas, la pereza, el miedo o como dice Pablo olvidar el pasado, para lograr aquello que nos hemos propuesto.

CONSTANCIA

Como Nuevas Mujeres, vamos aprendiendo la importancia de algunas rutinas, que, si las practicamos de manera constante, vienen a fortalecer nuestra fe y nos preparan para que sigamos con firmeza la carrera de la vida.

 Una de ellas es mantenernos en constante oración y comunión con nuestro Creador.

“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”. Mateo 26:41

 Debemos anhelar y reforzar el hábito de la lectura de la Palabra para ponerla por obra.

“Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos”. Santiago 1:22

RESILIENCIA

Según la RAE, es la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos.

En nuestro caminar con Jesucristo, viviremos tiempos de abundancia, calma, paz y gozo, pero también enfrentaremos grandes montañas que escalar, ríos profundos, y temporadas de sequedad, dolor o incertidumbre.

En esos momentos difíciles debemos aprender a ser resilientes, Isaías 40:31 “pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”.

Para terminar, todas estamos en la carrera de la vida, corriendo nuestra propia maratón, a nuestro ritmo, a nuestro modo, en el camino que Dios ha preparado para cada una, seamos disciplinadas, constantes, y aprendamos a ser resilientes para que al final de nuestros días digamos como dijo el apóstol Pablo en su carta a Timoteo: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida”. 2 Timoteo 4:7-8

Dios te bendiga! 💜🤗

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SUEÑOS POR CUMPLIR

SUEÑOS POR CUMPLIR

Por: Gladis de Arango

¿Alguna vez has sentido que los sueños que tienes están lejos de cumplirse? Muchas veces necesitamos que alguien nos recuerde, que fuimos creadas por un Ser Supremo, diseñadas únicas y especiales, con sueños y propósitos para cumplir en la vida.

Pensemos por un momento cuántas mujeres mencionadas en la Biblia, a pesar de que enfrentaron problemas, confiaron en El Señor y cumplieron sus sueños: Débora: Jueces 4, Ana: 1 Samuel 1:1-20, La mujer del flujo de sangre: Marcos 5:25-34.

AÚN HAY SUEÑOS POR CUMPLIR…

La vida diaria nos absorbe, y muchas veces solo nos dejamos llevar por la rutina, nos levantamos, servimos en el hogar, las compras, el trabajo, la casa, etc.

Termina el día sin que nos demos cuenta que el tiempo sigue su rumbo, y nosotras nos sumergimos en esa vida cotidiana, dejando a un lado aquellos sueños que guardamos y nunca cumplimos.

Es necesario que recordemos que, si Dios ha puesto un sueño en nuestro corazón, a Su tiempo Él nos permitirá cumplirlo de acuerdo con Su voluntad. El apóstol Pablo escribió: “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”.  Filipenses 1:6

ENFOQUÉMONOS EN NUESTROS SUEÑOS

Si queremos cumplir un sueño o una meta, la buena noticia es que aún es tiempo, si lo pedimos y nos esforzamos. Nos dice la Palabra: “Que Dios te conceda lo que pidas de todo corazón, y que haga realidad lo que pienses hacer.”  Salmo 20:4 TLA

Pasos importantes para enfocarnos en nuestros sueños:

  • Oración constante: busca siempre la dirección divina y confía en Su tiempo. Mateo 7:7
  • Disciplina y acción: da pequeños pasos cada día hacia tu meta. Proverbios 16:3
  • Rodéate de personas sabias: busca personas que te animen y te ayuden a mantenerte firme. Eclesiastés 4:9-10

Dice una frase anónima: La distancia entre los sueños y la realidad se llama acción.

¿CUÁL ES TU SUEÑO O META?

¿Qué sueño, anhelo, deseo, ha puesto Dios en tu corazón? ¿Qué te impide alcanzarlo o creer que es posible?

No importa cuán grande o pequeño es tu sueño, lo esencial es enfocarte en aquello que realmente te interesa, te brinda satisfacción y te hace sentir valiosa y útil.

La Palabra en Efesios 3:20 dice: “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros”.

Algunos pasos que podemos seguir

  1. Escribe en un papel tus metas o sueños. La Palabra de Dios dice en libro de Habacuc 2, que se escriban en tablas las visiones. Coloquémoslas en un lugar visible y leámoslas constantemente, esto servirá para motivarnos.
  2. No nos enfoquemos en muchas metas o sueños, eso solamente puede frustrarnos, es mejor tener una o dos metas realistas, esforzarnos y trabajar en ellas.
  3. Debemos ponerles fecha de cumplimiento, organizarnos haciendo un plan, dividirlo en pasos y actuar, esto facilita el camino a la meta.
  4. No nos rindamos fácilmente, si fallamos, sigamos intentándolo, todo esfuerzo tiene su recompensa. 
  5. Por último, no olvidemos la razón o el porqué de nuestro sueño.  

Para terminar, no nos detengamos viendo como otras cumplen sus sueños. Aún podemos soñar y proponernos metas. Es cierto que no se alcanzan de un día para otro, sino que requiere tiempo, disciplina y compromiso.

Dios es fiel y quiere bendecirnos, en Su voluntad nuestros sueños pueden ser cumplidos, si nos mantenemos firmes y enfocadas en lo que anhelamos realizar.

«Pon todo lo que hagas en manos del Señor, y tus planes tendrán éxito.

Proverbios 16:3 NTV

ESPEJITO, ESPEJITO

ESPEJITO, ESPEJITO…

Por: Lily de Orozco

El espejo es un accesorio de uso personal, con el podemos apreciar cada detalle y cómo nos vemos exteriormente, hemos sido influenciadas por la sociedad que se esfuerza por resaltar la apariencia exterior, sin embargo, hay aspectos a los cuales debemos prestar mayor atención en nuestra vida; Dios le dijo a Samuel: “…el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”. 1 Samuel 16:7

Es muy importante evaluar lo que está en nuestro interior, lo interior, es esa parte que permanece oculta para otros, que solo nosotras conocemos y en ocasiones ni nosotras mismas nos damos cuenta del estado en que se encuentra. Afortunadamente, Dios nos ha provisto del mejor espejo en el cual podemos vernos constantemente, La Biblia.

LO QUE VEMOS A TRAVÉS DE LA PALABRA

Por medio de las Escrituras comprendemos:

• ¿Quiénes somos en Cristo?, ¿cuál es nuestro valor? y ¿qué posición tenemos delante del Padre? “12 Pero a todos los que lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en Su nombre”. Juan 1:12 NBLA

• Nos da a conocer los beneficios de la obra de Jesucristo en nuestra vida

“Pero por obra Suya están ustedes en Cristo Jesús, … 1 Corintios 1:30 NBLA

• Y nos muestra que tenemos una herencia eterna juntamente con Cristo: “Y si somos hijos, somos también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo… Romanos 8:17 NBLA

Somos llamadas a transformarnos a la luz de la Palabra, y las preguntas que debemos hacernos hoy, podrían ser:

-¿Cuántas veces a la semana me veo en el espejo de la Palabra?

-¿Me importa más, mi apariencia exterior, o voy al espejo de la Palabra para ver mi interior?

-¿Qué revela la Palabra de Dios sobre mi vida?

Mientras nos sumergimos en la Palabra: leyendo, estudiando y meditando, vemos la necesidad y el mandato que tenemos de ser transformadas cada día por medio del poder del Espíritu Santo que opera en nosotras.

Leamos: “Pero todos nosotros, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu.” 2 Corintios 3:18 NBLA

MANOS A LA OBRA

No basta con reconocer que necesitamos cambiar algunas áreas en nuestra vida, debemos actuar, y poner manos a la obra. Necesitamos tomar decisiones, aprender y obedecer lo que la Palabra de Dios nos manda; día a día debemos despojarnos del viejo yo y revestirnos del nuevo, como dice Efesios 4:22-24, esta transformación requiere que diariamente seamos intencionales.

Aprovechemos lo que Dios nos revela a través de Su Palabra, obedezcamos Sus enseñanzas que algunas veces nos incomodan o bien, nos animan para cambiar, que ese tiempo y esfuerzo por leer las Escrituras sean nuestra mejor inversión para convertirnos en un reflejo hermoso de Jesús para otras.

Para terminar, la famosa frase del cuento: “Espejito, espejito, ¿quién es la más bella? No tiene sentido para nosotras, pues estamos aprendiendo que lo que realmente somos, no se refleja en un espejo, porque él solo puede reflejar nuestra imagen física, pero la Biblia refleja nuestra condición espiritual, y esa es la que debemos cuidar adecuadamente.

Permitamos que Dios transforme nuestro interior para convertirnos en la persona que Él diseñó para ser, y contribuir al crecimiento de quienes nos rodean.

Dios te bendiga 🤗💜

#NuevaMujer #LunesDeReflexión #UnaVozDeDiosParaTi #Mujeres #VidaCristianan #FE

LA CARRETERA AL CIELO

LA CARRETERA AL CIELO

Por: Mariflory Rios

La Ruta Interestatal 80, es una de las principales autopistas interestatales de los Estados Unidos, que atraviesa 12 estados del país de este a oeste. Una parte de esta carretera es conocida como “La carretera al cielo”. Este tramo de la carretera atraviesa el punto más alto, aproximadamente a 2,634 metros sobre el nivel del mar, y da la impresión de que la carretera se dirige al cielo y se pierde entre las nubes, y por esa razón es conocida de esa forma. De alguna manera, los seres humanos quisiéramos encontrar una carretera que nos conduzca directamente al cielo, posiblemente para evitar los problemas que podemos encontrar en el camino, o bien, por comodidad.

Muchos caminos

En la vida, hay diversas rutas, pero no todas llevan al mismo destino. La Biblia advierte en Proverbios 16:25 y 14:12 que algunos caminos pueden parecer correctos pero conducen a la muerte. Las distracciones y desafíos pueden alejarnos de Dios y desanimarnos en la fe.

En la carretera de la vida, hay muchas opciones y caminos que nos pueden parecer atractivos, pero no nos conducen a la vida eterna que Jesucristo nos ofrece.

La ruta correcta

Una cosa es tratar de buscar el camino, pero cuando El Camino es quien te encuentra y te muestra los pasos que debes seguir la llegada al Cielo será segura.

¿Quién es el camino? Juan 14:6 nos dice: “Yo soy el camino, la verdad y la vida –contestó Jesús-. Nadie llega el Padre sino por mí”. NVI. Este versículo nos da la respuesta, Él es el único Camino que nos lleva al cielo con el Padre”.
Jesús nos indica cuál es el punto de partida, Él es el camino, “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, …” nos anima el escritor en Hebreos 12:2, esto implica tomar la decisión de creerle y seguir Su ejemplo. Así como Él estuvo en este mundo, experimentado en todas las cosas, pero sin pecado, mostrando Su obediencia al Padre, cumpliendo Sus mandamientos.

En nuestro camino al cielo ¡sí! hay obstáculos, pero cuando nos dejamos guiar por el Espíritu Santo, podemos notar la diferencia.

Mateo 7:13-14.La puerta estrecha representa la naturaleza exclusiva del reino de Jesucristo, y para entrar es necesario que el discípulo haga la voluntad del Padre. (Biblia de estudio Holman)

Señales que nos guían

Al igual que en la interestatal 80, las señales de tránsito y los mapas son muy importantes para mantenernos en el camino correcto. La Biblia y el Espíritu Santo actúan como nuestros guías en nuestro camino a la vida eterna.

Leemos: “Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino”. Salmo 119:105

También encontraremos personas que nos ayudarán en el camino, dándonos indicaciones, consejos, oraciones, etc. Pero algo muy importante es que, también cada una de nosotras puede ser guía y ayuda para otras personas, invitándolas a que caminen contigo hablándoles de Jesús; puede ser que no te escuchen, no te desanimes, lo mejor que puedes hacer es orar y es posible que al pasar el tiempo, las vuelvas a encontrar y te darás cuenta, que todo es en el tiempo del Señor y que tus oraciones dieron fruto.

Habrá gozo en tu corazón y dirás: valió la pena orar, ver que esa persona tiene la misma esperanza que tú y que ya son muchos caminando hacía la misma dirección: ¡La carretera al Cielo!

Para terminar, al final de nuestra vida, enfrentaremos la pregunta: ¿Dónde pasaremos la eternidad? La decisión de seguir a Cristo es clave. «He decidido seguir a Cristo, no vuelvo atrás.» ¿Tú también?

¡Dios te bendiga!