BATALLAS

Por: Liz de Girón

En el día a día de nuestra vida, enfrentamos muchas batallas personales y para esto debemos estar preparadas con el propósito de esquivar, enfrentar, soportar, saber usar las armas que Dios nos ha dejado en nuestro Manual de Conducta que es la Biblia, para salir victoriosas.

Debemos saber que la vida cristiana implica batallas por diferentes razones, entre ellas podrían estar: la lucha contra el pecado, la búsqueda de la santidad, rechazo por nuestra fe, dificultades en la vida diaria (problemas de salud, económicos, etc.), o nuestro crecimiento espiritual.

Cada una de nosotras también pelea batallas que nadie más ve. Muchas veces las ocultamos, porque batallamos contra la inseguridad, contra las heridas del pasado, contra temores, contra nuestras propias frustraciones, etc.

Leemos en la Escritura: “¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío”. Salmos 42:5

<El salmista se hablaba a sí mismo, intentando consolarse y sentirse seguro, se ordena concretamente a esperar en Dios, esto significa esperar en Él durante una crisis con la confianza de que responderá a la oración.> (Biblia de Estudio Holman)

El secreto de una vida victoriosa es consultar siempre a Dios: “…¿Quién de nosotros subirá primero a pelear con los cananeos? Jueces 1:1, fue la pregunta que el pueblo de Israel le hizo a Dios, y Él respondió: “… Judá subirá…” Jueces 1:2. Dios siempre le daba al pueblo de Israel instrucciones, ir o esperar, y cuando ellos no obedecían terminaban derrotados o muriendo.

La Palabra nos alienta y nos muestra que afortunadamente no estamos solas en la lucha y esto nos da consuelo, fuerza y tranquilidad.

Éxodo 14:14 NTV: “El Señor mismo peleará por ustedes. Solo quédense tranquilos”.

Salmos 23:4: “Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;”

Muchas veces las batallas o luchas que tenemos nos nublan la razón, y sentimos que estamos solas, sin embargo, Su Palabra nos afirma que Su presencia y Su Espíritu Santo son nuestro apoyo constante.

Dios pelea nuestras batallas aun cuando no lo vemos, así que nuestro enfoque debe estar en la esperanza y victoria en Cristo, en lugar de solo enfocarnos en las dificultades. También nos rodea de hermanas en la fe, que nos animan y nos fortalecen, no estamos solas.

En Isaías 41:10 leemos: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”.

Normalmente estamos inmersas en batallas, pero Dios nos enseña en Su Palabra que Él está de nuestro lado, no estamos solas, con Él de nuestro lado y Su armadura puesta, podemos enfrentar cualquier batalla y estar seguras de que obtendremos la victoria. Ánimo, eres una mujer valiente, sigue peleando por tus hijos, tu matrimonio, tu economía, tu salud, y las promesas de Dios para ti en Su Palabra, recuerda que Él ya venció.

Reflexiona: ¿Cómo enfrentas tus batallas diarias? Dios te bendiga. 💜

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BAJO EL PESO DEL DESÁNIMO

BAJO EL PESO DEL DESÁNIMO

Por: Marilú de Girón

Es fácil caer en una actitud de desánimo y desconsuelo ante las circunstancias que muchas veces pasamos. Esta emoción puede enturbiar el presente y el futuro de aquellas personas que lo padecen, afectando también a las personas a su alrededor. ¿Te has sentido alguna vez desanimada? El desánimo es como una sombra, pero siempre podemos encontrar una luz más allá de ella.

¿Qué es el desánimo?

El desánimo es un estado emocional, en donde perdemos la motivación, energía y esperanza. Sin embargo, es importante recordar que el desánimo no define quiénes somos. En muchos casos, es una señal de que necesitamos detenernos, orar, reflexionar y quizás reorientar nuestras metas.

…”En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo”.  Juan 16:33 NVI

El desánimo nos auto elimina del servicio a Dios, de nuestras relaciones en el hogar, en el Ministerio Nueva Mujer, en el trabajo, etc., no escuches las voces que te dicen: no lo lograrás, es difícil, no puedes, eso nunca cambiará, entre otros. Mantén tu vista y oídos puestos en el Señor y continúa adelante aun cuando el origen de tu desánimo no se haya resuelto. Recuerda que Dios es fiel, el desánimo y las aflicciones son temporales, pero la victoria que tenemos en Él es eterna.

…En el mundo tendréis aflicción…; la advertencia de Jesús sobre las situaciones que podemos enfrentar nos ayuda a estar conscientes y confiar en Sus Palabras: “…anímense, Yo he vencido al mundo”. Nosotras podemos confiar en Él y en Su poder para obtener la victoria.

¿Cómo afrontar el desánimo?

Afrontar el desánimo puede ser un desafío, por supuesto, esto no significa que el desánimo pueda ser evitado completamente, pero sí podemos limitar su poder de acción y evitar que se convierta en un estilo de vida que nos perjudique en nuestra relación con Dios y con los que nos rodean. Tomemos en cuenta los siguientes pasos:

  1. Reconoce el gran poder de Dios en tu vida
  2. Reconoce cuando estás desanimada
  3. Establece pequeñas metas que puedas lograr
  4. Haz cosas que disfrutes
  5. Practica la gratitud
  6. Reflexiona y agradece sobre lo que Dios te ha dado
  7. Comparte con personas con madurez espiritual cuando te sientas desanimada
  8. Recuerda que todos enfrentamos momentos difíciles
  9. Reconoce tus limitaciones
  10. Descansa y cuida de ti misma
  11. Lee la Palabra de Dios y memoriza Sus promesas

Para terminar esta reflexión, como mujeres, a menudo sentimos la presión de ser fuertes en todo: en lo espiritual, en el hogar, en lo laboral. Pero no somos invencibles. Tenemos límites, y reconocerlos es parte del cuidado que Dios quiere para nosotras. Ignorar nuestras necesidades puede llevarnos al desánimo y al desgaste.

Por eso, es vital tomar pausas: descansar, buscar momentos a solas, y sobre todo, conectar con Dios. Jesús mismo se apartaba para hablar con su Padre. Si Él lo hacía, nosotras también lo necesitamos.

Salmo 27:13-14 dice: “Pero de una cosa estoy seguro: he de ver la bondad del Señor en esta tierra de los vivientes. Pon tu esperanza en el Señor; cobra ánimo y ármate de valor, ¡pon tu esperanza en el Señor!”  NVI

Detente, respira, camina, admira la creación, y deja que Dios renueve tus fuerzas. 🌿💜

EL VERDADERO GOZO

EL VERDADERO GOZO

Lo que produce el verdadero gozo en nuestro interior es el conocimiento de Dios, porque cuando de verdad le conocemos podemos ver la grandeza de Él, Su favor hacia nosotras y su inmensa bondad hacia su creación. Es entonces cuando podemos repetir las palabras que escribió el salmista:

“Te exaltaré, mi Dios, mi Rey, Y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre. Cada día te bendeciré, Y alabaré tu nombre eternamente y para siempre. 3Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; Y su grandeza es inescrutable.” Salmos 145:1-3

Cuando careces del conocimiento de Dios, careces del gozo que proviene de Él y es por eso que en muchas ocasiones podrían faltarte las fuerzas para seguir adelante. Solamente El Espíritu Santo tiene el poder para transmitir gozo a nuestras vidas, dándonos las fuerzas necesarias para enfrentar todas las situaciones adversas en que nos encontremos.

“…no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza.” Nehemías 8:10

Cuando se dijeron estas Palabras, Israel estaba volviendo de la cautividad, por lo cual el Sacerdote Esdras estaba predicándole al pueblo la Palabra de Dios, a lo cual muchos respondieron con lloro y tristeza, pero fue allí donde Nehemías, uno de los grandes hombres de La Biblia, les dijo a sus hermanos que era tiempo de gozo ya que habían aprendido de la experiencia con Dios y de la fidelidad de Dios por lo cual debían estar fortalecidos.

¿CUÁL ES EL GOZO DEL SEÑOR?

El gozo más grande de nuestro buen Dios y Señor es que le conozcamos a Él y pongamos por obra Su Palabra, pues así podemos experimentar las fuerzas ilimitadas que Él nos da. En otras palabras, nuestras fuerzas dependen del gozo que viene de nuestro Señor y este gozo viene al vivir conforme a Su Palabra y de glorificarle solamente a Él.

Muchas personas malinterpretan el gozo de Dios con bendiciones de Dios; pero estas son dos cosas totalmente diferentes, lo que a ti y a mi nos hace felices, no es lo mismo que el gozo de Dios, es por eso que debemos anhelar el gozo de Dios y no lo que nosotros llamamos gozo en nuestras vidas.

Otros tienen esperanza de recibir un dinero, obtener un trabajo, tener un carro nuevo, etc. para poder estar gozosos, pero esta clase de gozo se termina rápidamente… Sin embargo, el gozo de El Señor nunca se acaba… y el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

“15 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él” … 17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” 1 Juan 2:15-17

Para terminar, si las fuerzas te han faltado y has sentido desgano, desaliento y hasta deseos de dejarlo todo, es porque te has privado del gozo de Dios.

Busca a Dios para vivir en ese gozo y el Espíritu Santo te lo dará a través del conocimiento de Él y de tener una relación personal e íntima, viviendo siempre conforme a Su Palabra.

¡Dios te bendiga! 💜🙏

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EL PODER DE DAR: ACCIONES QUE TRANSFORMAN

La generosidad nace del corazón agradecido, no de la abundancia material. Si no eres generoso con poco, tampoco lo serás con mucho.

¡Agradece por lo que tienes! Es difícil para una persona ser generosa cuando no está satisfecha con lo que tiene. La generosidad viene de la satisfacción, y la satisfacción no se logra acumulando más bienes. El multimillonario John D. Rockefeller admitió: «He ganado millones, pero eso no me trajo la felicidad».

Estas acciones, basadas en la Palabra, nos enseñan a vivir la generosidad como estilo de vida:

• Honra a Dios ayudando al necesitado. Proverbios 14:31

• Libra al vulnerable, sé apoyo para los huérfanos, viudas y pobres. Job 29:12-17

• Vive una fe auténtica, cuidando al afligido y manteniéndote limpio del mal. Santiago 1:27

• Haz el bien siempre que puedas. Proverbios 3:27-28

• Comparte tus recursos, sean materiales o afectivos. Lucas 3:11

• Ve el potencial en otros, enfócate en lo bueno. Efesios 2:1

• Glorifica a Dios con actos generosos y obedientes. 2 Corintios 9:13

• No seas indiferente al dolor ajeno. Proverbios 29:7

• Sé voluntario, trabaja con y para otros. 1 Corintios 3:13-14

• Enseña a otros a prosperar, no solo a recibir. Dios da creatividad y talentos para producir. 2 Tesalonicenses 3:12

• Siembra generosamente, con alegría y confianza. 2 Corintios 9:6-9

• Que tu generosidad inspire gratitud a Dios. 2 Corintios 9:11

• No te apegues a lo material, pon tu esperanza en Dios. 1 Timoteo 6:

• Sé generoso aun en escasez, confiando en su provisión. 2 Corintios 8:2

Somos embajadoras de Cristo. Al practicar estas acciones, damos testimonio de Su amor. No se trata solo de escuchar, sino de vivir el mensaje cada día.

Pidamos al Señor que Su Espíritu forme en nosotras un carácter generoso, que bendiga a nuestras familias, a nuestras comunidades de fe y al mundo que nos rodea.

«No por fuerza ni por poder, sino por mi Espíritu…» (Zacarías 4:6)

¡Dios te bendiga! 🤗💜

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MAMÁ, JESÚS TE ENTIENDE

Por: Mariana Estrada

Ser mamá es una tarea muy hermosa y difícil al mismo tiempo. Muchas veces nos preguntamos si alguien entiende todo lo que vivimos por esta labor, y la respuesta es sí, ¡Jesús te entiende! A pesar de que Jesús no fue una madre, Él fue hecho semejante a los seres humanos, vivió en este mundo, enfrentó desafíos y experimentó situaciones como las nuestras. Hoy, Él quiere recordarte que no estás sola.   

Hebreos 4:15 dice: “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”.

Es importante estar conscientes que somos un pilar fundamental en nuestros hogares para el cuidado y educación de nuestros hijos, ellos quieren explorar el mundo y es nuestro deber hablarles de Sus mandamientos y cada una de las maravillas creadas por Dios. Jesús enfrentó cada uno de los sentimientos que muchas veces nos invaden, y gracias a Su ejemplo hoy podemos aprender de Él a través de Su Palabra.

JESÚS TAMBIÉN EXPERIMENTÓ CANSANCIO. Juan 4:6

El ministerio de Jesús consistió en altas demandas, aunque Él era perfecto, se agotó física y emocionalmente, y también necesitó descansar. Nosotras también necesitamos descansar sin sentir culpa, sin sentirnos juzgadas. Jesús entiende ese cansancio que muchas veces las personas a nuestro alrededor no ven o no reconocen. Él quiere renovar tus fuerzas y darte descanso.

JESÚS TE ANIMA Y TE FORTALECE. Mateo 11:28

La maternidad puede llevarnos al límite, aunque es la experiencia más hermosa, sin duda no es la más sencilla. Entonces, ¿qué verdades de la Palabra de Dios pueden ayudarnos cuando parece que nos estamos ahogando en un mar de estrés por problemas con nuestros hijos?

Jesús no solo nos entiende, sino que quiere renovar nuestras fuerzas y ayudarnos para seguir adelante. A través de Su Palabra, de la comunión con Él en oración y de personas sabias que va poniendo a nuestro alrededor que nos pueden aconsejar, Él va dándonos Su gracia para seguir y no rendirnos. Mamá, Jesús está con nosotras en las madrugadas, en las preocupaciones, en el hospital, en la angustia y en los momentos de alegría. Él camina con nosotras. 

Isaías 40:31 dice: “Pero los que confían en el Señor recobran las fuerzas y levantan el vuelo, como las águilas; corren, y no se cansan; caminan, y no se fatigan”.  RVC

Las madres son un don precioso de Dios, y tienen una gran responsabilidad con lo que Dios ha creado. Ellas con su ternura, su gran capacidad de amar, son responsables de acompañar a sus hijos, que son “prestados por Dios” para conducirlos por el camino del bien.

Para terminar, ser madre es un honor y un enorme compromiso, debemos amar a nuestros hijos cuidando de nuestro hogar con prudencia. En Isaías 54:2-3 dice: “Ensancha el espacio de tu carpa, y despliega las cortinas de tu morada. ¡No te limites! Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas. Porque a derecha y a izquierda te extenderás; Tu descendencia desalojará naciones y poblará ciudades desoladas.”  NVI

Cuando una mujer se siente fuerte y digna en El Señor, puede afrontar con confianza los problemas que le presenta la vida. Sin embargo, su fuerza está bajo control, guiada por la sabiduría que recibe del Padre. En todo lo que hace y dice, ella transmite no solo la sabiduría, sino también el amor que Dios ha derramado sobre ella.

Mamá, quizá nadie vea todo lo que haces, ni toda la carga de tu corazón, recuerda que no estás sola, cuando te sientas incomprendida o sin fuerzas, recuerda: ¡JESÚS te entiende!