ALCANZANDO MADUREZ

Una de las señales de la madurez en una persona, es la capacidad de aceptar la responsabilidad de su propio talento, de desarrollar diligentemente las habilidades inherentes que le fueron dadas por Dios, y de utilizarlas al máximo con gozo y acción de gracias, reconociendo que esos talentos no son suyos, sino que son un regalo de Dios y está llamada a desarrollarlos y usarlos con sabiduría.   Hoy reflexionaremos de la madurez espiritual.

EFESIOS 4:13 dice: “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”.

La madurez espiritual, es el proceso de crecimiento y transformación que ocurre en la vida de un creyente. No se trata únicamente de que acumulemos conocimiento bíblico, sino una vida que refleje el carácter de Jesús, viviendo de acuerdo con Su voluntad escrita en Su Palabra.

Veamos algunas señales de madurez espiritual:

La madurez espiritual no viene con la edad, no la alcanzamos instantáneamente, a través de seminarios o relacionándonos con las autoridades de la congregación, sino que tenemos que decidir crecer espiritualmente, que es lo que nos lleva a la madurez, y a medida que decidimos acercarnos a Dios y anhelamos obedecerlo, nuestro carácter será transformado y manifestará el fruto del Espíritu, del que nos habla Gálatas 5:22: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”.

  1. DEPENDENCIA DE DIOS

Una persona madura reconoce su necesidad de Dios en todas las circunstancias de su vida, y confía en que Él tiene el control de todo, aunque no entienda el plan que Dios tiene para su vida.  LeeJuan 5:30  y Proverbios 3:5-6

  • DOMINIO PROPIO

El dominio propio se considera como algo esencial de la madurez, significa tener control sobre las emociones, pensamientos y acciones. No se deja llevar fácilmente por la ira, el miedo o sus deseos, sino que actúa con sabiduría y prudencia.

  • RESPONSABILIDAD Y HUMILDAD

Existen muchos personajes que a diferentes edades han hecho grandes contribuciones al mundo, cambiando la historia. Entre ellos podemos mencionar a: el gran rey Salomón se calcula que tenía 20 años cuando fue ungido rey de Israel; Ester fue elegida reina de Persia siendo una jovencita, aproximadamente de 14 años; se estima también que el apóstol Pablo tenía 30 años cuando comenzó su ministerio, pues esta era la edad en que un hombre judío podía comenzar a enseñar y ser reconocido como maestro.

A pesar de su edad, ellos no buscaron la gloria personal, sino que, hicieron lo encomendado con responsabilidad y humildad, reconociendo que la mano de Dios estaba con ellos.

Una persona madura acepta sus responsabilidades y se hace cargo de sus decisiones con humildad.

  1. PARA MADURAR ESPIRITUALMENTE NECESITAMOS
  • Relación personal con Dios, a través de la oración, meditar en Su Palabra, adoración y comunión con Él.
  • Comunión con otros creyentes, para aprender, crecer y servir juntos; la relación con otros nos fortalece y anima a caminar en nuestra fe.
  • Perseverancia y corrección, en el camino para desarrollar madurez también necesitamos ser exhortados y corregidos por personas maduras espiritualmente, esto nos ayuda a desarrollar carácter para parecernos cada día más a Jesús.
  • Compartir lo que Jesús ha hecho por nosotras, llevar el mensaje de salvación a otras es parte esencial de la vida cristiana.


Para terminar, este mundo está necesitado de mujeres que realmente decidamos ser espiritualmente maduras, trabajando cada día en nuestra vida, como un viaje continuo que debemos realizar, confiando en que el Espíritu Santo nos transformará cada día para ser más como Jesús.

HAY UNA HISTORIA QUE AÚN NO SE HA CONTADO

Por: Mariana Estrada

Dios a través de su Espíritu Santo nos dejó historias plasmadas en Su Palabra, las cuales al leerlas podemos apreciar lo impresionante que Dios ha sido, que es y que será a través del tiempo, estas escrituras nos narran cada uno de los acontecimientos, vivencias y enseñanzas que a Su pueblo le tocó pasar.  

Dios te ha elegido.

Dios te eligió mucho antes de la fundación del mundo, te predestinó para ser Su hija por medio de Jesucristo. En la Palabra de Dios vemos que ninguno de los doce discípulos pidió ser elegido, sino que fue Jesús quien seleccionó a cada uno de ellos; de igual forma, Dios te escogió para salvación, no porque seas buena persona, o por mérito propio: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé”. Juan 15:16.

Dios quiere transformarte.

Hay ocasiones en que nos hemos sentido como mujeres cansadas e incapaces, y ciertamente no es cuestión de edad, porque aún personas que son jóvenes se han sentido en alguna oportunidad así.

Generalmente, por estar enfocadas en nuestro quehacer diario, la familia, trabajo, estudios, etc., nos sentimos estancadas, sentimos que no avanzamos en el llamado que creemos que Dios nos ha hecho.

Dios no solo quiere cambiar las circunstancias que nos rodean, Él desea transformarnos.

Dios le dijo al profeta Jeremías: “No digas que sólo eres un muchachito, porque harás todo lo que yo te mande hacer, y dirás todo lo que te ordene que digas. No temas delante de nadie, porque yo estoy contigo y te pondré a salvo”. Jeremías 1:7-8 RVC.

En estos versículos podemos ver que Dios no usa a personas que están preparadas, sino que Dios escoge a personas para prepararlas.  Dios solo necesita que dispongamos nuestro corazón, el querer como el hacer.

Dios capacitó a Jeremías para que pudiera hablar de parte de Él. Nuestra historia es el testimonio que alguien necesita para poder conocer a Dios. Muchas veces al escuchar testimonios de otras personas, creemos que lo que nuestro Padre ha hecho en nuestra vida quizá no es tan grande, no compares tu proceso, tu proceso es ese testimonio que alguien necesita escuchar porque puede estar pasando la misma situación, compartamos esa obra que Dios hace en nosotras, ¡fuimos escogidas!

Para terminar,  fuera de nuestro círculo más cercano, hay personas que necesitan escuchar lo que Dios ha hecho en nosotras, ¿cómo llegamos a Él?, ¿cómo nos ha restaurado? ¿cómo estamos aprendiendo para parecernos más a Él?

Como seres humanos la tendencia es recordar lo malo que nos pasa, y olvidamos con mucha facilidad lo bueno y maravilloso que Dios ha sido, todo lo que nos ha dado, el amor y las bendiciones que día a día tenemos.

Hablemos de la fidelidad de Dios en nuestra vida todo el tiempo, lo podemos ver en todas esas historias plasmadas en Su Palabra, y Él ha sido fiel hasta el día de hoy. Siempre hay una historia que las personas, que el mundo necesitan escuchar, y puede ser tú historia que todavía no ha sido contada.  

Dios te bendiga

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MUJER PREVISORA

Por Licda. Betty de Herrera

La Biblia en el capítulo 41 del libro de Génesis nos cuenta como un hombre llamado José, que había sido vendido como esclavo por sus hermanos, luego encarcelado injustamente en Egipto, se convierte en una persona clave para el futuro de esa nación, pues Dios a través de él, revela un gran plan que advierte sobre 7 años de abundancia y 7 años de hambruna.

Aquí vemos como la mano de Dios se manifestó en la vida del pueblo de Egipto, proveyéndoles abundantemente para que guardaran para los tiempos de escasez.

En nuestros tiempos ya no es común que sucedan milagros como este, pero Dios nos dice en Su Palabra que el hombre (o la mujer) prudente debe proceder con sabiduría y no con “necedad”.

Reflexionemos ¿Cuál sería nuestra actitud si recibiéramos el aviso que vienen tiempos de escasez para nosotras y nuestra familia?

-¿Empezaríamos a ahorrar?

-¿Dejaríamos de gastar en cosas que no son realmente necesarias?

-¿Buscaríamos formas de invertir nuestro dinero para que en los tiempos de escasez esta inversión nos produzca lo necesario para el sostenimiento de nuestra familia?

-¿Qué más haría cada una de ustedes?

Cada una de estas reacciones es normal ante un anuncio de escasez, pero ¿qué sucede con las situaciones que se presentan (casi siempre) sin previo aviso?

Estas situaciones pueden ser, por ejemplo, una enfermedad, un desastre natural, la pérdida de trabajo, la devaluación de la moneda, o el tiempo de la vejez que es cuando llegan a faltar las fuerzas para trabajar.

Actualmente ¿estás siendo una mujer previsora que guarda o invierte para cubrir situaciones como éstas?

Donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

Una mujer previsora también entiende que su seguridad NO descansa en el dinero que tiene ahorrado, ni en las inversiones que haya hecho.

Tiene la certeza que su seguridad está en Dios que le provee diariamente de todo lo que necesita, por lo tanto su tesoro es confiar en el Dios de su Salvación, que le dará la sabiduría para ser una buena administradora de todo lo que Él le provee. Mateo 6:19

Para terminar, una mujer previsora es una mujer que sabe que debe depender de Dios en todo tiempo, y que entiende que hay un tiempo para guardar pues es don de Dios que coma, que beba y que goce del bien de todo su trabajo.

Una mujer previsora no “sirve” a las riquezas, no hace de las riquezas el dios de su vida, sino que al contrario hace que los bienes le sirvan para suplir sus necesidades.

“Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”. Lucas 16:13

Ser una mujer previsora también tiene un efecto de multiplicación, ya que nuestros hijos podrán ver nuestro ejemplo y seguirlo, para así formarles una buena costumbre para toda su vida: el ahorro.

Que Dios te bendiga, feliz semana. 🤗💜

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ESE MAL CONSEJERO

ESE MAL CONSEJERO

Por: Lily de Orozco

Los seres humanos fuimos creados por Dios para relacionarnos unos con otros, todos en determinado momento necesitamos la ayuda de otros, sin embargo, muchas veces las relaciones se ven afectadas por un mal consejero, “el orgullo”.   

La Biblia nos describe el orgullo como un obstáculo peligroso que impide que los seres humanos reconozcan sus debilidades y busquen la ayuda de Dios. Se convierte en un mal consejero cuando comenzamos a confiar demasiado en nuestra propia sabiduría y fuerzas, dejando de lado la guía del Espíritu Santo y los consejos de aquellos que nos rodean.

Es importante observar con cuidado que en la Biblia la soberbia, el orgullo y la arrogancia son considerados sinónimos, por esa razón, no podemos pasar por alto lo que Dios en las Escrituras dice acerca de él, por ejemplo,Proverbios 16:18: “Delante de la destrucción va el orgullo, y delante de la caída, la arrogancia de espíritu”. (NBLA) Proverbios 21:4: “Altivez de ojos, y orgullo de corazón, Y pensamientos de impíos, son pecado”.

DETECTANDO EL ORGULLO

¿Conoces el refrán?: “el interesado es el último que se entera”, esto sucede muchas veces con nosotras, no nos damos cuenta, o bien, no queremos reconocer esas actitudes bañadas de orgullo que tenemos hacia otros, las personas se dan cuenta, menos nosotras o quizás no lo queremos aceptar.

¿cómo estamos con el orgullo?:

  • ¿Crees que necesitas hacer las cosas personalmente porque los demás no podrán hacerlo tan bien como tú?
  • ¿Consideras que tienes la mejor opinión por encima de las demás?
  • ¿Te cuesta reconocer que te equivocaste, pedir disculpas o perdón?

Aunque ninguna de nosotras tenemos un detector (físico) de orgullo, el Espíritu Santo quien nos guía a toda verdad, es nuestro mejor aliado para ayudarnos a reconocer nuestras faltas, malas actitudes y aún la posible ceguera de no reconocer el orgullo en nosotras mismas.

Algo importante que no debemos pasar por alto es que, el orgullo no permanece solo como toda actitud pecaminosa, también nos llevará a adoptar otras actitudes incorrectas como la autosuficiencia, envidia, comparación, etc.

UN TRABAJO DE TODOS LOS DÍAS

Cuando mantenemos una relación honesta y sincera con Dios podemos acercarnos a Él con libertad y humildad, para decirle lo que el Rey David le dijo: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino perversidad, Y guíame en el camino eterno”. Salmo 139:23

El orgullo lleva a la caída del ser humano porque nos aleja de la humildad necesaria para reconocer nuestras limitaciones; la Biblia dice: “Con el orgullo viene la deshonra; con la humildad, la sabiduría”. Proverbios 11:2 NVI

Es necesario que todos los días examinemos nuestra vida, reconociendo esas áreas de orgullo que pudiéramos tener, evitando que nos lleve a tomar decisiones equivocadas.

Para terminar, como antídoto al orgullo podemos practicar la humildad, reconociendo que no podemos solas, que necesitamos la ayuda de Dios en todo lo que hacemos a diario. Nuestro mayor ejemplo de humildad es Jesucristo, el cual siendo en forma de Dios, no estimó ser igual a Dios,…se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte…Por lo cual Dios lo exaltó… y le dio un nombre que es sobre todo nombre”. Filipenses 2:5-9, parafraseada.

El orgullo ha sido un mal consejero a lo largo de la historia, hombres, mujeres, reyes, líderes y naciones han tenido problemas por no poder controlarlo. Nosotras podemos estar a tiempo para dominarlo y evitar que nos aleje de la voluntad de Dios y depender de Él con una actitud humilde.

Dios te bendiga.

EMPATÍA

EMPATÍA

Por: Lucky Orellana

La empatía es la capacidad que tiene una persona de comprender las emociones y los sentimientos de los demás, basada en el reconocimiento del otro como similar. Wikipedia.

La Biblia nos da numerosos ejemplos en dónde las personas mostraron empatía hacia sus semejantes, el ejemplo por excelencia es nuestro Señor Jesucristo. Las Escrituras nos narran que Jesús lloró al ver el dolor de María y Marta por la muerte de su hermano Lázaro; Juan 11:33-35.

El apóstol Pablo también hace referencia a Onesíforo, como alguien que se identificó con él y le ayudó en sus necesidades cuando estaba preso en Roma. 2 Timoteo 1:16-19

Es importante decir que la empatía y la compasión, pueden ir de la mano, pero no son lo mismo, como dijimos antes, la empatía es la capacidad de identificarnos y compartir los sentimientos con alguien, mientras la compasión va más allá con el deseo de ayudar.

Debemos procurar la empatía en nosotras, ya que Dios anhela que como Sus hijas podamos tener un carácter que refleje que el fruto del Espíritu Santo habita y está activo en nosotras, Gálatas 5:22-23 nos da una lista que toda hija de Dios debe esforzarse por alcanzar, ya que es de vital importancia en nuestra vida cotidiana.

¿CÓMO DESARROLLAMOS EMPATÍA?

La indiferencia es lo contario de empatía y la Biblia en Lucas 10 nos da un ejemplo bastante claro donde la falta de empatía se hace presente: 31Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. 32Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo”.

No todos los seres humanos somos empáticos, pero la podemos desarrollar. La empatía hacia los demás también nos permite tener su respeto y aceptación. Algunos pasos prácticos para desarrollarla:   

  • Dedica tu tiempo
  • Aprende a escuchar
  • No interrumpas mientras te hablan
  • Escucha sin prejuicios
  • Muestra interés en lo que te están contando
  • Sé paciente
  • Ponte en el lugar del otro
  • Sé ejemplo del amor de Dios
  • Habla sabiamente
  • Ama incondicionalmente
  • Trata a todos por igual

En Filipenses 2:1-2, leemos: “Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, 2 completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa”.

La empatía es una virtud y una poderosa herramienta que nos ayuda a desarrollar relaciones sanas y profundas con nuestro prójimo. Cuando somos empáticas, comprendemos, entendemos y respetamos las necesidades, y sentimientos de otras personas, reflejando el amor de Dios hacia ellas.  Actúa conforme a lo que la Palabra de Dios nos enseña y siempre está dispuesta a escuchar y ayudar.