LA ESPERANZA QUE TRASCIENDE LAS CIRCUNSTANCIAS

LA ESPERANZA QUE TRASCIENDE LAS CIRCUNSTANCIAS

Por: Licda. Cindy de Pérez

La esperanza no es simplemente desear que las cosas cambien para bien; es la confianza firme en las promesas de Dios.

– La esperanza en tiempos de aflicción

La aflicción puede ser dura y desalentadora, pero para los hijos de Dios, también es una oportunidad para crecer en perseverancia y carácter. La esperanza bíblica no ignora el sufrimiento, sino que lo convierte en una herramienta para fortalecer nuestra fe.

Un ejemplo claro es Job: enfrentó grandes tribulaciones, perdió a su familia, su salud y sus posesiones. Aunque tuvo preguntas y luchas en su corazón, nunca perdió de vista que Dios es justo y bueno. Al final, su esperanza fue recompensada y su vida restaurada.

De la misma manera, cuando enfrentamos dificultades, podemos recordar que Dios usa esos momentos para moldearnos y producir en nosotras una esperanza que no defrauda. Es en medio de la prueba donde la fe crece, se fortalece y nos llena de una esperanza viva.

Romanos 5:3-5 NVI «Y no solo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado Su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado”.

– La esperanza como ancla del alma.

Hebreos 6:19-20 NVI “Tenemos como firme y segura ancla del alma una esperanza que penetra hasta detrás de la cortina del santuario, hasta donde Jesús entró por nosotros para abrirnos camino, …”

La historia de Abraham es un gran ejemplo de esto. A pesar de su edad avanzada y la aparente imposibilidad de tener hijos, confió en la promesa de Dios que sería padre de muchas naciones. Esa esperanza fue como un ancla en su vida, y él permaneció firme en su fe, hasta que la promesa se cumplió.

Nuestra esperanza debe estar anclada en las promesas de Dios y no en las cosas pasajeras de este mundo. Solo Él es firme y seguro. Así como el ancla impide que el barco sea arrastrado por la corriente, la esperanza en Dios guarda nuestro corazón de la desesperación y del miedo.

– La esperanza que lleva al gozo y la paz.

Romanos 15:13 NVI «Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo”.

La verdadera esperanza no solo nos permite resistir las pruebas, sino que también llena nuestra vida de gozo y paz en medio de ellas.

El apóstol Pablo es un buen ejemplo de esto. A pesar de sufrir persecuciones, encarcelamientos y muchas dificultades, pudo decir que había aprendido a estar contento en cualquier situación (Filipenses 4:11-13). Su esperanza no estaba en la libertad física ni en la comodidad, sino en Cristo, lo que le permitió experimentar alegría y paz profundas, incluso en las circunstancias más difíciles.

Para terminar, la esperanza en Dios es una fuente inagotable de fortaleza, estabilidad y alegría. Nos permite enfrentar las pruebas con una perspectiva o una mirada diferente, confiando en que Él tiene un propósito y que Sus promesas nunca fallan, son seguras.

Que nuestra vida sea un testimonio vivo de la esperanza que hay en Cristo, para que otras encuentren en Él, el ancla que tanto necesitan.

¡Dios te bendiga! 🤗 💜

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…Y QUE TENGAS SALUD

… Y QUE TENGAS SALUD

Por: Flor Camacho

“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”. 3 Juan 1:2

Qué saludo tan afectuoso el del apóstol Juan a Gayo, que según dicen algunos expertos, se trataba de un anciano que cuidaba a la grey, de la iglesia en Éfeso, es una expresión de deseo por el bienestar completo de su amigo, incluyendo su prosperidad espiritual, su salud y, posiblemente, su prosperidad material como resultado de la fe y la obediencia a Dios.

Meditemos en este tema que nos ayuda a reflexionar en la salud integral que necesitamos, y que proviene de confiar en Él.

LA SALUD COMO PARTE DEL PLAN DE DIOS

Dios nos creó como seres perfectos y Su deseo desde el principio fue proveernos un entorno de bienestar físico, emocional y espiritual. El jardín del Edén reflejaba esa perfección, sin embargo, el pecado de la humanidad trajo consigo desorden y ruptura en la relación con Él.

El sacrificio de Jesús en la cruz pagó el precio de nuestro pecado y nos reconcilió con Dios, de esa manera podemos tener una relación personal con Él.

Las palabras escritas por Juan e inspiradas por el Espíritu Santo, también son una declaración del deseo de Dios para nuestra vida. A veces pensamos que la salud solo se

trata de lo físico, pero en Su Palabra, Dios nos muestra que se interesa por todo nuestro ser: espíritu, alma y cuerpo.

En medio de un mundo convulsionado por pandemias, enfermedades físicas, emocionales y de agotamiento mental, Dios nos llama a descansar en Sus promesas.

CONFIANZA PLENA

Cuando nos enfrentamos a una situación difícil, o noticias inesperadas, podemos ser invadidas por un temor que nos debilita y nos puede hacer flaquear, entonces nos es necesario volvernos al Señor y pedirle al Espíritu Santo que nos guíe en todas nuestras decisiones y actividades diarias.

Tener confianza plena en Dios significa confiar en que Él tiene el control de todo, decidir confiar en Su soberanía y Su cuidado sobre todas las áreas de nuestra vida. Significa creer que Él tiene un plan perfecto para nosotras y que nada escapa de Su mano y Su voluntad.

El libro de Proverbios nos exhorta a no olvidar Su ley, que la guardemos en el corazón y al obedecerla, la promesa es largura de días y años de vida y paz.

“Confía en el SEÑOR de todo corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia.

Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus sendas. No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al SEÑOR y huye del mal. Esto infundirá salud a tu cuerpo y fortalecerá tus huesos.” Proverbios 3:5-8 NVI

Cuando decidimos dejar a Sus pies todo lo que nos agobia nuestro cuerpo descansa. La paz que viene de confiar en Dios produce una salud que ninguna medicina puede garantizar.

OBEDECER TAMBIÉN ES CUIDAR LA SALUD

En la Biblia encontramos versículos que nos muestran que seguir las instrucciones de Dios: siendo bondadosos, perdonando, evitando la amargura, practicando el dominio propio, descansar, entre otros, traen bendición a nuestra salud. No se trata solo de “milagros físicos”, sino de una vida transformada de adentro hacia afuera.

“Más bien sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo”. Efesios 4:32 NVI

“Mirad bien, nos sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados”. Hebreos 12:15

“Como ciudad sin defensa y sin murallas es quien no sabe dominarse”. Proverbios 25:28 NVI

“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma”. Mateo 11:28-29 NVI

Para terminar, nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo y cuidar nuestra salud debe ser prioridad para nosotras, –comer saludable, descansar, ejercitarnos, buscar ayuda física y emocional cuando la necesitamos—no es vanidad, es obediencia y mayordomía. Es honrar al Dios que nos creó y nos sostiene.

Amadas amigas hemos recordado algunos pasajes de cómo ser mujeres saludables poniendo en práctica una de las muchas enseñanzas que tiene la Biblia. Sin duda alguna la oración para pedir por salud es eficaz, pero no olvidemos que la obediencia a Su ley y hacer de ésta un estilo de vida, nos hace mujeres física y emocionalmente sanas, enteramente preparadas para toda buena obra, haciendo nuestra parte: cuidar el alma para que prospere, y cuidar el cuerpo como instrumento de Su amor.

“…Y que tengas salud…” no es solo un saludo, sino el deseo del corazón de un Dios que se interesa por nuestro bienestar total.

¡Dios te bendiga! 🤗 💜

TESTIFICANDO A LOS NO CREYENTES

El mundo está mostrando una descomposición a todo nivel en los diferentes campos donde nos movemos. Hay crisis social, hay problemas económicos, de hambre, hay pandemias, hay destrucción de matrimonios, huérfanos, viudas, hay falta de amor y en medio de todo esto los cristianos debemos mantenernos firmes en nuestras convicciones, dando testimonio que, no obstante, todo lo que sucede, Dios tiene el control de todo. Esta es una oportunidad para testificar y poder sembrar la semilla del amor perfecto de Cristo.

Cristo desea que tú como hija de Dios testifiques de todo lo que Él ha hecho en tu vida.

Talvez pienses que testificar es algo que Jesús espera solo de los evangelistas o pastores, pero Jesús desea que tú también des testimonio. En el pasaje de Juan 15:27 Jesús dijo a los discípulos que testificar no es algo opcional, sino que es una conducta que Él espera de ellos. “Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio.”

¿Por qué crees que Jesús dijo a los discípulos que debían testificar? Porque ellos habían estado con Él desde el principio, y conocían la verdad de parte Jesús mismo.

Aunque tú no hayas vivido en los tiempos de Jesús para ver los milagros, así como los vieron sus discípulos, quizás si hayas experimentado un milagro, tu conoces la verdad, Su Palabra; y, si has experimentado una relación con Él, puedes hablarles a los demás de lo que Cristo ha hecho en tu vida. Tal como lo hicieron los discípulos puedes contarles a todos de Jesús, basándote en tus experiencias con Él.

Talvez has pensado: Quiero testificar, pero ¿cómo hacerlo…? ¿Qué palabras decir…?

Lucas 12:12 “ porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir.”

Juan 15:4 dice: “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.”

Cuando tú recibes a Jesús como tu Salvador personal, te conviertes en parte de la Vid. No se puede dar fruto espiritual si no se permanece en la Vid, es decir “permanecer en comunión con Cristo”. Si tienes comunión con Cristo tendrás la fortaleza para testificar. Recuerda que no es por tus habilidades, sino es cuando le permites al Espíritu Santo tomar control de tus pensamientos, de tus palabras y de tus acciones, que puedes testificar efectivamente.

Para terminar, Somos parte del pueblo de Dios, escogido para ser parte de Su plan para alcanzar al mundo. En amor y por fe podemos contar con la ayuda del Espíritu Santo cuando predicamos o testificamos. Testificar también nos beneficia porque fortalece nuestra fe cuando confrontamos a quienes la desafían y recordemos que Dios puede obrar en medio de cualquier oposición.

Cuando enfrentamos un trato duro de incrédulos hostiles, nos damos cuenta que viene como resultado de ser testigos fieles que buscan la oportunidad de presentar las Buenas Nuevas de Cristo.

Dios te bendiga, 💜

#NuevaMujer #LunesDeReflexión #UnaVozDeDiosParaTi

MUJER RENOVADA

MUJER RENOVADA

Por: Mariana Estrada

Todos los días las mujeres enfrentamos situaciones que nos desgastan, las múltiples responsabilidades y las preocupaciones muchas veces nos quitan la fuerza y la esperanza. Sin embargo, la Palabra de Dios nos recuerda que cada día podemos ser renovadas por el poder de Su Espíritu. Veamos tres puntos importantes.

DESPOJAR

Lo escrito en el libro de Hebreos 12:1: “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”; hace referencia a la carga de nuestros pecados y como el poder despojarnos de ellos nos permite acceder a la libertad que Cristo nos ofrece.

En este contexto, «despojarse» significa dejar atrás nuestras antiguas formas y actitudes, renovar nuestra mente y revestirnos con la «nueva naturaleza» que se asemeja a la naturaleza de Dios. Este proceso de «despojarse» y «revestirse» es esencial para el crecimiento y desarrollo de una hija de Dios.

Para ser mujeres renovadas, primero debemos despojarnos de lo que nos estorba, dejando atrás, por ejemplo: los malos pensamientos, el orgullo, las malas amistades, entre otros. Todo lo que nos limite en nuestra relación con Dios.

RENOVAR

Solo después de dejar “lo viejo” podemos comenzar a renovar, y al hablar de renovación, surgen ideas sobre cambios que deseamos implementar en nuestra vida, cambios físicos, como renovar nuestro closet, cambiar zapatos, hacernos un nuevo corte o tinte, incluso planear ir al gimnasio para transformar lo externo.

Sin embargo, dejamos de lado lo más importante: «nuestra mente». Romanos 12:2

La mente es el centro de nuestros pensamientos, emociones y decisiones. Como seguidoras de Cristo, la renovación de la mente es un proceso vital para vivir una vida en conformidad con la voluntad de Dios, y esto solo se puede conseguir de manera intencional y diaria.

La verdadera renovación viene del Espíritu Santo que nos transforma desde adentro y únicamente podemos ser transformadas por la Palabra de Dios, la oración, la meditación en Sus obras. Podemos tener muchos cambios externos, pero si no somos renovadas en nuestra manera de pensar, no veremos frutos reales.

VESTIR

Cuando Dios nos renueva, nos viste de algo nuevo: justicia, amor, humildad y verdad. Cada una de nosotras debe vestirse del “nuevo hombre”, tomando la decisión de reflejar a Cristo cada día, tomando el compromiso de adoptar la identidad que Él nos da: somos amadas, perdonadas y transformadas.

Su Palabra dice: “y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”. Efesios 4:24

Para terminar, reflexiona, ¿Qué áreas de tu mente o corazón necesitan ser renovadas por Dios? ¿Con qué virtudes quieres vestirte diariamente para reflejar a Jesús?

El teólogo y predicador John Piper, escribió: «cuando tu mente está llena del amor de Cristo y con toda la plenitud de Dios, entonces el espíritu de tu mente se renueva y se libera del engaño del mundo. Y de esa mente renovada surgen nuevas actitudes, emociones y prácticas, y te visten de justicia y santidad. Y esta nueva persona en la que te conviertes es en verdad la creación de Dios mismo, y a Él pertenece toda la gloria por los siglos de los siglos. Amén»

ORACIÓN.

Señor, hoy puedo identificar todo lo que tengo en mi interior y que no te honra, ayúdame a renovar y transformar mi mente y mi ser; dame fuerza y determinación para reemplazar todo eso que no te agrada, incluyendo mis pensamientos, cámbialos con tu Verdad.

Estoy confiada y segura que veré esa transformación y me otorgarás la oportunidad de poder enseñar a mi familia y a los que me rodean sobre tu poder, amor y misericordia. En el nombre de tu Hijo Amado Jesús, Amén.

¡Dios te bendiga! 💜🤗

#NuevaMujer #LunesDeReflexión #Mujeres #UnaVozDeDiosParaTi #VidaCristiana #FE

¿CÓMO SUPERAR LOS OBSTÁCULOS?

¿CÓMO SUPERAR LOS OBSTÁCULOS?

Por: M.Th. Magda de Custodio

Romanos 8:35-37 dice: ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.  37Antes, en todas estas cosas somos “más que vencedores” por medio de aquel que nos amó”.

Estas palabras más que vencedores nos dan la idea de que podemos conquistar o vencer los problemas por completo, y que no quedarán residuos de amenazas a nuestra vida o a nuestro bienestar.

  • A los vencedores los problemas los alientan
  • A los derrotados los problemas los vencen

Tomar decisiones:

Nuestra vida está basada en tomar decisiones diariamente, y basadas en nuestra experiencia, en nuestra sabiduría aprendida de la observación y de practicar la Palabra de Dios. Toda decisión tiene sus consecuencias, ya sean buenas o malas. Yo escojo diariamente como quiero vivir mi vida.

María, la madre de Jesús: Cuando María fue visitada por el ángel para anunciarle que iba a tener un hijo, el ángel no la obligó a nada, fue María la que tomó su decisión.

  • Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia”. Lucas 1:38

La sabiduría de María la hizo reflexionar y dar el paso para decir: “hágase conmigo conforme a tu palabra”.

En este pasaje, la palabra hágase significa: un abandono total, entregarse totalmente en las manos de Dios Padre “pase lo que pase” sin importar lo que suceda y aceptando todos los riesgos. Dejando en las manos de Dios todo lo que el futuro pueda traer.

¿Cómo pasamos los obstáculos?

Cuando tenemos obstáculos con frecuencia los pasamos solas, y solo algunas veces, acompañadas. En la vida todas tenemos momentos de soledad.

Si sufrimos un enorme disgusto o un gran fracaso, probablemente vendrán nuestros amigos y hermanos para confortarnos y animarnos, y eso es bueno, pero si no llegan recuerda que tenemos el Espíritu Santo de Dios como consolador. Dios nos ayudará a quitar ese peso del corazón. Jesucristo prometió que siempre estará contigo, hasta el fin. Leer Mateo 28:20.

Para finalizar, debemos entrenar para vencer los obstáculos. Así como un deportista que entrena para lograr llegar a su meta, también nosotras tenemos que entrenar para vencer los obstáculos y en este entrenamiento tiene mucho que ver la fe, la que se va formando en un proceso de ir conociendo de Dios y Sus verdades.

La fe, más que una actitud, es un acto que repetimos día tras día. Cada día tenemos nuestra fe puesta en Dios y no dudamos que Él existe, que Él está con nosotras, que nos escucha y que en el día de la prueba estará junto a nosotras. También es parte del entrenamiento para vencer los obstáculos: La oración, leer la Biblia, escuchar la Palabra (congregarnos).

Ningún obstáculo es imposible de vencer, porque Dios está de nuestro lado y está esperando que tomemos la decisión de vencerlo.