MADUREZ

A lo largo de nuestra vida vamos adquiriendo experiencia, ya sea a través de nuestras victorias o de nuestros errores, que solamente con la ayuda de Dios hemos alcanzado o superado.

Madurez: es el período en el que una persona alcanza la plenitud vital, sin llegar aún a la vejez. RAE

Muchas mujeres que no conocen de Dios desean encontrar mujeres sabias, que hoy son espiritualmente maduras, que hablan y enseñan con su ejemplo, mujeres que han permitido que las pruebas y el sufrimiento en su vida las transforme. Mujeres que han puesto en las manos de Dios su situación y Él ha obrado a través de su Espíritu Santo y las ha hecho fuertes, han crecido espiritualmente y siguen adelante, como lo dice el apóstol Pedro «El oro es perecedero y, sin embargo, se prueba en el fuego…» 1a. Pedro 1:7 RVC

Como Nuevas Mujer podemos tomar el papel de consejeros y siempre alguien viene a nosotros en busca de una opinión o consejo, pero debemos tener claro que la madurez no es por los cabellos blancos, por las arrugas, el intelecto, alto nivel económico o familia numerosa, sino aquellas que han logrado una madurez espiritual, que proviene de su comunión con Dios, del conocimiento de Su Palabra, donde le han permitido que Él se glorifique.

Es a través de las vivencias que vamos a poder empatizar, comprender y aconsejar a las más jóvenes, a nuestras amigas, vecinas y personas alrededor, es cuando podremos ser esa mano amiga, alguien que les ayude a crecer para llegar a ser todo lo que Dios quiere que sean y enseñarles a confiar en Sus promesas.

Nuestro crecimiento y madurez espiritual dependen del conocimiento de la Palabra de Dios, por eso debemos leerla diariamente, porque no podemos perder de vista la prioridad de compartir, enseñar y aconsejar conforme la Palabra de Dios. Escucha el consejo, y recibe la corrección, para que seas sabio en tu vejez. Prov. 19:20

Para terminar, todas tenemos mucho que dar y siempre va a ver a nuestro alrededor gente que está anhelando ser guiada por el camino de verdad.

Tengamos presente que no somos nosotras, nuestras ideas, nuestras experiencias, ni ningún otro contenido de origen humano, que puede causar cambios de valor eterno en una vida, sino la Palabra de Dios a través del Espíritu Santo.

El salmista lo expresa de esta manera, “La ley de Jehová es perfecta, que convierte, el alma” Salmo 19:7a

Dios te use para Su gloria. 💜🤗

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SI, NO, ESPERA EN DIOS

Por: Lcda. Cecilia Lima de Cahuex

SI, NO Y ESPERAR, tres palabras que usamos todo el tiempo, que están día a día en nuestro vocabulario y que dependiendo de las circunstancias y postura en la que nos encontramos queremos escuchar.

EL DE DIOS

En la Biblia encontramos evidencia del de Dios, con el ejemplo de Ana, “Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí”. 1 Samuel 1:27

Al conducirnos por la vida muchas veces nos preguntamos: ¿esto será de Dios?, este trabajo, esta oportunidad, esta pareja, esta forma de corregir, este negocio, esta compra que quiero realizar, etc. etc., sin embargo, el punto clave aquí es “estar en la voluntad de Dios y conocer Su Palabra.

En ella leemos: ”Todas las promesas que ha hecho Dios son <sí> en Cristo. Así que por medio de Cristo respondemos <amén> para la gloria de Dios”. 2 Corintios 1:20 NVI

Dios quiere que tengamos confianza en Sus promesas sin importar los cambios que enfrentemos o bien, la incertidumbre que hay en el mundo. Sus promesas están garantizadas a través de Jesús.

EL NO DE DIOS

Un ejemplo en la Biblia, en donde Dios dijo no a una petición, lo vemos en 2 Corintios 12:7-9 dice:“Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; 8respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor que lo quite de mí. 9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad…

El apóstol Pablo oró para que Dios le quitara el sufrimiento físico que padecía, pero la respuesta de Dios fue que Su gracia era suficiente, y no le quitó esa dificultad.  

Cuando recibimos un no por respuesta a una petición es muy difícil, pero debemos comprender que a veces Dios responde NO, porrazones que nosotras no podemos ver, pero Él nos sigue amando y tiene un propósito perfecto para nosotras.

EL ESPERAR EN DIOS

-Los retrasos pueden ser agonizantes, pero Dios tiene una visión panorámica de todo, y su tiempo es perfecto-. (Charles F. Stanley)

Esperar no es fácil, pero es oportuno, puedes desesperarte, cansarte y llegar a creer que por lo que has orado no sucederá. Pero si las promesas fueron dadas, serán cumplidas en el momento idóneo, cuando sea el momento perfecto. Esperar te prepara, te equipa, te forma.

En la Biblia leemos: “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió”. Hebreos 10:23

En este versículo el escritor, nos exhorta a esperar la fidelidad de Dios en el cumplimiento de Sus promesas.

Para esperar en Dios necesitamos, entre otros:

  • Fe, la Palabra de Dios nos anima a confiar, “Pedid, y se os dará; buscad y hallaréis; llamad, y se os abrirá”. Mateo 7:7
  • Paciencia, “Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino”,… Salmos 37:7

Para terminar, es necesario creer en Dios y reconocer a Su Hijo Jesús como nuestro Salvador, confiar en Él y dejarnos guiar por el Espíritu Santo hacia Su voluntad, el proceso en el que cada una nos encontremos obrará para bien, recibiendo un sí, recibiendo un no, o bien, aunque nos toque esperar Sus promesas se cumplirán.

“Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón”. Salmos 37:4

Dios te bendiga

UNA VIDA DIGNA, DEJA HUELLA

UNA VIDA DIGNA, DEJA HUELLA

Por: Licda. Cindy de Pérez

En el mundo ha habido personas que han dejado huellas significativas, se les recuerda por el bien que le proporcionaron a la humanidad, o el daño que provocaron, entre ellos: Albert Einstein, Martin Luther King Jr., Madre Teresa de Calcuta, Adolfo Hitler.

Dejar huella es la capacidad que tenemos de marcar la vida de los demás, ya sea de forma positiva o negativa. Para algunos, dejar una huella significa crear un legado duradero en la historia. Para otros, es hacer la diferencia en la vida de aquellos que nos rodean.

Vivir una vida digna, es decir, una vida con integridad, respeto y propósito tiene un impacto duradero en todos a nuestro alrededor y es muy importante desde una perspectiva bíblica.

Es la vida de una persona que inspira a otros por los principios y valores con los que se conduce, se esfuerza por alcanzarlos con la finalidad de dejar algo positivo en el corazón de quienes la rodean.

En diferentes partes de la Escritura se nos exhorta a vivir con propósito e integridad: “Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios”. Colosenses 1:10

TOMANDO ACCIÓN, ¿CÓMO VIVIR UNA VIDA DIGNA?

Cuando comprendemos que nuestro propósito en la vida es glorificar a Dios en todo lo que hacemos, nuestro esfuerzo debe convertirse en una batalla diaria para que, el legado que deseamos dejar a nuestras generaciones se convierta en algo muy preciado, una huella que ellos quieran imitar.

Algunos pasos que no deben faltar en nuestro camino a vivir dignamente son:

• Buscar a Dios continuamente

• Crecer en el conocimiento de Su Palabra

• Servir a los demás con amor

• Mantenernos firmes en la fe

• Ser constantes

Para vivir una vida digna es necesario que también reconozcamos el sacrificio de Jesús en la cruz para salvarnos, reconocer también el valor que tenemos como parte de la creación de Dios, pedir la ayuda del Espíritu Santo para que nos guíe a reflejar el carácter de Jesús en todo lo que hacemos.

El apóstol Pablo lo hizo y escribió: “Ya falta poco para que yo muera, y mi muerte será mi ofrenda a Dios. He luchado por obedecer a Dios en todo y lo he logrado, he llegado a la meta y en ningún momento he dejado de confiar en Dios”. 2 Timoteo 4:6-7 TLA

Para finalizar, cada una de nosotras, aunque no lo planifiquemos estamos dejando una huella en este mundo, dejaremos un mal o un buen recuerdo de nuestra vida, en la vida de los que amamos y los que están a nuestro alrededor.

Una vida digna que deja una huella positiva en los demás, se caracteriza por valores como la justicia y la compasión; mientras que los actos guiados por el resentimiento, el rencor, la enemistad, la violencia, entre otros, dejan una huella negativa que causa mucho sufrimiento y destrucción.

La pregunta que debemos hacernos es: ¿qué tipo de huella estoy/estamos dejando? No se trata de llegar a los últimos días, y tratar de arreglar todo lo que hemos hecho mal, consciente o inconscientemente.

Que nuestra petición sea el poder vivir una vida digna como una respuesta de gratitud al sacrificio de Jesús. Dios ya hizo Su parte ahora te toca a ti…

Dios te bendiga 🤗🙏💜

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ALCANZANDO MADUREZ

Una de las señales de la madurez en una persona, es la capacidad de aceptar la responsabilidad de su propio talento, de desarrollar diligentemente las habilidades inherentes que le fueron dadas por Dios, y de utilizarlas al máximo con gozo y acción de gracias, reconociendo que esos talentos no son suyos, sino que son un regalo de Dios y está llamada a desarrollarlos y usarlos con sabiduría.   Hoy reflexionaremos de la madurez espiritual.

EFESIOS 4:13 dice: “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”.

La madurez espiritual, es el proceso de crecimiento y transformación que ocurre en la vida de un creyente. No se trata únicamente de que acumulemos conocimiento bíblico, sino una vida que refleje el carácter de Jesús, viviendo de acuerdo con Su voluntad escrita en Su Palabra.

Veamos algunas señales de madurez espiritual:

La madurez espiritual no viene con la edad, no la alcanzamos instantáneamente, a través de seminarios o relacionándonos con las autoridades de la congregación, sino que tenemos que decidir crecer espiritualmente, que es lo que nos lleva a la madurez, y a medida que decidimos acercarnos a Dios y anhelamos obedecerlo, nuestro carácter será transformado y manifestará el fruto del Espíritu, del que nos habla Gálatas 5:22: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”.

  1. DEPENDENCIA DE DIOS

Una persona madura reconoce su necesidad de Dios en todas las circunstancias de su vida, y confía en que Él tiene el control de todo, aunque no entienda el plan que Dios tiene para su vida.  LeeJuan 5:30  y Proverbios 3:5-6

  • DOMINIO PROPIO

El dominio propio se considera como algo esencial de la madurez, significa tener control sobre las emociones, pensamientos y acciones. No se deja llevar fácilmente por la ira, el miedo o sus deseos, sino que actúa con sabiduría y prudencia.

  • RESPONSABILIDAD Y HUMILDAD

Existen muchos personajes que a diferentes edades han hecho grandes contribuciones al mundo, cambiando la historia. Entre ellos podemos mencionar a: el gran rey Salomón se calcula que tenía 20 años cuando fue ungido rey de Israel; Ester fue elegida reina de Persia siendo una jovencita, aproximadamente de 14 años; se estima también que el apóstol Pablo tenía 30 años cuando comenzó su ministerio, pues esta era la edad en que un hombre judío podía comenzar a enseñar y ser reconocido como maestro.

A pesar de su edad, ellos no buscaron la gloria personal, sino que, hicieron lo encomendado con responsabilidad y humildad, reconociendo que la mano de Dios estaba con ellos.

Una persona madura acepta sus responsabilidades y se hace cargo de sus decisiones con humildad.

  1. PARA MADURAR ESPIRITUALMENTE NECESITAMOS
  • Relación personal con Dios, a través de la oración, meditar en Su Palabra, adoración y comunión con Él.
  • Comunión con otros creyentes, para aprender, crecer y servir juntos; la relación con otros nos fortalece y anima a caminar en nuestra fe.
  • Perseverancia y corrección, en el camino para desarrollar madurez también necesitamos ser exhortados y corregidos por personas maduras espiritualmente, esto nos ayuda a desarrollar carácter para parecernos cada día más a Jesús.
  • Compartir lo que Jesús ha hecho por nosotras, llevar el mensaje de salvación a otras es parte esencial de la vida cristiana.


Para terminar, este mundo está necesitado de mujeres que realmente decidamos ser espiritualmente maduras, trabajando cada día en nuestra vida, como un viaje continuo que debemos realizar, confiando en que el Espíritu Santo nos transformará cada día para ser más como Jesús.

HAY UNA HISTORIA QUE AÚN NO SE HA CONTADO

Por: Mariana Estrada

Dios a través de su Espíritu Santo nos dejó historias plasmadas en Su Palabra, las cuales al leerlas podemos apreciar lo impresionante que Dios ha sido, que es y que será a través del tiempo, estas escrituras nos narran cada uno de los acontecimientos, vivencias y enseñanzas que a Su pueblo le tocó pasar.  

Dios te ha elegido.

Dios te eligió mucho antes de la fundación del mundo, te predestinó para ser Su hija por medio de Jesucristo. En la Palabra de Dios vemos que ninguno de los doce discípulos pidió ser elegido, sino que fue Jesús quien seleccionó a cada uno de ellos; de igual forma, Dios te escogió para salvación, no porque seas buena persona, o por mérito propio: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé”. Juan 15:16.

Dios quiere transformarte.

Hay ocasiones en que nos hemos sentido como mujeres cansadas e incapaces, y ciertamente no es cuestión de edad, porque aún personas que son jóvenes se han sentido en alguna oportunidad así.

Generalmente, por estar enfocadas en nuestro quehacer diario, la familia, trabajo, estudios, etc., nos sentimos estancadas, sentimos que no avanzamos en el llamado que creemos que Dios nos ha hecho.

Dios no solo quiere cambiar las circunstancias que nos rodean, Él desea transformarnos.

Dios le dijo al profeta Jeremías: “No digas que sólo eres un muchachito, porque harás todo lo que yo te mande hacer, y dirás todo lo que te ordene que digas. No temas delante de nadie, porque yo estoy contigo y te pondré a salvo”. Jeremías 1:7-8 RVC.

En estos versículos podemos ver que Dios no usa a personas que están preparadas, sino que Dios escoge a personas para prepararlas.  Dios solo necesita que dispongamos nuestro corazón, el querer como el hacer.

Dios capacitó a Jeremías para que pudiera hablar de parte de Él. Nuestra historia es el testimonio que alguien necesita para poder conocer a Dios. Muchas veces al escuchar testimonios de otras personas, creemos que lo que nuestro Padre ha hecho en nuestra vida quizá no es tan grande, no compares tu proceso, tu proceso es ese testimonio que alguien necesita escuchar porque puede estar pasando la misma situación, compartamos esa obra que Dios hace en nosotras, ¡fuimos escogidas!

Para terminar,  fuera de nuestro círculo más cercano, hay personas que necesitan escuchar lo que Dios ha hecho en nosotras, ¿cómo llegamos a Él?, ¿cómo nos ha restaurado? ¿cómo estamos aprendiendo para parecernos más a Él?

Como seres humanos la tendencia es recordar lo malo que nos pasa, y olvidamos con mucha facilidad lo bueno y maravilloso que Dios ha sido, todo lo que nos ha dado, el amor y las bendiciones que día a día tenemos.

Hablemos de la fidelidad de Dios en nuestra vida todo el tiempo, lo podemos ver en todas esas historias plasmadas en Su Palabra, y Él ha sido fiel hasta el día de hoy. Siempre hay una historia que las personas, que el mundo necesitan escuchar, y puede ser tú historia que todavía no ha sido contada.  

Dios te bendiga

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