REQUIERE TIEMPO

Para que un niño se convierta en adulto se requieren años. Se requiere de un período de tiempo para que un fruto crezca y madure.

Cuando la mano del hombre intenta acelerar la maduración de un fruto, éste pierde su sabor.

DIOS PERFECCIONA SU OBRA.

Filipenses 1:6 dice: “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo…” Llegar a ser semejantes a Cristo Jesús es nuestro destino final, pero el viaje durará toda la vida, este viaje involucra creer mediante la adoración; pertenecer por medio de la comunión con los hermanos y llegar a ser mediante el discipulado.

El deseo de Dios es que lleguemos a ser como Él cada día más. Muchas veces pensamos en velocidad, pero Dios se interesa más en fortaleza, y estabilidad. La verdadera madurez no es resultado de una sola experiencia, ni se logra quitando el dolor del crecimiento en un instante, el crecimiento es gradual.

Cuando leemos la historia de Israel comprendemos cuan rápidamente olvidamos las lecciones que Dios nos enseña, y cuan pronto regresamos a nuestros viejos modelos de conducta. Entonces nos damos cuenta que tenemos mucho que desaprender. No hay nada que deshaga en un instante el daño provocado en el transcurso de los años, requiere trabajo de cambio. Aunque Dios nos da una nueva naturaleza en el momento de la conversión, todavía tenemos hábitos, modelos y prácticas que eliminar y reemplazar. A menudo el crecimiento es doloroso y nos asusta, pero recordemos que desarrollar hábitos nuevos lleva tiempo.

El crecimiento espiritual avanzada en pequeños pasos a la vez, entonces SI podemos esperar un progreso espiritual. En nuestra vida espiritual también tenemos diferentes estaciones, a veces experimentaremos un crecimiento intenso seguido de un tiempo de estabilización.

Hebreos 2:1 nos dice: “Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.”

SEAMOS PACIENTES.

A veces sentimos frustración en nuestra vida cuando vemos que el programa de Dios no es el nuestro, a menudo tenemos prisa, pero Dios no tiene prisa. Dios usará toda tu vida preparándote para tu papel en la eternidad.

Cuando Dios quiere hacer crecer un roble gigante se toma 100 años, pero cuando quiere hacer crecer un hongo lo hace en una noche. Los seres humanos crecemos y nos formamos atravesando luchas, tormentas y tiempos de sufrimiento.

En realidad, no podemos llegar a conocer la profundidad de nuestro carácter hasta ver como reaccionamos frente a las presiones. Es muy fácil ser amable estar gozosa cuando todas las cosas andan bien, ¿pero seguiremos siendo amables y estar gozosas cuando otros nos tratan injustamente? Dios quiere que seamos perfectas como es Él no librándonos del dolor. En lugar de quejarnos por nuestras luchas porque sabemos que cualquier cosa que venga a nuestra vida éxitos o fracasos forman un rasgo del carácter de Dios en nosotras, oportunidades de crecer para terminar la carrera. Hebreos 12:1

Para terminar, la vida cristiana es un proceso que consiste en ser cada vez mas semejante a Cristo ese proceso no será completo hasta que lo veamos cara a cara, pero saber que es nuestra meta final debe motivarnos a purificarnos. ¡ NO TE DESANIMES !Recuerda cuánto has progresado… no veas cuanto te hace falta.

“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.” 2ª. Corintios 3:18

Nuestras vidas gradualmente se vuelvan más luminosas y más hermosas mientras Dios entra en nuestras vidas y llegamos a ser como Él.

Dios te bendiga. 🤗💜

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