
Vivimos una vida tan acelerada, que algunas veces olvidamos las cosas que son realmente importantes, una de ellas es agradecer por todas las cosas que recibimos, muchas de éstas las damos por hechas sin meditar en el día que puedan faltarnos: el aire, el calor, el frío, la luz del sol, la lluvia, un lugar donde vivir, etc.
Cuando vamos a la Palabra de Dios, entendemos que la gratitud en nuestro corazón produce alabanza, adoración, gozo y exaltación al Señor Jesús.
La gratitud debe ser una forma de vida para nosotras como nuevas mujeres en Cristo Jesús, y debe fluir desde nuestro corazón.
SALMO 136:1 “Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre.” NVI
DEBEMOS SER AGRADECIDAS CUANDO:
-Cuando nos dicen palabras amables.
-Cuando recibimos un abrazo.
-Cuando alguien nos sostiene en momentos difíciles, no importando el tiempo allí está.
-Cuando recibimos un mensaje de ánimo por las redes sociales.
-Cuando te dan un regalo por pequeño que este sea. (un dulce)
Y CUÁNTO MÁS SER AGRADECIDAS CON DIOS POR:
-Darnos la vida.
-Por perdonarnos.
-Por cuidarnos.
-Porque nos amó primero.
-Por mostrarnos un camino a través de su Hijo Jesús, etc.
Los psicólogos dicen que la Gratitud es una experiencia grata para el alma, que si la practicamos recibimos muchos beneficios, entre ellos, nos hace mejores personas, provoca mejores relaciones humanas y mejora la calidad del sueño.
No debemos olvidar que, la voluntad de Dios es que demos gracias por todo, no permitamos que la prisa por todo lo que hacemos, nos impida detenernos para agradecerle a Él por todo lo que nos da, y también por lo que NO nos da.
“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”. 1 Tesalonicenses 5:18
Esta semana te retamos a que agradezcas a Dios por una o varias cosas en específico.
