Una persona decidida es aquella que con determinación resuelve una situación dudosa o confusa. Es una persona audaz y valerosa que tiene un carácter firme, por lo cual es capaz de tomar buenas decisiones. Y cuando la decisión que ha tomado no es la mejor, también es capaz de aceptar que se equivocó y da los pasos necesarios para solucionar la situación.
También la podemos describir como una persona que no teme aceptar responsabilidades, pues conoce las capacidades que Dios le ha dado para cumplirlas de la mejor forma posible
Lo contrario de esta cualidad es la timidez, la indecisión y la cobardía.
En la Biblia tenemos el ejemplo de un hombre ciego, llamado Bartimeo, que con decisión y valentía, tomó la determinación de no ceder ante la presión de los demás que le pedían que se alejara de Jesús y no permitió que nada, ni nadie, se interpusiera en su camino hacia Jesús, porque Bartimeo sabía que Jesús era el único que podía ayudarlo.
Bartimeo fue un hombre decidido que obtuvo la recompensa de recuperar la vista, por la fe que había puesto en Jesús. Leer Marcos 10:46–52
Reflexiona: ¿Hay alguna decisión que se te dificulte tomar en este momento? ¿Por qué?
La timidez puede ser un orgullo encubierto ¿Que piensas de esto?
¿Tienes la costumbre de ORAR antes de tomar una decisión importante?
Gracias al poder del Espíritu Santo obrando en nuestras vidas, nosotras podemos ser mujeres que tomamos buenas decisiones, mujeres decididas que con valentía y con fe vamos hacia adelante honrando a Dios con nuestras decisiones y nuestros actos.
Como esa mujer de Proverbios 31:11-31.
Ella es una mujer decidida y también es una mujer que teme a Dios; y la Palabra de Dios nos dice que:
“La mujer que teme a Jehová, es digna de alabanza”.
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