
¿Cuál crees que sería el obstáculo más obvio para creerle a Dios? Aunque parezca simple, el obstáculo más grande es la incredulidad, y en este caso decidir no creerle a Dios. Hablamos de creer en Dios, creer lo que dice Su Palabra y obedecerla.
¿QUÉ SIGNIFICA CREER EN DIOS?:
En el Antiguo Testamento, en Génesis 15:6 dice: “Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia”; Pablo citó en el Nuevo Testamento, el mismo versículo en Romanos 4:3: “Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia”; estos versículos muestran una congruencia entre ambos testamentos respecto al concepto de creerle a Dios.
En Génesis 15:6 la palabra hebrea “creyó” es Aman y significa “firmeza”… permanecer firme, uno que soporta y permanece, confiar, creer.
Creer es obedecer; por eso, ¿cuándo se sabe que ya empezó a creer en Dios?, cuando se empieza a obedecer.
En Romanos 4:3 la palabra griega para “creyó” es pisteuo y significa estar firmemente persuadido de algo, creer… con la idea de esperanza, certeza y expectación”, viene de la palabra griega pistis que en el Nuevo Testamento se traduce como fe.
Creer y fe representan el mismo concepto, y podemos suponer con facilidad cuál es la definición de incredulidad, Leamos Marcos 9:21-24.
El padre de un niño poseído por un demonio le pidió a Jesús que le ayudara, si podía. “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo, ayuda mi incredulidad”.
¡Qué emocionante debió haberle parecido a Jesús escuchar tal expresión de sinceridad! El padre emitió la respuesta correcta ¡CREO! pero cuando el corazón vacila, las respuestas correctas de nada sirven, ayuda mi incredulidad significa “no digno de confianza, desconfiado… algo que no se puede creer, increíble”. Este hombre reaccionó así porque él sabía quién era Cristo, conocía todo sobre lo que hablaban las Escrituras de Él, la ley y los profetas, no era un hombre ignorante en eso, porque para creer, primero hay que conocer.
La incredulidad nos incapacita, los pasos que damos hacia delante con Dios los damos por fe, por lo tanto, la incredulidad literalmente incapacita nuestro “andar” espiritual y provoca enormes obstáculos en nuestro camino hacia la vida victoriosa.
¿Le crees a Dios? ¿En algún momento de tu caminar, dejaste de creer que Dios es capaz?
Es probable y comprensible que tengas dudas, que no estés convencida de todo lo que dice la Biblia, y únicamente leyendo, estudiando, orando, teniendo comunión con Dios, el Espíritu Santo te dará revelación y descubrirás la belleza y realidad de lo que DIOS ES.
En la Biblia vemos lo importante que es la fe, Mateo 9:27-29 muestra el encuentro de Jesús con dos ciegos, ÉL les preguntó ¿creen que puedo hacer esto? Cuando ellos dijeron que sí, Jesús les tocó los ojos diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho”.
Cristo no está pidiendo que creamos en nuestra capacidad de tener una fe inconmovible, ÉL nos pide que creamos que ÉL puede hacerlo. La voluntad de Dios es que le conozcamos y creamos en ÉL que le glorifiquemos, a través de Jesucristo, que encontremos gozo en ÉL, que experimentemos paz y que disfrutemos la vida que Él quiere darnos.
En el capítulo 11 de Hebreos la Biblia menciona a hombres y mujeres que nos dan testimonio del valor que implica vivir por fe en la verdad de Dios en Cristo Jesús. Ellos alcanzaron a creer en lo que Dios les dijo que haría. La fe es un regalo de Dios (Efesios 2:2), y no se basa en experiencias, sino en la obra y enseñanzas de Jesús. Creer, tener fe, nos conduce a vivir una vida alineada con el anhelo y ejemplo de vida de Jesús.
Si puedes creer, al que cree todo le es posible…… Jesús.
