AVIVA EL FUEGO DEL ESPÍRITU

aviva el fuego

Este tema es muy importante, porque cuando recibimos a Jesucristo en nuestro corazón y experimentamos el nuevo nacimiento en Dios, la Biblia dice que el Espíritu de Dios viene a vivir en nosotras, dejamos de ser lo que éramos y entramos al proceso de ser lo que Dios anhela.

Entonces podemos decir, que el Espíritu de Dios establece Su morada, Su casa, en cada persona que lo ha reconocido como Su Señor.

                                                             1ª. Corintios 3:16

            “No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros”.

El fuego del Espíritu ¡es la presencia de Dios en nuestra vida!, el deseo, esa energía, esa pasión que siente y experimenta nuestra vida de compartir Su palabra, de entenderla y conocerla, el deseo de tener comunión, relación con la gente que también le conoce. Este mismo Espíritu, nos da la capacidad de conectarnos con el mundo espiritual, podemos ver la vida como debe ser, viendo la meta y teniendo esperanza en el resultado final dónde Dios nos espera.

¿Qué causa que perdamos ese fuego?
Descuido, pecado, frustración, soledad, enfermedad, presiones económicas y presiones familiares, con el paso del tiempo o las circunstancias que nos toca vivir, vamos perdiendo el paso, la entrega y la pasión que traíamos, pasan situaciones en medio de nosotras, en las que creemos que tenemos la razón y nos afectamos porque pensamos que las personas no nos comprenden, entonces, todo lo que sentíamos, el fuego, el amor que teníamos por la obra de Dios empieza a menguar y de esa misma manera, nosotras mismas nos sentimos conformes con hacer lo que tenemos que hacer, cumpliendo, según nosotras, nuestras responsabilidades con el Señor, si es que logramos hacer eso, existiendo también el riesgo de ponernos en pausa, nos detenemos sin razones aparentes.

Pero cómo recuperamos ese fuego del espíritu? Según el diccionario Avivar es hacer que algo arda; volver a dar vida, significa mantener encendido el fuego, no permitir que se apague. Aquí el apóstol Pablo anima a Timoteo a mantenerse y no dejar que su fuego se apague.


2ª. Timoteo 1:6 dice, “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos”.

Para recuperar el fuego del Espíritu de Dios, debemos conectarnos a la fuente original de poder, tener comunión con Dios en oración, alabanza, adoración, lectura y meditación de la Palabra, comunión con otras cristianas comprometidas con Dios, leer un buen libro, sobre algún tema que nos enseñe algo, que nos inspire y nos edifique.

Concluyendo, avivar el Fuego del Espíritu en nuestra vida debe ser un compromiso con nuestro Padre, nosotras no podemos funcionar, apagadas o desconectadas. Debemos buscar las herramientas y levantarnos del estado en que nos hemos dejado caer y cumplir así con el propósito de Dios para nuestra vida. Y si de alguna manera hemos dejado que el fuego del Espíritu de Dios se apague en nosotras, o se está debilitando, debemos avivarlo. También debo cuidar lo que miro, cuidar lo que oigo, lo que hago y no permitir que mi corazón se entristezca por ningún motivo.

#LUNESDEREFLEXION #NUEVAMUJER #SOYNUEVAMUJER

Un comentario

  1. Avatar de Noemi
    Noemi · junio 18, 2018

    Bendiciones desde mi blog http://www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com

    Me gusta

Deja un comentario