Te compartimos parte de lo que estuvimos hablando en los grupos de Nueva Mujer en esta semana.

A lo largo del día podemos realizar diferentes actividades, algunas no involucran ninguna emoción y otras posiblemente sí, porque tenemos oportunidades para extendernos en amor hacia alguien, hace más de dos mil años hubo alguien que realizó el acto de amor más grande de todos los tiempos.
La fuente inagotable del amor es Dios. En la Palabra leemos “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
Lee: 1ª. Juan 4:8-10.
Las mujeres que son madres, experimentan un amor especial por sus hijos, que están dispuestas a dar todo lo que tienen y aun lo que no tienen por sus hijos, una jovencita cree experimentar amor por un joven, que también está dispuesta a pelear con quien se oponga… todas las mujeres pasamos por esas situaciones y es muy importante que nos demos cuenta que ese amor tan profundo que sentimos, no es comparable con el amor de Dios, que estuvo dispuesto a dar a su propio y único Hijo por mí y por ti, sin pedir nada a cambio.
Por ese sacrificio de Jesús, y su sangre derramada en la cruz, podemos entrar confiadamente a la presencia de Dios, y manifestarnos como un acto de amor a Dios y a los demás, de esta manera podemos ofrecer:
1. Alabanza y adoración
2. Leer, Meditar y obedecer su Palabra
3. Oración

Nosotras diariamente podemos realizar Actos de Amor, sirviendo a nuestro prójimo posiblemente, con pequeños detalles que reflejen el amor de Dios y que muestren nuestra obediencia a Él.

“Amados, amémonos unos a otros”… 1ª. Juan 4:7a