Por: Eunice de Calderón. Tema condensado.
“NO HABLARAS CONTRA TU PROJIMO FALSO TESTIMONIO.” Éxodo 20:16
La esencia del noveno mandamiento en una sola declaración es: “NO MENTIRÁS”. Cada cristiano debe ser una persona de indudable integridad.
Las “mentirillas blancas” estorban el caminar. Una mentira siempre oculta de forma parcial o total la realidad, es una declaración realizada por alguien que sabe que lo que está diciendo es parcial o totalmente falso, sin embargo espera que quienes lo están escuchando le crean.
Mentir implica engañar intencionadamente. Una verdad “manipulada” o una verdad “a medias” también es una mentira. Mentir se convierte fácilmente en un hábito.
¿Qué dice la Escritura?
Proverbios 12:22 “Los labios mentirosos son abominación a Jehová; pero los que hacen verdad son su contentamiento.”
Salmos 5:6 “…al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová.”
¿Por qué mienten las personas?
Los estudios señalan que las personas mienten (u ocultan la verdad) por diversas razones, entre ellas: para protegerse, por temor, por inseguridad, para no quedar mal, por vergüenza, por hábito, etc.
Jesús libera de la mentira
Jesús tuvo un encuentro con una mujer de Samaria: Leer Juan 4:7-18
• “Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá. Respondió la mujer y dijo no tengo marido…” Juan 4:16-17
La samaritana contestó con una “media verdad”. Era prisionera de un estilo de vida que la avergonzaba. Jesús miró dentro de ella y le dice:
• “…Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.” Juan 4:17-18
Y esta ha sido la conversación más libertadora que pudo tener, pues ella estaba atrapada en medio de vergüenza y mentiras. Y Jesús amorosamente la llevó por la senda de la verdad.
De la misma manera que el encuentro personal que tuvo la mujer samaritana con Jesús, el Mesías, transformó su vida y le quitó la necesidad de decir mentiras, el día de hoy Jesús nos quita el temor, toda inseguridad, toda vergüenza, etc., que nos lleven a tener que mentir.
Dios revela su voluntad para nuestras vidas claramente: “NO MENTIRÁS”.
¡Arrepintámonos del pecado!
Porque
¡Él ya nos ha perdonado y nos ha dado poder para vencer!
